viernes, 29 de marzo de 2013

Sector Norte Ultra Trail Jaca 1/3

ENTRENOS
Sector Norte Ultra Trail Jaca 1/3
Martes, 26 de marzo de 2013



            Hay que ir ya fijando definitivamente el trazado del Ultra. Hemos programado tres días alternos de esta semana para recorrer todo el trazado y dejarlo ya definitivo. Hoy toca el que damos en llamar Sector Norte, que aglutina el nordeste y el noroeste. Sigue el tiempo inestable, como corresponde a la recién estrenada estación. Borrascas que van llegando una tras otra a nuestras latitudes y que no es fácil de pronosticar cuándo las tenemos encima y cuándo nos van a dar una tregua.

            Salvo casos extremos, en montaña siempre decimos que “ante la duda hay que salir, y
Portada principal de
la Catedral de Jaca
luego si eso ya veremos”. Pues bien, es lo que hacemos. Algo pasadas las nueve y media de una mañana que no tenemos muy claro cómo nos va a tratar, salimos con el amigo Michel desde la misma puerta de La Ciudadela, ya que se trata de hacer fielmente el recorrido del Ultra.

            Comenzamos, y lo hacemos cruzando el paso de peatones, aunque no está justo enfrente de la puerta, para pasar a la calle Santa Orosia y rendir culto visual a la portada principal de la catedral. Plaza de la Ripa, de Biscós, y Avda. Escuela Militar de Montaña. Al llegar a las naves de Agromán comienza ya la rampa que, pasando por el Hospital, nos lleva sobre asfalto al arranque de la senda que sube el monte Rapitán, recientemente recuperada. En poco más de media hora llegamos a una caseta que alberga información sobre la construcción del fuerte, al que enseguida llegamos y rodeamos para disfrutar de las vistas que nos ofrecen su cara norte sobre el valle y las montañas que lo cierran al norte.

Delicioso paseo por el monte Rapitán
            Se pasa junto a un horrible edificio de apartamentos, fruto de la falta de sensibilidad y del todo vale de tiempos pretéritos, y de unas antenas de comunicaciones, para adentrarnos en un delicioso bosque que cubre la loma de este monte, y que entre quejigos y bojes nos transporta por místico sendero hasta el extremo más oriental de la misma. Desde aquí damos vista a la pequeña población de Ipas, hasta la que no llegaremos, pero sí hasta el fondo del barranco que media entre la corona donde está situada y nosotros. Descenderemos el monte Rapitán hasta el mismo seno del barranco, como decimos, para posicionarnos ya en una pista que nos subirá, con bastante desnivel, hasta el collado, al que llegamos en poco menos de hora y media desde la salida.

Restos de la iglesia de Bergosa
            Estamos a los pies del Albarún, en su falda que da a poniente. Continuamos por la pista hacia el norte, y a menos de media hora sale a nuestra izquierda una senda, con un arranque muy poco visible si no se va en su búsqueda. Es como si quisiera seguir en el anonimato. Hay veces que los caminos son así, callados, discretos, que se hacen a rogar, y como éste, poco transitado y que quiere seguir siéndolo. En otra media hora nos presentamos en la parte alta de Bergosa, un pequeño pueblo, hoy abandonado, con la mayoría de casas espaldadas, y que hay quien se empeña en ir levantando para usos lúdicos. Pasamos junto a la iglesia, custodiada por San Saturnino, y que es el edificio que aun estando medio derruido, mejor se conserva del pueblo. Sus piedras del siglo XII así lo atestiguan.

Reconstrucción de las orillas
del río Aragón, en Castiello
            El Plan Hidrológico de Bergosa, que les gusta decir a los paisanos, consiste en una manguera que arrima el agua desde la fuente, a la que nos dirigimos. Se trata de un rincón restaurado, con muy buen resultado. Enfrente se sitúa el antiguo lavadero, donde justo sale la senda que, entre zarzas propias del abandono de la ganadería extensiva, nos lleva hasta el bosque de pino repoblado, como toda Garcipollera, y que nos baja hasta el seno del río Ijuez, al que tenemos que acompañar en sus últimos metros hasta casi su rendición al Aragón, junto a una pasarela de madera, recientemente construida para facilitar el paso a peregrinos y paseantes por el Camino de Santiago. Hasta aquí, tres horas.

Bergosa, desde las ruinas de la
ermita de San Bartolomé
            Por dicho camino nos dirigimos hacia el norte hasta Castiello, a donde llegamos en diez minutos. Rodeamos la Urbanización Santiago para cruzar la carretera por el paso de peatones y meternos ya en la pista junto al barranco del Cagico, para dejar a nuestra izquierda los llanos de Plandigüé y seguir subiendo por ásperas lazadas hasta lo alto de la sierra de Angelé, no sin antes pasar por el desvío que nos ofrece entrar en pocos pasos, a las ruinas de la ermita románica de San Bartolomé.

            La llegada a lo alto de la loma, no sólo nos servirá de respiro, de coger aire, de cambiar de ritmo en definitiva, sino también nos permitirá echar la vista al norte para contemplar las montañas del eje pirenaico, unos macizos todavía adolescentes en su dimensión, pero que no dejan de mirar hacia sus hermanos mayores, hacia esos tresmiles que también podemos apreciar hacia levante. Y un fondo de valle, modelado en épocas glaciales, y que ha acogido a lo largo de los últimos siglos a unas poblaciones cuyos habitantes han tenido que adaptarse a las duras condiciones de la vida montañesa.

