domingo, 23 de abril de 2023

Circular Seira - El Run, por el congosto de Ventamillo

 Año XII. Entrega nº 817


IXOS MONS
Circular Seira - El Run
Miércoles, 19 de abril de 2023

            “Como si se tratase de acentuar el carácter de isla de tierra firme que tiene el valle de Benasque, rodeado en toda su periferia por las más formidables eminencias del Pirineo, su única comunicación con el mundo exterior es un angostísimo desfiladero, el famoso congosto de Ventamillo, por donde se deslizan como pueden el Ésera, la carretera y la línea telefónica. Se desarrolla entre las cercanías de Seira, al sur, hasta El Run, primera población del valle".

Cayetano Enríquez de Salamanca.



            Esto nos contaba en los años setenta este polifacético autor, o poliédrico, como se diría ahora, porque el lenguaje también evoluciona. Madrileño de nacimiento, se dedicó a muy diversas materias en su vida, pero la que más nos interesa es esta, su afán por divulgar las bellezas de nuestros Pirineos, en una época en la que casi nadie lo hacía. Todo un precursor, sí. Aunque a ojos de hoy en día, nos hemos tenido que unir al sentimiento global que existe por aquí, y que es que, aunque geográfica, geológicamente, el valle pudiera parecer que comience a partir del congosto, nadie entiende que se excluya a Seira de formar parte de él. Y por eso estamos aquí, porque no vamos a ir a contracorriente de ese sentimiento, y lo que vamos a hacer, lo que acabamos de hacer, es sellar esa unión precisamente entre esas dos localidades a uno y otro lado, como son Seira y El Run, algo que no vería con malos ojos el autor de nuestra entradilla de hoy. Pero además, con caramullo, que se dice por aquí, porque no solo unimos los dos núcleos de Seira, sino también pasamos por Abi, una de sus pedanías.


            Pues vamos con ello, que hay mucha tela que cortar. Salimos de la mismísima puerta del ayuntamiento, cuya sede la tiene el municipio en la llamada Colonia, que emergió a raíz de la construcción de la, centenaria ya, central hidroeléctrica, recordado porque era aquí donde se recogían los dorsales para el medio maratón de Seira-Benasque, en el que participamos a lo largo de ocho ediciones a caballo entre un siglo y otro. Pero a lo nuestro. Saliendo, como decimos, de la puerta del ayuntamiento, se va callejeando en busca de las piscinas, cuyo sendero pegado a la valla tomamos hacia arriba, para cambiar de rumbo justo antes de unas piedras, continuando por el sendero de la izquierda, que nos lleva a una bonita vereda entre campos, dejando a la derecha la casa Mesón.


            Salimos al GR 15 (et. 2), que cruzamos para ir a la carretera local de Abi, y que tomamos unas decenas de metros hasta llegar a un enorme pedrusco de conglomerados, la roca Pedro la llaman. Inmediatamente después, sale a mano izquierda un camino de viejo que nos va subiendo hasta llegar a las proximidades de la pedanía, justo al lado del cementerio, con la parroquial de san Miguel, que visitamos, como ya lo hicimos hace pocos días. Tomamos la fuerte cuesta encementada para subir al casco, donde nos sorprende la casa Peret, en pleno proceso de restauración. Antes de continuar la ruta, aún nos bajamos unas decenas de metros para ver el lavadero. Volvemos sobre nuestros pasos para subir por las escaleras al costado de dicha casona, terminando en el final de la carretera, y con ello en el mirador, con sus extensas vistas sobre el valle y el de Barbaruens, a las faldas del macizo de Cotiella, cuya cumbre ascendimos para el libro 100 cimas, 100 paisajes. Aragón comarca a comarca (Prames 2018).







