IXOS MONS
San Zoilo (650 m)
Sgdo. Corazón de Jesús (765 m)
San Miguel (765 m)
Nª Sª de Peñalba (800 m)
San Tirso (685 m)
Santiago (655 m)
San Andrés y San Blas (665 m)
S. Servando y S. Germán (650 m)
Virgen de la Torre (685 m)
Lunes, 16 de septiembre de 2019
Arnedillo, localidad de La Rioja
Baja, situada entre las sierras de Hez
y Peñalmonte. Regada por el río Cidacos como a mitad de los 80 km de su
recorrido. Un río que al abandonar la población, lo hace estrechado por el Zopín y la Peña del Castillo, a cuyos pies está lo que le da nombre, las
ruinas del viejo castillo, ya descrito en el siglo XII, cuando el rey Alfonso VIII de Castilla donaba a la
catedral de Calahora y su obispo Rodrigo, la villa y el susodicho
castillo, usado a posteriori como residencia de verano de los sucesivos
prelados.
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Arnedillo, y al fondo el Zopín y la Peña del Castillo |
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Puente medieval y torre del castillo detrás del cementerio |
Enclavado en un espectacular
escenario, rodeado de sierras, que le aportan un microclima especial, pero por
lo que se ha ganado la fama desde hace tiempo es por aflorar en su término unas
aguas termales a más de 50º C. https://chematapia.blogspot.com/2013/10/arnedillo-y-los-cuatro-elementos.html.
De siglos de historia, muy mal lo han tenido que pasar sus habitantes a lo
largo de todo ese tiempo porque se ve rodeado de una cantidad inusitada de
ermitas y cruces en sus alrededores. No siendo apasionado ni de unas ni de
otras, sí lo estamos del monte, y como es ahí donde se encuentran, es ahí donde
hemos ido para unirlas en una bonita circular, que se nos ha antojado hacer
para conseguir la integral, pero todos los puntos visitados se pueden hacer de
forma individual y con menos mucho esfuerzo.
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Hotel SPA Balneario Arnedillo |
CAPILLA DE SAN ZOILO
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Capilla de San Zoilo, en el interior del balneario |
Se encuentra en la primera planta
del edificio principal del SPA Balneario.
Está dedicada a San Zoilo, uno de
los primeros mártires cordobeses, que era de familia noble y cristiana, dando
fe pública de ello, por lo que, junto a otros compañeros, fue martirizado en el siglo III. Tras
un cruce de mutuos reproches relacionados con la verdadera religión, si los
dioses a los que adoraban los romanos, o la nueva instaurada por Jesucristo, fue Daciano el que lo mandó martirizar de diversas formas, y como
permaneciera inalterable, finalmente mandó rasgarle la espalda y sacarle los
riñones, permaneciendo vivo aún con todo, según la tradición, por lo que fue
degollado por el propio Daciano en un ataque de ira y de furia. La Iglesia Católica lo considera el
abogado del mal de riñones. ¿Tendrá ello vinculación con alguna de las propiedades
balnearias?
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Bucólico sendero tras el balneario |
MIRADORES Y CAPILLA DEL SAGRADO CORAZÓN
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Primer mirador de los Gurugús |
En las faldas
del monte de la Encineta, justo
detrás del edificio balneario, encontramos dos miradores. Desde el lateral del Parque Termal se toma un camino entre
árboles, que en pocas decenas de metros nos sitúa en el primero de los dos de
los Gurugús que, situado a unos 675
metros no habremos subido más de 25. Desde él se tienen buenas vistas sobre el
río y las pozas naturales habilitadas por el ayuntamiento. Si nos ha parecido
suficiente este corto paseo, podemos tomar el sendero que baja al río, para
continuarlo y cruzar el puente de la Inmaculada, ya junto al casco urbano de
Arnedillo.
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Vista desde el primer mirador |
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Mirador alto, con el pueblo a sus pies |
Si estamos en
condiciones de seguir, en dirección al monte sale un ancho camino que sube
perpendicular al terreno de bosque, y que al ser muy pronunciado, se hace más
aconsejable tomar el sendero que sale a la izquierda, pero por encima del que hemos
mencionado. A través de unas cortas zetas alcanzamos el segundo mirador, con la
misma estética que el primero, situado ya a 715 metros. Ganamos ya perspectiva
sobre el entorno, especialmente sobre la zona de huertas. Desde aquí hay dos
opciones, volver al primero o continuar por el sendero que nos lleva a nivel,
por un barranco hasta su comisura, para ir ascendiendo ya hasta nuestro tercer
mirador, el del Sagrado Corazón de Jesús,
dotado de mesas cubiertas y una gran cruz, dominando el pueblo. Estamos ya a
760 metros, y un poco más arriba encontramos la capilla homónima, todo ello
entre el pinar.