Camino para subir al Grosín
            Si ya hemos descansado un poco con estas y otras reflexiones, podemos seguir. Estamos a cuatro horas y media desde la salida de Jaca, y el trazado gira bruscamente al sur para seguir pellizcándole el lomo a esta sierra, que hace divisoria entre los valles del Aragón y de su subsidiario Lubierre, en cuya cabecera tenemos Borau, que también veremos. En veinte minutos de pista llegamos a una barrera para el ganado, junto a la que sale la senda que nos cambia el ambiente por el que venimos y en diez minutos nos sube a la cima del Grosín, desde cuyo vértice geodésico se nos ofrece una impresionante panorámica a 360º de todo nuestro entorno. Cinco horas desde Jaca. Veremos ampliada la vista que estamos dejando atrás sobre el Pirineo; veremos el Campo de Jaca; veremos el Cuculo, avanzadilla de la sierra de San Juan de la Peña, a donde nos dirigiremos; veremos también la imponente Peña Oroel, a la que también llegaremos, si el cuerpo aguanta… que aguantará; y todas las sierras exteriores pirenaicas, como Guara, Monrepós, Riglos, Rueba… Y cómo no, el monte Rapitán, del que ya podemos estar orgullosos de haberlo dejado atrás.

Barranco de Castelillo
            Descenderemos este monte por su vertiente sur, por la solana, por una senda que no tiene nada que ver con la de subida, es más seca, sin arbolado que nos proteja, pero pronto llegaremos a la pista, que en un brusco giro a poniente, nos llevará hasta las ruinas de unas cabañas. Cinco horas y media. Aquí sale otra senda que emboscada desciende por el barranco de Castelillo, y que tras unos pasos por un ancho cortafuegos nos deja en las ruinas de una extensa finca, y que siguiendo la pista de la izquierda, llegamos hasta la que une Caniás con Jaca. Otro brusco giro hacia el este para bajar hasta el fondo del barranco y volver a subir otra corona por una senda, que nos vuelve a dejar en otra pista que nos lleva ya a Guasillo, núcleo habitado por nativos y agregados, con iglesia románica bajo la advocación de San Adrián.

Iglesia de Guasillo
            Seguiremos la pista, hasta llegar a una carretera local asfaltada que en pocas decenas de metros nos llevará a Asieso, otro pequeño pueblo perteneciente al municipio de Jaca, que también goza de iglesia coetánea a la mayoría de la redolada. Ésta reza a San Andrés. Por una senda que discurre por una divisoria nos acercaremos hasta la carretera de Aísa, que cruzaremos para bajar al puente de San Miguel por un corto tramo de circunstancias. Puente de San Miguel, decimos, por el que pasaremos saboreando su pasado. Si sus piedras hablaran…

            Como siempre, al cruzar un río toca subir, y lo hacemos hasta llegar al llamado Rompeolas, el extremo norte del parque de Jaca. Tomaremos el Camino de Santiago, urbanizado por aquí, para llegar a las traseras del cuartel, a cuya puerta principal hemos de llegar, no sin antes rodear el flamante edificio que construido recientemente alberga el IPE (Instituto Pirenaico de Ecología), que dependiente del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) no cesa en sus labores científicas como observatorio del clima y del comportamiento de los seres vivos ante sus incesantes cambios, entre otras cosas, claro.

Puente de San Miguel
            Bien, pues por hoy hemos terminado, aunque para el día de la carrera estaremos en el primer tercio, más o menos, del recorrido. Pasaremos por el cuartel de La Victoria en el que se ubica el Regimiento de Cazadores de Montaña Galicia nº 64, que en honor de su 453 aniversario, la Asociación Cultural y Deportiva Cazadores del Galicia organiza esta prueba, que recordamos va a ser el I Campeonato de Aragón de Ultra Trail FAM 2013.

            Hemos dado los tiempos como una referencia, pero hay que tener en cuenta que es lo que nos ha costado a nosotros que, desde luego, no nos caracterizamos por estar en las élites de esta disciplina. Hemos hecho las paradas necesarias para realizar nuestro cometido. Siete horas y media, hemos invertido en recorrer los 34 kilómetros y medio, con 1.684 metros de desnivel acumulado ascendente y 1.685 de descendente. 


            El reportaje completo de fotos, en:

Y el track, en:

Para cualquier otra información de la prueba, en:




XIII Triatlón Invierno Ansó

XIII Triatlón Invierno Ansó
CP Mayencos
Domingo 24 de marzo de 2013

              Tener lo justo y saberlo administrar. Esa es la virtud. Para entrenarnos en eso de la gestión de los recursos, la meteo nos brinda cada invierno su particular situación. Tan malo es tener poca nieve, como mucha. Este invierno ha sido generoso de lo más, y también nos ha causado quebraderos de cabeza a la organización de este 3 en 1, de este duro deporte que reúne tres disciplinas, y que en esta época del año son correr, bicicleta y esquí de fondo. Estamos hablando del triatlón, que si en general no es muy conocido, el de invierno lo es todavía menos.

            Trece, y van trece, las ediciones que lo venimos desarrollando en Ansó, villa
Casa típica de Ansó
altoaragonesa por la que no podemos pasar de puntillas, ya que es mucho lo que encierran sus cuatro letras. De entrada, para situarnos en sus dimensiones, podemos decir que posiblemente sea uno de los municipios más extensos del Pirineo con un solo núcleo de población. Su historia está enraizada en el Medievo aragonés y entrelazada en la construcción del reino.

Geográficamente situada en punto fronterizo ha sido plaza codiciada por unos y otros, siendo objeto de derechos y privilegios por distintos reyes. Ha tenido, estando algunos todavía en vigor, tratados de paz, amistad y colaboración, llamados facerías, por los que se iban dibujando los derechos de ansotanos y vecinos para la explotación de pastos y demás recursos naturales. Hoy en día, junto con el vecino municipio de Fago, forma parte de la Mancomunidad Forestal de Fago-Ansó, que realiza la gestión de los recursos, correspondiendo 1/5 parte al primero, y las 4/5 restantes a Ansó.

