sábado, 2 de noviembre de 2024

Valle de Ordesa, el imperdible de otoño

 Año XIII. Entrega nº 906


IXOS MONS
Puente de los Navarros - Faja de Canarellos - Puente de los Navarros
Jueves, 31 de octubre de 2024

            “Si en un buen día vuestro aeroplano o vuestro dirigible se lanzara gallardo a las alturas, remontándose desde Cauterets para tomar rumbo hacia España por encima de los valles del Gave, una vez dominadas las cumbres del Vignemale, llegaríais a colocaros sobre la ingente mole del Monte Perdido, y desde allí, a vista de pájaro, si las brumas no cubrían el paisaje, podríais contemplar el vasto escenario de los viajes, exploraciones y estudios que, años tras año y jornada tras jornada, viene haciendo Mr. Lucien Briet en la parte central de los Pirineos aragoneses”. Ricardo Beltrán y Rózpide.


Imagen de Ricardo Beltrán, de la web de la Real Academia de la Historia

            Estas, quizá, ya centenarias palabras, fueron escritas por la pluma de este pedagogo y doctor en Filosofía, pero lo que más nos interesa de él es su faceta de geógrafo. Y las empleó para prologar el libro Bellezas del Alto Aragón, de Lucien Briet, uno de los grandes descubridores de las tierras pirenaicas de este lado, y tan vinculado al valle de Ordesa, que tanto le maravilló.


Imagen de Lucien Briet, de la web de Heraldo de Aragón

            El gran explorador Briet (1860-1921) cantó las bellezas de este incomparable valle pirenaico, que forma parte del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, segundo de los declarados en España, que lo fue en 1918, tan sólo unos días después de haberlo hecho con el de Covadonga. En aquel tiempo sólo comprendía este valle, hasta que uno contiguo, el de Añisclo, a finales de los 70 se vería amenazado por la construcción de una presa, lo que provocó una enorme contestación social, derivando en la ampliación de la superficie del parque, en 1982, comprendiendo el citado Añisclo, Escuaín y el circo de Pineta.


Imagen de la web parquenacionalordesa.com

            Sus actuales 15 696 has de superficie, más las 19 196 de Zona Periférica de Protección, están desplegadas en los términos municipales de Torla-Ordesa, Broto, Fanlo, Tella-Sin, Puértolas y Bielsa. Superficie que gira alrededor de su macizo principal, el de Monte Perdido, o Treserols, para los paisanos, el mayor calcáreo de la Europa occidental, verdadero árbitro de las escorrentías de esas nieves, otrora perpetuas, y que daban lugar a los ríos Arazas (Ordesa), Bellós (Añisclo), Yaga (Escuaín) y Cinca (Pineta).



            Al contrario que en otras ocasiones, hoy lo vamos a visitar por su zona baja para rendir culto a lo que consideramos el “imperdible de otoño”, porque es un auténtico espectáculo que, año tras año, no nos podemos perder. Y lo hacemos en un día puramente otoñal, con sus brumas que, si bien es cierto que homogeneizan ligeramente esa paleta cromática propia del bosque mixto, le aportan un ambiente especial, conservando las esencias de una estación con grandes transformaciones en el medio natural.




            Entrado el otoño, y una vez pasado el mes natural de Libra (signo de aire, aires de montaña en concreto), nuestro tránsito estelar pasa por el signo de Escorpio, que lo es de agua, en concreto de aguas subterráneas, unos cauces freáticos que suponemos a rebosar dadas las generosas aportaciones de agua de estas semanas atrás. Pues con unas predicciones tímidas en probabilidades de lluvia, nos echamos a andar desde un apartadero de la pista de Bujaruelo. Unas predicciones… de las que luego hablaremos.



            Recorremos el medio kilómetro que nos separa del puente de los Navarros, que pasamos por debajo para abrazarnos al GR 11 y tomar el camino de Turieto, que en breves es el Bajo el que elegimos, con la idea de volver por el Alto, habiendo dejado atrás el puente de la Canaleta, bajo el que se amansan las adolescentes aguas del Arazas. Son varias las salidas de la ruta para acercarnos a esos asomes y contemplar, sentir, la bravura de las aguas que se atropellan para buscar la calma del llano. Molinieto, Tamborrotera, Abetos, se van sucediendo. También el monumento al querido Briet, que supo cantar las bellezas que ahora contemplamos.