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Mirador del Sagrado Corazón de Jesús |
Continuamos por
el sendero del lateral de la capilla, y pronto se nos abre la vista hacia el
NE, con la Peña del Castillo, Cogotombilla y Peñalba, con la ermita de San
Miguel, nuestro siguiente objetivo, que para alcanzarlo, deberemos bajar
por las zetas que nos ofrece el camino, hasta el sendero del río, que lo
tomaremos a la derecha.
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Capilla del Sagrado Corazón de Jesús |
ERMITA DE SAN MIGUEL
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Ermita de San Miguel |
Una vez en el fondo del barranco
seguiremos hacia arriba, cruzamos un discreto, pero bonito puente para ya en el
otro margen continuar la ascensión. Alcanzamos el sendero que viene de la
ermita de San Andrés, que
visitaremos a la vuelta. Tomamos el indicativo “Ermitas 2”. Dejamos unas
bancadas de olivos a la derecha y alcanzamos finalmente la ermita de San Miguel,
edificada en el lugar donde se encontraba la antigua del siglo XVI. San Miguel Arcángel es considerado por
la Iglesia Católica como el que encabeza los ejércitos contra el mal. Se
encuentran referencia ya en el libro del Apocalipsis (12, 7-9).
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Proximidades de la ermita de San Miguel, con la Peña del Castillo al fondo |
El sábado más cercano al 29 de
septiembre se celebra la romería. Porque es ese el día del santo, y en ámbitos
esotéricos podemos decir que con él se da comienzo al signo cardinal de Libra, y en
consecuencia al otoño. En cuanto a los elementos, ejerce influencia sobre el
fuego, como consumación de los otros tres, al igual que los frutos lo son de la
estación.
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Pozo nevero |
ERMITA DE Nª Sª DE PEÑALBA
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Peñalba, sobre la ermita homónima |
Continuamos nuestro periplo en
dirección a la ermita de Nª Sª de
Peñalba, no sin antes detenernos en el pozo
nevero, puesto en valor con un cercado de madera y un panel informativo. De
tipología municipal, servía para almacenar la nieve y darle uso en el estío,
acarreándola con caballerías hasta el pueblo, considerado, como otros muchos,
uno de los oficios tradicionales perdidos ya en la actualidad.
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Ermita de NªSª de Peñalba |
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Peña Isasa y Peñalmonte |
Tras una corta subida, en poco ya
estamos en los 800 metros, el punto más alto de nuestro circuito. En una
pequeña explanada se levanta la citada ermita, dominando todo el barranco por
el que hemos subido y todo el ancho valle ya del Cidacos, como también Peñalmonte (1276 m) y la de Isasa
(1474 m). Se trata de
un pequeño edificio de mampostería remozado, de estilo mozárabe, cuyos orígenes
datan del siglo X. A continuación, volvemos sobre la pista y continuamos hacia
el sur, dejando a mano izquierda un ramal que nos llevaría hasta la Vía Verde, y que constituye una buena
ocasión para el regreso.
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La ermita de Nª Sª de Peñalba bajo el Cogotombilla |
ERMITA DE SAN TIRSO
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Sendero de acceso a la ermita |
Pero si queremos continuar, lo
hacemos para completar este circuito de santidad, para lo que seguimos por la
de la derecha como unos 800 metros, donde nos encontramos una bifurcación.
Tomamos el ramal de la izquierda, que nos baja con unos 700 metros más, para
tomar un sendero sobre el barranco de San
Tirso. Nos baja en diagonal hacia media ladera, donde se encuentra el
santuario rupestre. El descenso no tiene ninguna dificultad, salvo que es
brusco y hay bastante patio a la izquierda, sobre los conglomerados del
terreno.
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La ermita rupestre de San Tirso, en un singular enclave |
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Explanada de la ermita |
Una vez llegados al cercado,
tomamos a la derecha hasta la deliciosa explanada donde se encuentra el
edificio bajo la roca. El lugar es excepcional, es como un oasis entre lo
abrupto del entorno. Como todas las ermitas rupestres, no es una excepción,
está situada en un enclave mágico, con más que probables propiedades telúricas.