Peña Ezkaurre, en las puertas de Zuriza
Ubicado a orillas del río Veral, que vierte al Aragón en la Canal de Berdún, a 860 metros de altitud, goza de un amplísimo territorio. Los límites del municipio copan 50 kilómetros de frontera con Francia. Los extremos del eje este-oeste son Candanchú (perteneciente al municipio de Aísa) y Navarra. El eje norte-sur está delimitado por el cauce del río Veral, formado en Zuriza por los caudales de los barrancos de Petrechema, que viene de Linza, y el de Petreficha, que lo hace por Taxeras. Partiendo de Ansó, y tras subir 13 kilómetros abrazados al río, éste se estrecha en el llamado achar de Zuriza, un congosto propiciado por las calizas del lugar que se rinden ante la fuerza de las aguas, teniendo al viento como aliado para la forja de las peñas Ezkaurre y extremo occidental de Alanos, por cuyos pies discurre. El viento y el agua, verdaderos cinceles del paisaje. También debe ser así en los humanos. Si el aire corresponde al ámbito de los pensamientos, y el agua al de los sentimientos, éstos son los llamados a doblegar a nuestro paisaje, a nuestra voluntad.

  Pero estamos en Zuriza, no lo olvidemos. Este inesperado lugar, cada vez que lo
Sierra de Alanos, desde el arranque
de Tacheras
visitamos, nos recibe con recuerdos de hace años, muchos años, recuerdos en blanco y negro, recuerdos asociados a bulliciosas tardes de verano en un campamento juvenil, a tremendas tormentas, a dañinas granizadas, a tiendas de campaña por los suelos en vísperas de recibir a los padres en el Día de la Familia, y a retorcidos mástiles abrazados al fuego de la fragua para enderezarlos en la Casa Cuartel de la Guardia Civil, en lo que hoy es el camping.

Iglesia de San Pedro de Ansó
(foto de Wikipedia)
 Ansó tiene actualmente una población inferior a 500 habitantes, pudiendo disfrutar de un casco urbano extraordinario, debido a su escaso y ordenado desarrollo urbanístico. Sienta bien, sí, sienta bien un relajado paseo por sus empedradas calles para saborear esas imágenes de los rincones típicos de casas montañesas, de piedra, madera y pizarra, con robustas chimeneas y balcones corridos con profusión de flores, formando un conjunto que aún pervive al paso del tiempo, y que se ha hecho merecedor del título de Bien de Interés Cultural el 7 de marzo de 2006 por el Gobierno de Aragón. Destaca la parroquial de San Pedro, de recia fábrica, y con origen en el siglo XVI; también alguna vivienda fortificada en el casco urbano.

Desde hace casi treinta años se viene celebrando el Día de la Exaltación del Traje Ansotano, en el último domingo de agosto, en el que los ansotanos se afanan en rebuscar en arcones y armarios las vestimentas de sus antepasados para lucirlas ante los visitantes. Fiesta declarada de Interés Turístico Nacional recientemente.

Pero vayamos con el aspecto deportivo, en el que este año ha convocado a un
Montando los boxes en Ansó
centenar de participantes, que como la organización, han estado pendientes hasta última hora de si se iba a poder celebrar o no. Cuando decimos a última hora es literal, porque poco antes de las nueve de la mañana es cuando recibimos el consentimiento de la Guardia Civil, que hasta entonces emitía instrucciones contradictorias a las autorizaciones concedidas por la DGA. Bien se vale que habíamos contemplado un plan B, que no fue necesario desplegar.

El sábado lo empleamos en contactar con Félix, el alcalde, y con Jesús, que sin su inestimable ayuda no hubiera sido posible la consecución de este evento. Junto con la Asociación Deportiva Linza ponen recursos humanos y materiales a disposición del buen desarrollo del triatlón.

Enorme cantidad de nieve en el circuito
En lo meteorológico, la mañana está indecisa. Lo cierto es que desde hace unos días los pronósticos han ido mejorando a favor del buen tiempo. No obstante, las borrascas van y vienen. La carretera limpia. Zuriza con sus mejores galas, que se van acrecentando conforme se va llegando a Linza, a donde llegamos para revisar el circuito, un circuito auténticamente extraordinario, en el incomparable marco de este extenso hayedo. Beni y su equipo en el refugio, y Eloy trabajando la nieve, nos reciben con entusiasmo y esperanzados de que vaya a poder realizarse finalmente la prueba.

Bajada a Ansó, a comer, a preparar la transición de correr a bici en el camping, y al
Cerco de vida
salón del cine, que alberga el Centro de Interpretación de la Naturaleza, para acoger a los participantes en la entrega de dorsales, concluyendo con la charla técnica. Y a dormir, que mañana hay que madrugar.

Efectivamente, a media luz todavía, y con un cielo enrasado, salimos hacia el cine para cargar en la furgoneta los esquís y demás material de los participantes y subirlos a Linza. A continuación, al camping a dar los dorsales que no fueron entregados ayer. Y poco más de las nueve de la mañana son cuando partimos hacia el circuito. Se da la salida a las diez, una salida de corredores que dan corriendo tres vueltas por el casco, para acto seguido coger la bici y subir hasta Linza, donde la cambian por los esquís y se deslizan por el circuito.

