lunes, 20 de diciembre de 2021

XXX Belén Popular Mayencos Peña Oroel, bajo las faldas de la Cruz

 


MONS CON NIEU
XXX Belén Popular Mayencos
Peña Oroel (1769 m)
Domingo, 19 de diciembre de 2021

            En la página 6 del número 5649, del semanario jaqués El Pirineo Aragonés, en su edición del 18 de diciembre de 1992, y de la pluma de Agustín Faus, leemos “Dadas las circunstancias de sol, de buen tiempo, de nieve agradable, de gran visibilidad y de enorme ambiente humano, puede afirmarse que la jornada fue “gloriosa”. Más de 150 personas subieron a la cumbre de la Peña Oroel con el fin de prepararla para la Navidad: depositar un pequeño belén en lo más alto… Entre los portadores del belén cabe destacar la figura del obispo de Jaca, José Mª Conget, quien uno más sobre la nieve y la mochila a la espalda…”



            Ese mismo año se celebraba el 25 aniversario del Belén Montañero del Club Pirineísta Mayencos de Jaca, que cada año se iba colocando en una de nuestras montañas más próximas y que, por tal efeméride, se subía a la Cruz de la Peña Oroel. Desde entonces, hasta completar la serie de 50 se continuaba subiendo a una montaña distinta, pero ese año nacía la tradición de entronarlo también en la montaña jaquesa por excelencia como Belén Popular, de modo que, simultáneamente, en estos treinta últimos años ahí ha estado la Sección de Montaña del Club contra viento y marea. Un acto entrañable que cada cual lo vive a su manera, pero que recoge el sentir tradicional del comienzo de la Navidad.




            A las 9 de la mañana se había convocado en el Parador a socios, acompañantes y ciudadanía en general, como viene siendo habitual, para dar comienzo al ascenso a la emblemática peña, en una jornada de sol radiante y viento en calma, lo que hacía las delicias de los participantes. El temporal de nieve y frío de las últimas semanas habían dejado un rastro de nieve y hielo en algunos tramos del sinuoso sendero hasta alcanzar el collado de las Neveras, desde donde se continuaba por la cornisa, sobre una capa de nieve que permitía un tránsito relativamente cómodo hasta alcanzar la Cruz.




            Tras la colocación del Belén bajo sus faldas, el sonido de los villancicos rompía el silencio de la serena mañana, cerrando el entrañable acto con el brindis de rigor y la foto de familia, para, en torno a las 12, comenzar el descenso hasta el Parador, dando así por terminada una media jornada de montaña en un extraordinario ambiente, y cerrando un ciclo que da entrada a otro, en el que deseamos salud y muchas y buenas montañas para todos.








            Entre la actividad y la agradable estancia han sido 4 horas y media, con cerca de 7 km y 585 metros de desnivel D+/-, en una extraordinaria mañana en lo meteorológico, que ya querríamos para todos los años.





lunes, 22 de noviembre de 2021

Cascadas de la Tobería y Raso de Legaire, por la sierra de Entzia

 


IXOS MONS
Cascadas de la Tobería y Raso de Legaire
Kortaundi (1065 m)
Akarrate (1087 m)
Surbe (1157 m)
La Cruz de Mirutegi (1167 m)
Baio (1197 m) 
Sábado, 6 de noviembre de 2021


            Mircea Eliade fue un filósofo rumano del siglo pasado, que dedicó gran parte de su vida al estudio de las religiones, y que empleaba el término Trilogía Hierofánica para describir la manifestación de lo sagrado a través de tres elementos fundamentales: la roca, el agua y la vegetación. Hoy, hemos ido en busca de esos tres elementos a tierras alavesas, en concreto a la sierra de Entzia, un espacio natural de cerca de 5.000 has., incluido en la Red Natura 2000 de la UE, en el que hemos encontrado esas aguas en el barranco de la Tobería, con sus maravillosas cascadas, en el seno de un espectacular hayedo, y unas rocas antropizadas en el neolítico, en el Raso de Legaire, donde también conviven esos tres elementos en perfecta armonía.



            El citado Raso de Legaire son los puertos de la sierra de Entzia, y ancestralmente están gobernados de forma mancomunada, son las llamadas parzonerías, instituciones de tremenda singularidad histórica, modelos de gestión de los usos y aprovechamientos comunales de los montes, basados en la propiedad compartida en la que ninguna de las entidades que las integran posee una parte física del territorio. Su origen está arraigado en sistemas de organización y costumbres pastoriles, y están reconocidas como verdaderas entidades locales, dotadas de personalidad y capacidad jurídica propia y cuyos acuerdos son ejecutivos. En cuanto al aprovechamiento de la Parzonería de Entzia, su uso es principalmente forestal, ganadero, público, agrícola y científico-cultural. Sus objetivos son la protección y conservación de los recursos y valores naturales, el desarrollo sostenible de los aprovechamientos sin comprometer los recursos naturales y la compatibilización de usos buscando la integración con las mínimas interferencias.