Cuenta la tradición que en el interior de la gruta se encontró una tumba con un
esqueleto, cuya calavera estaba apoyada en una piedra con la inscripción "año 869", por lo que se considera como el origen de la primera ermita. Tirso fue
otro de los mártires de la cristiandad, que murió en el 251 d.C. bajo el
mandato del emperador romano Decio, y lo fue, como todos, por no renegar de su
fe en favor de las deidades tradicionales. Antes de salir de este lugar de gran
belleza, a pesar de lo austero del entorno, si tenemos la fortuna de
encontrarnos sin más compañía que la de la propia naturaleza, podemos
aprovechar para recogernos y unirnos a ella en un solo Ser.
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Por el barranco, en busca de la Vía Verde |
ERMITA DE SANTIAGO
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Los Cortados de Arnedillo, frente al Mirador de los Buitres |
El regreso lo hacemos bajando con
cuidado hasta el fondo del barranco, y en un tránsito acompañando al escaso
caudal, que nos durará como unos diez minutos, de verdadero disfrute, nos
topamos con la Vía Verde en el punto más lejano de la circular. Antes de subir
a ella, se nos presenta un antiguo puente de bonita factura. Una vez ya en
terreno más dócil, tomaremos dirección a Arnedillo. Como veinte minutos nos
costará recorrer los casi 2 km para llegar bajo el Mirador de los Buitres, donde se nos abre a mano derecha una
escalinata para bajar a la vieja carretera, y a través del puente cruzamos la
nueva y nos llegamos hasta la ermita de Santiago.
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Ermita de Santiago |
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Escaleras de acceso |
Se trata de un edificio moderno,
situado en el lugar de la antigua ermita del siglo XVII, y bajo la advocación
de Santiago Apóstol. Coetáneo de Jesucristo, se le ha dado en llamar Santiago el Mayor, para distinguirlo de
otro discípulo con el mismo nombre. Se dice que fue uno de los predilectos del
Maestro, presente en momentos clave de su vida. Tras la muerte de este y la
dispersión de aquellos primeros mensajeros, Santiago se dirigió a evangelizar Hispania,
encontrándose en la tradición la creencia que fue la Virgen María la que se le
apareció en carne mortal en Zaragoza, en el año 40, siendo el origen de la
construcción de la basílica a orillas del Ebro.
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Enorme paredón que alberga decenas de vías de escalada de diversa dificultad |
ERMITA DE SAN ANDRÉS Y SAN BLAS
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Vista del Cidacos desde el puente de la Vía Verde,
con la torre del castillo y el puente medieval |
Volvemos sobre nuestros pasos
hasta la Vía Verde, donde nos encontramos unas antiguas instalaciones como de
extracción de minerales. Con la vista en los enormes paredones de la derecha,
que constituyen la segunda escuela de escalada de La Rioja, continuamos hasta
la entrada al viejo túnel ferroviario que traspasa Arnedillo por sus entrañas.
Tomamos la escalinata de la derecha, que nos sube al canto de la carretera
general, que recorremos con sumo cuidado unas decenas de metros hasta meternos
dirección al puente, cargado de historia, junto con el castillo, o lo que queda
de él, como comentado en la entradilla. El paso por el puente medieval nos
ofrece extraordinarias vistas sobre ambos lados.
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Ermita de San Andrés y San Blas |
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Aspecto del pueblo desde la ermita de San Andrés |
Pasamos por el cementerio y
ascendemos hasta la ermita de San Andrés
y San Blas, un edificio de planta rectangular, barroco, del siglo XVIII.
Andrés, hermano mayor de Pedro, fue el primer apóstol de Jesucristo,
considerado el primer patriarca de la Iglesia Ortodoxa. Su símbolo es una cruz
en forma de aspa, y también fue martirizado, en este caso por orden de Egeas,
procónsul de Patras, cuando vio que había convertido a Maximila, su esposa. En
cuanto a San Blas, fue médico y obispo en Sebaste, Armenia. Conocido por sus
milagrosas curaciones, es el patrón de las gargantas por haber protagonizado un
episodio con un niño, librándole de la muerte segura al llevar una espina
clavada en ese lugar. Fue torturado en el año 316 d.C.
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Procesión del Humo
Fotografía de Ernesto Pascual, obtenida del face de José Mª Moreno |
Desconocemos la relación entre
los dos santos, pero lo que sí sabemos es la tradición existente en Arnedillo
de celebrar la “Procesión del Humo”
el último domingo de noviembre. Declarada de Interés Turístico Regional, se
realiza quemando romero al paso del santo por las calles, conmemorando la
curación, bajo su intercesión, de epidemia de viruela negra, que cayó sobre la
localidad en 1888.