En la T2, Linza
El despliegue de voluntarios es importante, tanto en el circuito pedestre en Ansó, como a lo largo de los veinte kilómetros de bicicleta, como sobre nieve. Es Campeonato de Aragón y de la Comunidad de Madrid. En 1:45:08 llega Raúl Roda, del Hiruki Valle de Egüés Triatlón, el primer corredor. En 2:17:01 lo hace Anays Tommy, del C. T. Diablillos de Rivas, la primera fémina. Ambos de la Clasificación Absoluta. En cuanto al Campeonato de Aragón, los llegados en primeras posiciones fueron Jesús García, del Duatlón Foncasa Calatayud, que completó el recorrido en 1:55:52; y Raquel Abián, del Club Triatlón Europa, en 3:12:34. Y por la Federación de la Comunidad de Madrid, los campeones fueron Antonio Cascos, en 1:52: 0; y Anais Tommy, en 2:17:01. Por clubes, ganó Hiruki Valle de Egüés Triatlón, seguido de Mayencos Brico-Jaca Triatlón, organizador de la prueba.

Llegada de Anais, la primera fémina
Conforme van llegando los participantes, a lo largo de la mañana, se les van recogiendo las bicicletas y bajando a Ansó, en donde las recogerán a la hora de comer. Una comida a la que vamos acudiendo todos. Los paisanos se afanan en ofrecer unas buenas migas montañesas y viandas a la brasa, todo ello en el trinquete, ese pequeño frontón cerrado característico de la zona. Como colofón la entrega de trofeos y un sorteo de regalos.

Llueve, y lo viene haciendo justo desde que hemos terminado de recoger allá en Linza, de la que nos hemos despedido hasta el año que viene para esta prueba, pero que esperamos volver a ir antes en cualquier otra ocasión, no importa cuál.

Bien, cada mochuelo a su olivo. Despedidas y agradecimientos a Ansó, personalizados en Félix Ipas, el alcalde, que aglutina las mejores voluntades de sus paisanos para que esta prueba salga adelante año tras año.



            El reportaje completo de fotos, en:

Si queréis más información sobre la prueba, en:

Y si lo que queréis es disfrutar de Ansó, sus gentes y sus valles, en:




martes, 19 de marzo de 2013

Aries

Aries
20.mar.13 11:02
19.abr.13 22:03
(hora solar)


              Aries. Primer signo del ciclo. Primer signo, también de la Primavera. Y vuelta a empezar con la Rueda de la Vida. Mes de fuego. La fuerza expansiva solar vuelve a predominar sobre la del agua de Piscis. La savia sube con fuerza a las extremidades aéreas de las plantas y se produce la germinación. No en vano, en el Calendario de la Revolución Francesa, se le denomina Germinal. Se produce pues un auténtico estallido de energía y de fuerza vital, adormecido durante los últimos meses, y que ahora inunda el espacio abierto. Es la vida la que se ofrece a la vida. Es el verdadero milagro de la Vida.

                Como decimos, este mes corresponde con el elemento fuego, que pertenece al mundo de la luz. La Luz fue el inicio de todo lo creado, y por eso encabeza la rueda zodiacal. En este mes, los rayos actínicos suben de nivel con mayor brusquedad que en los restantes meses del año. Es por eso que en la primavera, con la potencia bioquímica de la luz retorna la vida, resucita la naturaleza, despierta de su letargo invernal. En el mundo animal, la vista (sentido de la luz y del color) recupera predominio y es el ductor sensorial que intensifica en el ser vivo la alegría de vivir, reflejo del medio ambiente que adquiere su polícroma brillantez.

                Durante este mes de Aries, el baño de luz y la educación visual tienen más importancia que durante el resto del año. La cabeza, extremidad superior del cuerpo, corresponde a lo que en el reino vegetal son los puntos germinativos, y por eso la actividad mental y la nutrición del cerebro requieren la mejor disciplina.

                El día de la semana es el martes. Su correspondencia cromática el rojo. La nota musical el Do, en clave de Sol. En mineralostática (equilibrio a través de los minerales) adquiere relevancia el fosfato cálcico, de acción eritropoyética; y en metaloides, el calcio y el flúor, hallados principalmente en huesos, esmalte dental y fibras de los vasos venosos y arteriales.

                Aries está representado mitológicamente como un carnero, elevado por Zeus al firmamento, y son generalmente de constitución fuerte, con grandes reservas de energía y con excesivo ardor puesto en sus empresas, de modo que si no salen como ellos quieren, se acentúa la impaciencia y los contratiempos, irritando su sistema nervioso y produciendo agotadoras decepciones. El regente Marte le da ese impulso batallador y guerrero que si no es capaz de controlar puede traerle problemas neurológicos, incluso gástricos.

                En heliostática (equilibrio por el sol) es el mejor mes para baños de sol en la cabeza, que es la parte que mejor tolera los rayos ultraviolados y que más se beneficia de ellos. Al contrario que los pies, el extremo opuesto, más necesitados de los caloríficos o infrarrojos. Lo mejor para ello es tomarlos a las primeras horas solares, y todavía mejor si van acompañados de ejercicio que favorezca la sudoración. Los nacidos en este signo serán los más beneficiados de ello. Así es que ya sabéis, a trotar por el monte.

                Aries es el hogar de Marte, el planeta de la energía dinámica, y signo de exaltación del dador de vida, el Sol, de ahí que sea una verdadera fuente de vitalidad, como se manifiesta en el brotar de millones de semillas que todos los años rompen la corteza de la tierra, y con ímpetu sobresalen por el manto nivoso, convirtiendo el blanco del invierno en un tapiz verde de innumerables tonalidades, que albergará una paleta de hermosos colores que atraerán a insectos y pequeñas aves y les impulsarán al inicio de un nuevo ciclo reproductivo.