            Entre la instalación de una antena de telecomunicaciones y la evidente pista, sale un ancho camino, que tomamos hasta llegar de nuevo al GR 15, para seguirlo a la derecha, dejando atrás el mesón Rufat. Algo más de una hora hasta aquí. Con paciencia, vamos recorriendo la pista como unos cuarenta minutos, habiendo pasado por un desvío que, con tablilla reciente, indicaba a El Run, y que lo dejamos pasar, ya que no sabemos si se ajusta o no a nuestro recorrido. Al cabo de los cuarenta minutos citados, abandonamos el GR 15, que va, o viene, según le dé, de Gabás, tramo del Circuito Puerta del Valle de Benasque, que ya recorrimos el año pasado. Aquí seguimos las indicaciones para ir en busca del PR-HU 50 a Castejón de Sos por el congosto de Ventamillo. Al poco encontramos otra tablilla reciente que indica a Seira por sendero, de modo que pensamos que aquí hubiéramos salido de haber tomado la anterior. Pero eso es agua pasada.








            Seguimos, y ahora comienza quizá el tramo más bonito de todo el recorrido, el tránsito por el alero izquierdo del congosto. Hora y veinte minutos de auténtico disfrute contemplando, a vista de pájaro, el gran tajo que el río Ésera ha sido capaz de labrar durante miles, millones de años. Poco a poco vamos bajando hacia el nivel del lecho del río, pasando antes por un precioso tramo de pinar, que invita a hacer un alto y echar un bocado. Salimos de él y cruzamos el barranco de Gabás, para continuar por una vereda dejando a la izquierda unos edificios y la pista que desde el puente llega hasta ellos. Se cruza el puente y ya estamos en El Run, al cabo de tres horas y tres cuartos desde el arranque. Se cruza la carretera y, callejeando, se saluda a la parroquial de san Aventín. Enfrente, la calle Lafuente, por la que nos dirigimos a ella, a la de los siete caños, junto al albergue.










            Dejamos ya atrás esta población, perteneciente al municipio de Castejón de Sos, para continuar con nuestra ruta, porque nos queda el regreso. Nos acercamos a visitar la ermita de la Virgen de Gracia, de singular construcción, con elementos lombardos y una torre que sobresale del tejado. Volvemos a nuestro camino para, tomar al poco un sendero a mano izquierda que, en tres cuartos de hora, y a través de un incesante zinzagueo, salva más de 250 metros, hasta alcanzar la pista que une Chía con Seira, que seguimos ya un buen rato. A los cinco minutos, no debe despistarnos un camino que sale subiendo por la derecha, y seguimos por la pista. En otros diez minutos, y sin indicación alguna, en una zona llana de erizones sale un estrecho sendero que, en pocos pasos, conduce a un espléndido mirador.






            Volvemos a la pista que, por dos ocasiones consecutivas, nos ofrece desvíos, tomando el de la izquierda en ambos casos. Se deja a la derecha la Fuen dels Escanarells, de reciente remodelación. Unos campos a la izquierda, con los restos de una cabaña en la entrada. Se toma un sendero a la izquierda, que nos devuelve a la pista, con un recinto ganadero. Al poco, un sendero a la izquierda que, desde aquí, nos lleva ya, en una hora, a la ermita de la Piedad, que también visitamos recientemente en la ruta de la Cazanía. Constatamos en este tramo de vuelta por encima del congosto, en cuanto a las vistas, no tiene comparación con el de ida. Ya solo nos queda bajar al GR 15 (et. 3), junto a la Cruz, y seguirlo para llegarnos al pueblo viejo, salir de él por la calle camino Paco y, por un corto tramo de carretera local, subir a la Colonia, casi enfrente del punto de partida. 














            Bonita circular, señalizada por la comarca de Ribagorza, a la que le hemos dedicado 7 horas y 45 minutos, habiendo ampliado el bucle para subir hasta Abi, recorriendo en total 19,4 km, y salvando un desnivel acumulado total en torno a los 945 m D+/-.


Bibliografía:

Por el Pirineo aragonés (rutas del Sobrarbe y Ribagorza). Cayetano Enríquez de Salamanca. El autor (1974)

Web:

Senderos FAM  

Descubre Huesca

Románico aragonés  

Comarca de Ribagorza  

IGN  

Wikiloc  

RAE 

Geamap  

Hijo de la Tierra  

El Pirineo no se vende  






Las fotos y el track

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