            Trece mayencos, unos venidos de nuestros orígenes jacetanos, y otros llegados de algunos puntos más cercanos, nos dábamos cita en la población alavesa de Andoin (municipio de Asparrena), para dar comienzo a una ruta con dos partes muy diferenciadas. Por un lado, la clásica visita a las Cascadas de la Tobería, nombre que deriva del barranco, que fluye sobre grandes extensiones de toba (más conocido en nuestros lares como tosca); y por otro, un recorrido por toda la cornisa norte de la sierra de Entzia, con espectaculares vistas sobre la depresión del río Arakil, eje natural de Pamplona a Vitoria, que forma la Llanada Alavesa, y en la que se asientan gran cantidad de poblaciones, transitando por varias cotas menores, hasta llegar a su extremo más occidental y coronarla, ascendiendo a la Cruz de Mirutegi y al cercano Baio, que con sus 1197 msnm sería el techo de la jornada. Estos últimos fueron visitados desde el puerto de Opakua hace como seis años.


            Comenzamos la jornada, que unos días antes daban despejado, pero que se ha precipitado un episodio de inestabilidad, y que no va a impedir que disfrutemos de la ruta. Una ruta que da comienzo en Andoin, para adentrarnos en el hayedo junto al barranco de la Tobería, dejando atrás a los diez minutos el punto donde cerraremos la circular, y alcanzando la primera de las cascadas en otros diez más. A partir de aquí, nos encontramos inmersos en un verdadero recital en las postrimerías del otoño, en el que los colores y aromas del bosque se acompasan con el sonido del agua deslizándose por las toberas tapizadas de musgo. Una verdadera y múltiple sinfonía que atrae no solo a nosotros, sino a un numeroso grupo de cazadores de la imagen que tienen en este espectacular entorno puesto su objetivo del día.










            Pero nosotros no, nosotros no solo visitamos este místico lugar, sino que lo sobrepasamos dando continuidad a nuestra ruta por unos senderos que tenemos que ir adivinando, porque el escaso o nulo transitar y la magia del bosque se los han ido guardando para sí. A la hora y media de haber salido de Andoin salimos del bosque a un lugar próximo donde cerraremos esta primera circular, transitando por unos momentos por itinerario común hasta alcanzar la entrada al Raso de Legaire, donde nos topamos con el Camino Natural Senda del Pastoreo, en su decimotercera de sus diecinueve etapas, y que no sabemos muy bien si coincide con el homónimo GR 282, pero sí en esta. La señalética granate nos va subiendo hacia el mismo borde de la cornisa, a cuyos pies hemos dejado una buena yeguada a cobijo del feroz viento de sur que azota estas planicies.











            Un frío viento que no impide que disfrutemos de las amplias vistas que nos ofrece la Llanada Alavesa, ese eje natural entre las ciudades de Pamplona y Vitoria, como quedaba dicho anteriormente, y que apacible se nos muestra a los pies a lo largo de los cuarenta y cinco minutos que nos cuesta la travesía hasta llegar a una vaguada, que bajamos para acometer la subida definitiva a la fachada oeste de este impresionante sinclinal, no exento también de excelentes vistas. En poco ya, alcanzamos la Cruz de Mirutegi, que se nos hacía visible en todo momento, y a continuación seguir hasta nuestro techo de hoy, los 1197 msnm del Baio, punto de inflexión de esta extraordinaria ruta, y desde el que comenzamos el retorno bajo el cobijo del hayedo, que se ha desprendido prácticamente de toda su vestimenta, tapizando el suelo para dar comienzo de nuevo al ciclo de la vida, porque nada se desaprovecha en la Naturaleza, donde siempre hay seres dispuestos a aprovechar lo que otros no aprovechan.















            Al salir a los praderíos del puerto nos topamos con cantidad de vestigios megalíticos, que nos han quedado como testimonio de que hace miles de años ya era este un lugar acogedor para la vida humana. En menos de una hora dejamos atrás este sorprendente lugar y cerramos la circular, abriendo otra a los pocos metros, para descender por una ancha calzada directamente a Andoin en menos de otra hora.






            En total han sido 5h 10’ los invertidos en esta ruta por la sierra de Entzia, con 670 m de desnivel acumulado total, recorriendo 13,8 km a lo largo de los cuales, esa Trilogía Hierofánica se conjuga armoniosamente, haciendo visible ese resultado que nos ha envuelto, transitando por unos lugares mágicos de singular belleza. Y como bien está lo que bien acaba, el colofón lo poníamos en torno a una buena mesa.





Cruz de Mirutegi

Baio



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