La personalidad está representada por un yunque, símbolo de tenacidad, voluntad, progreso y capacidad empresarial. La misión que tienen en la vida es la de “iniciar”, y para ello traen de serie las siguientes características predominantes:

            Carácter emprendedor, con mente vigilante; disposición generosa y determinada; sentido práctico y capacidad para dirigir, son líderes natos; disposición intrépida, tirando a desafiante; impulso rápido y persistente; expresión elocuente; afectos sinceros y ardientes; ánimo esperanzado y siempre dispuesto para el combate; pasiones irascibles y hasta violentas. De espíritu aventurero e iniciador; emprendedor, valeroso; directo en el trato. Como decimos siempre, exponemos lo mejor del catálogo, lo mejor de las influencias planetarias, estando en cada uno el análisis sincero de nuestra situación para comprobar nuestro mayor acercamiento o alejamiento a los valores.

                Esta gran fuerza vital encuentra también su expresión en los hijos de Aries, que vienen saturados de vida y de energía tal que a menudo no es fácil contenerla. Los padres Aries, a menudo influyen, no siempre positivamente, en el desarrollo escolar de sus hijos, debido a ese espíritu excesivamente competitivo. Estimular sí, pero hay que estar siempre pendiente de no sobrepasar el ritmo de los hijos. Los niños Aries están llenos de energía y vitalidad, resultando molesto para los padres que no lo canalicen en actividades de su agrado. Los profesores podrán hablar de ellos con términos como pereza, despiste, falta de atención, y podrá ser cierto, pero en asignaturas poco interesantes para ellos, siendo al contrario frenéticamente dedicados a las que sientan mayor simpatía.

                Como resumen, aprovechémonos todo lo posible del beneficio que constituye el realizar largos paseos por el medio natural, para aprovecharnos de la ingente cantidad de prana, de esa energía positiva que se renueva anualmente y de la que debemos de formar parte para regenerar nuestra salud, tanto física como psíquica.

                Bien amig@s. Así son ell@s y así hay que quererl@s. Muchas felicidades a l@s Arian@s y que este tránsito os sea propicio a tod@s vosotr@s.

                 Este es el comienzo real del año. Así es para los que siguen esta cosa de los ciclos naturales, de modo que es el tiempo de los buenos deseos y de las buenas intenciones, de hecho también la luna la tenemos favorable para ello, que va de crecida. Feliz Año Nuevo a tod@s!!!


                Las lunas de este mes de Aries, son (hora solar):
·         Llena, en Libra.                           Miércoles, 27 de marzo, a las 09:28
·         Menguante, en Capricornio       Miércoles, 3 de abril, a las 04:38
·         Nueva, en Aries                          Miércoles, 10 de abril, a las 09:36
·         Creciente, en Cáncer                Jueves, 18 de abril, a las 12:32


viernes, 15 de marzo de 2013

Jaca y los Cazadores del Galicia


JACA y los Cazadores del Galicia



                Jaca. No nos será fácil encontrar tanto contenido en tan pocas letras. Jaca. Pregúntale al río, sí. Pregúntale al río Aragón, que extendió su nombre al territorio, de piedra gélida en sus orígenes glaciales, que nace en su término, y que en el transcurso de los últimos milenios ha visto correr por su lecho las mismas aguas que van y vienen, que siempre vuelven porque aquí se encuentran a gusto, porque aquí encuentran su paraíso. Pregúntales qué han visto, qué han oído, qué han sentido cuando han abandonado el entremón del congosto valle que forman estos montes, estas sierras interiores de la gran y hermosa cordillera pirenaica, y se han topado con estas tierras ensanchándose a placer. Pregúntales qué les susurraban los cascos de los caballos íberos, celtas y vascones que en su eterno batallar contra las tribus “iakketanois” no cesaron de dejar sus huellas. Summus Portus, rebajado por los romanos antes de Cristo, ya fue testigo de su presencia para ocupar “Iacca” y a sus “Iaccetanis”, con su calzada que fueron abriendo hasta CaesarAugusta, y de la que nos quedan buenos tramos empedrados. Luego los visigodos, los francos, árabes, judíos y cristianos. Todos. Sí, todos en esas cuatro letras.

Convento de las Benitas (foto de
labitacoradejenri.blogspot.com)
         Pero pregúntale a los montes, pregúntale también a esos montes que siempre han defendido estas tierras, beneficiadas por esos cielos abiertos destino de plegarias por tantas y tan diversas tribus que han ido dejando su impronta a lo largo de los siglos. El monte Rapitán, que protege a Jaca por el norte. El Albarún, que protege al anterior y que hace divisoria con la Garcipollera. El Grosín, que se aúpa en la sierra de Angelé para ser bien visto también desde el vecino valle del Lubierre. Y qué decir de la Peña Oroel, auténtico símbolo jacetano, reina indiscutible del término, como un barco varado con la imponente proa hacia los impenitentes cierzos, que jamás ha dejado de mirar, no sin cierto grado de envidia, esas cumbres nevadas cercanas donde el Pirineo decide comenzar a auparse, decide ponerse de pie para mostrar sus mejores galas. Desde que se destetó en el Cantábrico lo viene anunciando, y aquí se hace adulto.