            Al cabo de dos horas de auténtica simbiosis con el entorno, degustando los vívidos colores de los cercanos musgos, llegamos al sendero adaptado, que recorremos hasta el final, donde un mirador nos facilita la visión de esa gran cascada de agua que llena el espacio de Cotatuero. Continuamos por el sendero, hasta que en poco más de media hora más cruzamos el puente, que nos facilita ya el acceso a las cascadas de la Cueva y del Estrecho, verdaderos iconos del valle, en especial ésta última.










            Por un empinado sendero salimos a la pista principal, que recorremos hasta dar con la entrada al sendero de la faja de Canarellos, nuestro objetivo de hoy. Tres horas y tres cuartos hasta aquí, donde la intimidad con el bosque se hace más estrecha. En la hora y media que cuesta recorrerla vamos tomando altura para faldear la Fraucata, esa ladera del monte Tobacor orientada hacia la puesta de sol. En ocasiones, el bosque te da la oportunidad de mecer tu mirada hacia el fondo del valle, a varios cientos de metros por debajo, entre las persistentes brumas que adornan el espacio.







            La bajada al puente que cruza el barranco de Cotatuero, va acompañada del estruendo propio de la juventud de las aguas que bulliciosas se precipitan para pasar bajo nuestros pies. Tierra, agua, aire y luz, y nosotros de convidados privilegiados. Desde bien comenzada la ruta, el tiempo, que no ha hecho mucho caso de lo que se esperaba de él, nos ha hecho sacar los paraguas, fieles compañeros en toda la jornada. 




            Bajamos hasta converger con la pista, que recorremos hasta la pradera, siempre acompañados de una fina lluvia que no ha impedido disfrutar de la ruta. Pasadas ya de largo las horas del mediodía, nos damos un inesperado e inusual homenaje en el bar y, cuando parecía que nos deparaba una plácida bajada hasta los vehículos, de repente, es cuando menos caso hace el tiempo de la predicción, soltando agua sin piedad, como si se lo hubiera guardado del diluvio universal.


Imagen de José Antonio

            Si dos horas nos había costado este tramo en la subida, en una bajamos por el camino transformado en barranco, hasta el puente de los Navarros, donde nos daba una tregua para subir tranquilamente hasta el punto de arranque. Una jornada diferente, en el fondo, todas lo son, y a pesar de todo, y como decía San Agustín, el amor lo puede todo, es por eso que el amor por las montañas hace sobreponerte a cualquier situación. Eso de que, en el fondo se disfrute, es algo que nos deberíamos hacer mirar... 



            Pues, como decimos, una jornada diferente, en la que hemos empleado 8 horas y 40 minutos para recorrer los 21,5 km de la ruta, salvando un desnivel acumulado en torno a los 1080 m D+/-, habiendo superado una altura máxima cercana a los 1900 msnm en el punto más alto de la faja de Canarellos.


Imagen de Manolo


Bibliografía: 

Bellezas del Alto Aragón. Lucien Briet. Diputación Provincial de Huesca (1977)

Web:

Real Academia de la Historia  

Ordesa 

Red Natural de Aragón  

Senderos FAM  

Wikipedia  

Wikiloc  

RAE  

Fundeu  

IGN  

Hijo de la Tierra  




Las fotos, con sus comentarios, y el track


Nota: La publicación de la ruta, así como del track, constituye únicamente la difusión de la actividad, no asumiendo responsabilidad alguna sobre el uso que de ello conlleve.








lunes, 28 de octubre de 2024

Lacuniacha - El Betato, de formación entre colores de otoño

 Año XIII. Entrega nº 905


FORMACION EN MEDIO AMBIENTE
Lacuniacha - Ibón de Piedrafita - Bosque de El Betato
Jueves, 24 de octubre de 2024

            Que uno de los grandes pioneros en esto del naturalismo, como fue Charles Darwin (1809-1882) tuviera como una de sus referencias las investigaciones de “nuestro” Félix de Azara (1742-1821), y decimos lo de “nuestro”, por ser paisano, nos da una idea de la talla del ilustre altoaragonés, del que, precisamente, estos días se conmemoraba la fecha de su fallecimiento y que, nacido de alta cuna, se destacó, entre otras cosas por sus certeras observaciones en el campo de la naturaleza.


Imagen de Wikipedia

            Y ¿por qué traemos hoy la figura de este precursor? Pues porque sus observaciones, sus análisis, sus precisas anotaciones han ido abriendo camino, a lo largo de los años, a que otros lo hayan podido recorrer en ese constante descubrimiento de los más diversos y escondidos aspectos del mundo natural. Gentes asombradas por el funcionamiento de la vida allí afuera. Porque el asombro es el origen de la curiosidad, y la curiosidad es la que lleva a hacerse preguntas, preguntas y más preguntas, que sólo se van desentrañando en base a una minuciosa observación del comportamiento de las distintas especies de los mundos animal (etología), vegetal, y claro está, del mineral, que constituye la base de todo lo anterior.


