Sierra Caballera (1563 m)
Nabiella (1517 m)
Sábado, 29 de abril de 2017
El valle del Garona comienza a
desperezarse lentamente, al igual que los primeros grados en el termómetro. Ese
incipiente sol irradia ya sobre un solitario valle y sus barrancos, que hoy va
a ser visitado por cinco mayencos. Un sol que sale decidido a plantear una
bonita mañana de monte, pero que no sabe lo que se le viene encima… bueno, más
bien a nosotros. Este valle, desde Arguis hasta un Gállego presto a embalsarse
en la Peña, parece uno, y ciertamente lo es, pero con dos vertientes.
Encajonado entre las sierras de Javierre y Bonés al norte, y Gratal, Caballera
y Loarre al Sur, de las faldas de la Sarramiana, nacen próximos los dos ríos
que naciendo del mismo útero, se dan la espalda para seguir erosionando los materiales blandos de este
valle y correr prestos a su desagüe. Cerca de Arguis nace el Isuela, que lo
hace ya cansado, teniendo que reposar sus aguas en el embalse más antiguo de
Aragón. Y separado por el alto de Labarza, pero tomando dirección oeste, lo
hace el Garona, con aires galos, pero que raudo va a fundirse con el Gállego.
Rasal nos ve partir |
Fuente del pueblo |
Si a primeros de año dimos una
circular desde Bentué de Rasal para rodear la Sierra Caballera, hoy hemos
elegido llegar a ella, pero saliendo desde Rasal para acariciarle el lomo, el
largo lomo. Sin duda la capital del valle, esta localidad de
Rasal no es ni la sombra de lo que fue, citada ya en documentos del siglo XII,
lucha por sobrevivir, en unos terrenos que poco a poco le van ganando la
partida. Y hablando de partidas, vamos a la nuestra. Lo hacemos desde el
lavadero que hay bajo la fuente del pueblo, datada en 1926, pero
que con toda seguridad daría agua desde siglos antes. Nueve toques en la
parroquial de San Vicente nos dan la salida.
Fachada principal de la ermita de la Virgen de Nª Sª de los Ríos |
Sendero por la antigua cabañera |
Nos metemos de lleno en el PR-HU
109, que une esta localidad con Aniés, en el solano de la sierra. Tras cruzar
el río Garona, nos mete de lleno en el barranco de la Virgen, que abandonaremos
a la altura del Zoyes, que se le une, para dejar la pista y seguir por la
cabañera, que reducida a sendero por bosque, nos pasa muy cerca de lo que queda
de la ermita de la Virgen de Nª Sª de los Ríos. Sólo las cuatro paredes quedan
ya, paredes en las que la tosca está muy presente.
Montes del Pirineo occidental aragonés |
Seguimos por nuestro sendero, que
va tomando altura, y por el que vamos apreciando a uno y otro lado vestigios de
las delimitaciones de la ancha cabañera que fue, hoy convertida, como decimos,
en sendero, al no servir ya de tránsito a centenares, miles, de cabezas de
ganado que anualmente cambiaban los pastos de las tierras bajas por los de montaña, y viceversa. Al salir del bosque ya van comenzando a inundar nuestra
retina las bellísimas imágenes de todo lo que el pinar nos ocultaba. Por un
lado ese Gran Norte, desde el Ezcaurre hasta Cotiella, y más cercano, los
montes de San Juan de la Peña, Oroel, Guara, Gratal, Marcovil, Puchilibro, y
tantos otros entre ellos.
Campos otrora cultivados de Calvé |
Enfilando hacia lo más alto. Gratal al fondo |
Hoya de Huesca |
Una mañana que prometía una cosa
y poco a poco ha ido dando otra, pero que nos ha permitido visitar esta sierra
y acariciar su larga lomera, en lo que hemos invertido 19 kilómetros, y hemos
empleado 5h 30’ de tiempo total, del que 4h 30’ han sido en movimiento,
salvando un desnivel acumulado de 1160 metros D+ y 940 D-, uniendo estos dos
pueblos, supervivientes natos de este valle del Garona. Una ruta interesante,
como tantas otras por estos callados montes, por los que hemos circulado sin
encontrarnos a persona alguna por sus caminos.
Álbum completo de fotos en
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