Monasterio Viejo de San Juan de la Peña
(foto de www.rednaturaldearagon.com)
                   Continuando ese cordal hacia el W, e integrado hoy en día en un único espacio natural protegido, tenemos las sierras de San Juan de la Peña, una gran masa de conglomerados, como su historia, abrazada a los primeros compases medievales entre mitos y leyendas; cuevas, abismos y anacoretas; testigos privilegiados, escenarios únicos de la reconquista, cuna del Reino de Aragón. Aún se pueden oír sus voces, las de los monjes pinatenses, los monjes negros les decían, por sus primigenios hábitos cluniacenses, que surgieron en su tiempo, que resurgieron del frío y del fuego y que cuidaron estos lugares enterrando nobles y reyes, que les dieron poder y lugares en la tierra mientras ellos los buscaban en el cielo. Verdadero trampolín para la expansión del reino por el territorio jacetano, y más allá, haciendo retroceder las cercanas líneas de la Marca Superior de al-Andalus.

Ajedrezado jaqués en un ábside
lateral de la catedral de Jaca
(foto de ww.romanicoaragones.com)
                Jaca. Pregúntale de dónde viene. Pregúntale quién la recuperó de las garras infieles. Te hablará del S IX, te hablará del Condado de Aragón, te hablará de Sancho Garcés I de Navarra y de su sucesiva dinastía, hasta que en 1077, Sancho Ramírez la dotó de un régimen jurídico pionero en su tiempo, el Fuero de Jaca, que garantizaba derechos de igualdad y libertades, poniendo en valor las florecientes actividades agrícolas, ganaderas y mercantiles para realizar intercambios con los vecinos valles bearneses y gascones del otro lado de la cordillera, mientras por el sur se iba diseñando la reconquista. Mandó construir la Catedral de San Pedro, que alberga parte de las reliquias de Santa Orosia, mártir de la antigüedad. La hasta entonces Villa pasó a ser Ciudad al dotarla de Sede Episcopal, porque el obispo no podía ser villano. Pregúntale al románico jaqués, exportado por sus maestros canteros a una buena parte del territorio por el místico cauce del Camino de Santiago.  También te hablará de moneda y medida propias.

Sierra de los Alanos, en el Parque
Natural de los Valles Occidentales
                Sancho Ramírez, hombre preclaro de la época, que buscó alianzas en la Santa Sede para esa reconquista, que fue alejando a Jaca de la importancia de esos primeros tiempos, desplazando el punto de gravedad hacia las tierras del Ebro. Esa tranquilidad fue el caldo de cultivo para su expansión y modernización en el tiempo, teniendo que ser dotada de la infraestructura necesaria para el incesante paso de comerciantes y peregrinos. Los monjes benedictinos se dispersaron, pero no así las monjas de Santa Cruz de la Serós, sí de la Serós, de las Hermanas, que refundaron su comunidad entre los muros del convento en el extremo este de la calle Mayor, y que alberga el sarcófago de Doña Sancha, hija de Ramiro I, primer rey de Aragón, verdadera joya del románico. Historias, mitos y leyendas forman una nebulosa que cubre la famosa batalla de la Victoria, que nos habla del triunfo contra los musulmanes, que nos habla de campesinos y de campesinas, de espejos y de reflejos, de raza, de coraje y de resistencia.

Miniaturas militares, en la Ciudadela
(foto de v.labrujulaverde.com)
                Jaca. Al pie de unos montes que le han imprimido el carácter fronterizo, siendo codiciada plaza por unos y por otros. Castillo de San Pedro, datado en el S XVI, y construido dentro de un programa de defensa de la muga con Francia, es una de las ciudadelas mejor conservadas de Europa, y que hoy en día alberga una colección de miniaturas militares única, con más de 32.000 figuras representadas en fieles escenarios de todas las épocas, y que hasta hace poco estuvo en el Fuerte de Rapitán, construido para darle cobertura estratégica.

Estación Internacional de Canfranc
(foto de primo.com.es)
                “Muy noble, muy leal y muy vencedora” son los epítetos que se ganó por Felipe V, el Borbón con el que se aliaron en Jaca durante la Guerra de Sucesión, en la que fueron asediados por las tropas del Archiduque Carlos, añadiendo la flor de lis a un escudo de armas cargado ya de una y mil victorias. Pregúntale. Sí. Pregúntale a esos pendones, a esos símbolos, porque también han hondeado en las guerras de la Independencia contra los franceses, y en las carlistas, y en los primeros estrapalucios contra la monarquía de Alfonso XIII, el mismo que inauguró la Estación Internacional de Canfranc, que languidece sobre sus vías, sobre unas vías que pasan por Jaca y que fueron el orgullo de las gentes que forjaron su carácter junto a estas montañas.

Puente medieval de San Miguel
                También habla el edificio que alberga el Ayuntamiento de Jaca, de los S XV y XVI, y lo hace del plateresco aragonés. Con los eruditos presume de los documentos que alberga, algunos casi milenarios. Del que más orgulloso está es del Libro de La Cadena, que recoge los fueros y privilegios de los que fue dotada la ciudad.  Al público en general le muestra en su entrada la campana de la cercana Torre del Reloj, obra coetánea, interesante muestra del gótico civil, empleada en múltiples usos desde su construcción, hasta cárcel fue, y que hoy alberga la Sede de la Comunidad de Trabajos de los Pirineos. De la época también, el puente de San Miguel, de postrero medieval, paso de peregrinos.

Castiello de Jaca
                Pregúntales, a tantos y tantos otros edificios y lugares representativos y que nos han traído la Jaca de antaño hasta nuestros días. A esa Jaca decadente en el sector primario, como todo el agro aragonés y español, pero floreciente en el de servicios, floreciente en un turismo que acerca a propios y visitantes a unos paisajes que nos hablan de aguas, de tierras, de aires y de luz; de unos habitantes que nos hablan de su amor por las montañas, de su amor por el entorno, de un entorno absolutamente privilegiado, absolutamente idóneo para la práctica de deportes que permiten estar en contacto con esa naturaleza que late, que fluye, que vive las cuatro estaciones con una sinfonía de colores, de sonidos, de fragancias, que viene hacia ti sin darte cuenta, que te atrapa. Pregúntale, sí. Pregúntale cómo lo consigue.