            Y una de esas personas, es José Miguel Navarro que, junto con Pablo Vallés, de Huesca Naturaleza, hacen una hermosa labor de divulgación de las curiosidades, de los mecanismos, de las estrategias de las distintas especies para adaptarse a la vida en sus, muchas veces, adverso entorno. Porque sólo se ama lo que se conoce. 



            En esta ocasión, ha sido José Miguel, acompañado de Daniel Arias los que, nos han mostrado su saber por el incomparable marco de los alrededores del ibón de Piedrafita, bajo las imponentes montañas de La Partacua, todo ello organizado por el Centro Público de Educación de Personas Adultas Jacetania.



            Una veintena de seguidores, salíamos de Lacuniacha para ir recorriendo la pista, deteniéndonos allá donde José Miguel encontraba algo que mereciera la pena contar. Estamos en un espacio de transición entre el bosque mixto y los prados alpinos, fruto de millones de años de evolución, así como la del escenario de roca viva hasta convertirse en frondoso bosque. 



            Simplificando en dos líneas lo que han sido, como decimos, millones de años de evolución. Sobre la roca se fija el liquen, un ser simbiótico entre un hongo y un alga. El paso siguiente es la colonización por los musgos, que dan paso a las herbáceas, los arbustos y, finalmente, los árboles, que constituyen colonias, que llamamos bosques o selvas, en donde la demanda de luz es tan brutal que impide en gran medida la subsistencia a esas especies que le han precedido evolutivamente.


Imagen de algún componente del grupo, que desconozco

            Ello nos demuestra que el ser inferior, da vida, se somete y, en muchas ocasiones, se sacrifica por el superior. El Gran Libro de la Naturaleza Viviente dándonos siempre lecciones a aplicar en nuestra vida cotidiana.


Plana Terrosa

            El paso por la Plana Terrosa y posteriormente por el ibón de Piedrafita, nos da una idea de los distintos estados del proceso de colmatación de estas pequeñas joyas residuales de los grandes glaciares que ocuparon estos valles hace doce mil años, en particular, el del Valle de Tena, con sus 400 metros de espesor, cuya morrena central llegaba hasta Senegüé, algo que se puede ver en el Centro de Interpretación de dicho pueblo. Nos referimos a que la primera es un buen ejemplo de un ibón colmatado, y el segundo lo es del que está abocado a ello, dada su pequeña extensión y profundidad, entre otros factores.




            Parada en el refugio de Telera, en el lugar conocido en mi memoria de 1974 como Plana Alta de Boj, para echar un bocado, y continuar por la pista de regreso, hasta dejarla para adentrarnos en el bosque de El Betato, y sus historias asociadas a procesos brujeriles, motivo por el que fue procesado Pedro Arruebo, regidor de la pardina de Lartosa, en el oscuro siglo XVII y que, oscura también, sigue bajo las aguas del pantano de Búbal.




            Un bosque, éste de El Betato, constituido fundamentalmente de hayas, lo que le confiere la condición de monocultivo que, a pesar de su extrema belleza en este tiempo, se considera pobre en biodiversidad. La salida del bosque se realiza bajo la ermita de la Santa Cruz, llegando a la pista que nos devuelve al pueblo, precisamente junto al Centro de Interpretación de la Brujería en el Alto Gállego. 


Imagen de algún componente del grupo, que desconozco

            Si consideramos la magia como el poder de transformar, se puede decir que han sido 8 horas de pura magia, al convertir la ignorancia en conocimiento, por un marco incomparable, en una jornada gris, color de otoño, de la mano de José Miguel, recorriendo 10,5 km y salvando un desnivel acumulado de 340 m D+ y 450 m D-, aunque eso es lo de menos.


GLOSARIO

Piedrafita. Piedra hincada

Lacuniacha. Laguniecha, pequeña laguna

Partacua. Parte aguas

Betato. Vedado

Lartosa. L’Artosa, topónimo de origen vasco, asociado a espino

Dioico. En especies vegetales, individuos diferenciados por género

Zoocoria. En especies vegetales, zoo=animales, coria=dispersión

Anemocoria. En especies vegetales, anemo=viento, coria=dispersión

Dolmen. Dol=mesa, men=piedra


Imagen de algún componente del grupo, que desconozco

Web:

Nota: La publicación de la ruta, así como del track, constituye únicamente la difusión de la actividad, no asumiendo responsabilidad alguna sobre el uso que de ello conlleve.