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Puente de la Inmaculada, por el que accedemos al pueblo |
IGLESIA DE SAN SERVANDO Y SAN GERMÁN
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Iglesia parroquial de San Servando y San Germán
con la ermita de San Andrés y San blas al fondo |
Sobre los 665 metros de altitud
de esta atalaya tenemos unas excelentes vistas aéreas sobre Arnedillo, donde
sobresale la torre de la iglesia parroquial, nuestro siguiente objetivo. Para
ello, continuamos por sendero entre la Peña del Castillo y la valla que nos
protege del abismo. Llegamos hasta el cruce por el que hemos pasado en dirección
a San Miguel, cerrando así el círculo. Tomamos camino a la derecha, cruzamos el
puente y dejamos atrás el arranque al mirador del Sagrado Corazón de Jesús. Continuamos
hasta el puente de la Inmaculada,
que lo cruzamos. Seguimos a mano derecha unos metros, para meternos a la
izquierda ya en el pueblo, encontrando la iglesia.
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Parroquial de Arnedillo |
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Interior de los lavaderos |
Iglesia que reza a San Servando y San Germán, dos hermanos
que fueron legionarios romanos seguidores de la fe cristiana, que al ser
delatados fueron encarcelados. Liberados, fue Diocleciano quien los sometió a
nuevas torturas, siendo decapitados finalmente en el año 290 d.C. El edificio,
de gran porte, es de estilo gótico, estando datado en el siglo XVI; construido
en sillería, se cree que fue levantado en el emplazamiento de otro más antiguo.
Junto a él tenemos una fuente y los viejos lavaderos,
en los que se hacían las labores propias, al no tener agua corriente en las
casas. Contiguo está el museo y centro
de interpretación. Continuamos callejeando, y en un hueco que nos permiten
los edificios tenemos conexión visual con el paseo junto al río, justo a la
altura del viejo trujal, hoy
convertido en pieza de museo al aire libre, y que testifica un pasado agrícola
volcado en la cosecha de la aceituna, algo casi perdido hoy en día a juzgar por
el abandono en el que se encuentra el olivar.
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Trujal |
ERMITA DE LA VIRGEN DE LA TORRE
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Ermita de la Virgen de la Torre |
Seguimos por la
empinada calle hasta dar con la carretera general, a la salida ya del pueblo. Nos
toparemos de frente con un chaflán, en cuyo interior se halla la ermita de la Virgen de la Torre, proviniendo tan
singular apellido mariano de una posible torre de vigilancia situada en el
lugar. Se trata de un edificio del siglo XVI, construido en ladrillo, y que
alberga en su interior diversas tallas procedentes de aldeas próximas a Arnedillo,
como son Peroblasco y Antoñanzas.
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Piscinas municipales y escuela, bajo el amparo de la Encineta |
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Mirador de las pozas termales, con los del Gurugús al fondo |
Nuestra ruta
llega a su final, y podemos hacerlo con calma, contemplando lo que nos ofrece a
la vista el panorama mientras bajamos hacia el SPA Balneario, que tenemos
enfrente, con la Encineta como telón de fondo. Pero antes, podemos ver en
primer plano las antiguas instalaciones de la línea ferroviaria Arnedillo-Calahorra,
hoy convertidas en las escuelas, y en punto de arranque de la Vía Verde. Junto
a ellas, las piscinas municipales. Llegamos a un amplio aparcamiento próximo a
las pozas naturales de aguas termales, que el ayuntamiento ha acondicionado
para su disfrute, pudiéndolo contemplar desde otro mirador del mismo porte que por
los que pasábamos al inicio de la ruta, y que podemos ver enfrente de nosotros
al otro lado del río.
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Pozas naturales de agua termal |
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Llegando ya al balneario |
Solo nos queda
ya acercarnos al balneario, a donde llegamos habiendo recorrido 10,2 km, en un
tiempo total de 2h 35’, del que 2h 5’ ha sido en movimiento, salvando un
desnivel acumulado total de en torno a los 400 m D+/-. De este modo terminamos
una interesante circular por los montes cercanos al pueblo, visitando una serie
de enclaves de alto valor simbólico y cultural, y que nos ha permitido
disfrutar de los caminos de estas sierras, participando de sus aromas, de sus
encantos, de su soledad, de su rico pasado y de su lánguido presente. Todo ello
en olor de santidad… y si nos ha parecido poco, podemos añadir que lo hemos
hecho con la cruz de San Jorge en el pecho, portando una camiseta con el santo
patrón de Aragón, removiendo parte del santoral en media tarde.