Fuerte de Rapitán (foto de www.flickr.com)
                A lo largo del recorrido del Ultra, oiremos nombres como Ciudadela, Rapitán, Ipas, Bergosa, Ijuez, Camino de Santiago, Castiello, Plandigüé, sierra de Angelé, Grosín, Castelillo, Caniás, Guasillo, Asieso, puente de San Miguel, cuartel de La Victoria, Forranchinas, Depuradora, Monte Guaso, Atarés, Mirador de San VicenteSan Juan de la Peña Nuevo, San Indalecio, el Viejo, Santa Cruz de la Serós, Atarés de regreso, Puerto Oroel, Calzada Romana, Pardina Moquito, Chupaceites, ermita de la Virgen de La Cueva, Peña Oroel, su cruz, las neveras, el Parador, San Salvador, el Polvorín, de nuevo la Calzada, barranco de Ballatás, llano de Aín, Baños, Escolapios, Plaza del Marqués de La Cadena, Ayuntamiento, Ciudadela, y La Victoria, si llegamos... que llegaremos. Sí, los oirás, y alguno más, o quizás no, depende, depende de cómo te vaya. Vas a recorrer estos senderos por los montes de Jaca, visitando lugares emblemáticos por los que vas a ir dejando tu sudor a lo largo del día y quizás también de la noche. Se trata de hacer un recorrido por la historia milenaria de Jaca, y por su geografía, esculpida por los vientos y por las aguas, por la tierra y por el sol.
Peña Oroel

Vas a pasar por solanas, en las que irás entre encinas, coscojas y quejigos, te acariciarán los bojes y los enebros, y lo intentarán las aliagas, sí, les gustan las piernas; y tus sentidos se llenarán de mentas y tomillos. Por las umbrías, aquí llamadas pacos, nos encontraremos con pinos silvestres, avellanos y serbales, y más escasos los ejemplares de haya, tilo, tejo, nogal, chopo temblón, almez, castaño, acebo, los maltrechos abetos y la rastrera gayuba. En la intimidad de los barrancos crecen las especies más hidro-dependientes, como chopos, sauces, fresnos, abedules o tamarices. Todo ello se dejará ver.

Cruz de Oroel (foto de
blog.aragonaventura.es)
No tanto los animales. Si vuelves para el otoño, podrás oír desde bien lejos la berrea de los ciervos en su reserva de caza de la Garcipollera. También habitan estos montes el jabalí, el zorro, el corzo, conejo, liebre, y demás alimañas como hurones, ginetas, tejones o garduñas, aquí llamada fuina. Mucho más fácil de ver serán las aves que te sobrevolarán, como el escaso quebrantahuesos, o el recuperado buitre leonado, o el alimoche, milano, diversos tipos de águila, cuervo, grajas, picapinos y una gran diversidad de pájaros de bosque. Todos ellos, mamíferos y aves, de sangre caliente, como la del corredor, como la tuya.

Pregúntale. Sí. Pregúntate por qué has llegado leyendo hasta aquí, por qué vas a encajar esta prueba en tus retos. Sólo hay una respuesta, porque la vida es movimiento, superación y entrega.


I Campeonato de Aragón de Ultra Trail FAM 2013. 
15 de junio.     OS ESPERAMOS!!!


95 kilómetros en 95 imágenes. Es el reportaje fotográfico, en el que podrás ver un mosaico de imágenes que muestran los monumentos más emblemáticos de Jaca y de la Jacetania, seguidos de fotografías que ilustran el recorrido: https://picasaweb.google.com/chematapia/UltraTrailCazadoresDelGaliciaJaca

Para cualquier tema relacionado con la prueba: http://cazadoresdelgalicia.wordpress.com/

Si queréis el trazado: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4461475



lunes, 11 de marzo de 2013

VII Carrera del Ebro

CARRERAS MONTAÑA
VII Carrera del Ebro
Domingo, 10 de marzo de 2013



            Séptima edición de esta singular prueba al norte de Zaragoza, combinando las áridas estepas de ese desconocido patrimonio del militar campo de maniobras de San Gregorio, con las fértiles vegas de Juslibol junto a la orilla izquierda del río Ebro. Séptima edición, decimos, con participación en casi todas las anteriores, y organizadas todas ellas por Unesco Aragón Deporte, una asociación de las Naciones Unidas en nuestra tierra para el fomento del deporte con fines solidarios en países en vías de desarrollo. Cuenta aquí con la colaboración del Regimiento Pavía nº 4, de la Brigada de Caballería de Castillejos II, que le da soporte logístico y organizativo. Todo ello coordinado por Jesús Arroyo, alma mater del evento.

Galachos de Juslibol (foto de urbanity.es)
            Juslibol, Castillo de Miranda, Galachos, Revuelta del Río… son términos acuñados en las runas de la memoria desde que se empezaban a revolucionar las hormonas por los bajos setenta, allá por mitad de la segunda década de vida, cuando las largas tardes de verano nos sorprendían muchos días por estos lugares, bueno, por los de entonces, porque no se parecen en nada. El río y los montes, sólo el río y los montes están en el mismo sitio. Los galachos eran de reciente formación. Lo hicieron a partir de la riada de enero de 1961, la mayor del S XX, que con sus 4.130 m/seg. propició en algunos tramos una anchura del río de 2,5 km, inundando la mayor parte de la huerta zaragozana. Al retirarse paulatinamente las aguas, se formaron los actuales depósitos, que conforman hoy en día un espacio natural protegido de más de 100 Has., bajo la tutela del Ayuntamiento de Zaragoza, al pie de los cortados de yeso que sostienen una vasta zona esteparia.

Ruinas del Castillo de Miranda
(foto de Wikipedia)
            Muy próximo, las ruinas del Castillo de Miranda, declarado Bien de Interés Cultural en 1949, por su valor monumental e histórico en la reconquista de España, concretamente en la de Zaragoza. “Deus lo vol”, Dios lo quiere, fue el grito de guerra de los cruzados, convertido posteriormente en el término Juslibol. Se dice que desde aquí partieron las tropas de Alfonso I el Batallador, allá por diciembre de 1118, para conquistar la entonces Saraqusta. Pero de mucho antes se han encontrado vestigios; de la I Edad del Hierro nada menos, son los hallazgos de cerámicas pulidas que acreditan la existencia de un pequeño núcleo urbano en el conocido como Cabezo de Miranda. Situado en el límite meridional de los montes del Castellar de Zaragoza.

Interior del estadio del CAD
            Reflexiones que van y vienen entreteniendo las neuronas, en un inconsciente acto de alejarlas de la realidad, que es el enfrentarnos de nuevo a esta prueba en la que han diversificado la distancia, pasando de 18 km, a los opcionales 14 ó 30. Y como estamos enrolados en el mundo ultra, pues está claro a cuál hay que acudir, pero eso sí, tomándonoslo como un entreno, o esa es la idea, aunque claro, luego te metes en carrera y ya se sabe… Encuentro con Olga, Xaro y Víctor que vienen de tierras jacetanas para unirse a la fiesta.

Antonio y Carmelo
            Bien. Mañana que ni pintada. Entrada en chiqueros. Visita a consigna. Al redil. Varios cientos de personas de ambos mundos, el militar y el civil, a la espera de la salida a esta prueba que pasa de la mayoría de edad de los 18k, a la madurez de los 30k., o a la pubertad de los 14k, pero que a nuestra edad ya nos tiramos por lo más madurito, no vamos a ir para atrás. Saludamos a Antonio y Carmelo, dos viejos amigos de este oficio.

Espectacular ambiente deportivo. Alea jacta est. Ahí vamos. Víctor se despide. Nos quedamos con Olga y Xaro. Salida del estadio. El tranvía nos mira con cara de asombro, es la primera vez; cuánto te queda mozé! Subida a Juslibol y entrada ya a este espacio público, de uso militar, el mayor de España y no sé si también de Europa. A disfrutarlo.

Continuos toboganes
            Continuos sube y baja por esta estepa del Castellar, inmortalizada en las coplillas de La Bullonera. Terreno seco, pero no reseco. Monte esponjoso, y romeros enseñándonos sin el menor pudor esos órganos florales que permiten perpetuar la especie. Los tomillos son más tardanos, necesitan más calor, como el que hacía en el arranque, pero que se va tornando fresco. El aire de norte hace acto de presencia y se encañona en alguna vaguada. Cuando toca corona es espectacular, la vista no da abasto para abarcar todo el territorio, que al estar libre de pastoreos y demás labores rurales campan a sus anchas, entre metralla y metralla, las especies esteparias.

Viejas construcciones pegadas a la tierra
            Primer avituallamiento, en torno al 8k. Primeros diez en 56 minutos. Bien, por debajo de la hora. Seguimos. Tanques, tanquetas, y demás vehículos militares jalonan el recorrido. Punto más alto del trazado, sobre el 11k, a partir del que se desencadena una serie de bajadas en las que se van las piernas. En el 15k, zona valle, el segundo avituallamiento. Continuamos por unas fuertes rampas, otro auténtico rompepiernas, que nos lleva al 20k, que lo pasamos en 1 hora 52 minutos. Se termina el segundo tercio, y hemos clavado el ritmo con el primero.

De regreso, convergemos con la 14k
            Dos horas diez desde la salida. Cuando hemos conseguido estirar tanto la carrera que te permite ir sueltecico por estos caminos, se nos une la tropa de la 14k, justo en el tercer avituallamiento. Un poco más y ya salimos de la alambrada para acercarnos al borde del escarpe, que tenemos que conseguir con la última puyada de la mañana. Bolos y más bolos entre los pies. Última vista aérea de la vega y de Zaragoza entera. Fuerte bajada a la pista de Juslibol a los galachos, y se acaba lo bueno. Se terminan las subidas y bajadas, se termina el aliciente, y viene el tedio del llano.

Los últimos compases junto al Ebro
            Quedan como 6 kilómetros. Nos metemos por las huertas hasta alcanzar la mismísima orilla del río, en la que abrazados ya a él continuamos el regreso con el aire de cola. Un río que baja grave, pleno, bravo, generoso, cumplido, en el que se reflejan las nubes que nos han estado acompañando durante la mañana, y que anuncian cambio de tiempo. Y en poco está ya. Los últimos kilómetros nos llevan a los alrededores del estadio, al que penetramos, y con el acostumbrado sprint llegamos a meta los tres juntos en menos de 2 horas y 50 minutos, habiendo cedido menos de dos minutos en estos últimos 10 kilómetros, sobre los anteriores.

            Media hora es la que lleva Víctor esperándonos. Suponemos que se le habrá hecho larga, también a nosotros. Hidratarse, descansar, estirar, y disfrutar del momento son los quehaceres que tenemos en los próximos minutos. Y lo hacemos. Gracias a todos. Una mañana distinta. Otra mañana diez. Y lo más importante, más kilómetros al coleto.

            ... y la noticia de última hora es que ha cazado la perrica... Olga ha llegado la segunda en su categoría. Enhorabuena!!!


El reportaje completo de fotos, en: