Monte de Estallo (1000 m)
Jueves, 12 de febrero de 2020
No todo va a
ser montaña, montaña y más montaña… que a veces también gusta darse un homenaje
con los amigos, pero eso sí… después de un buen paseo por el monte. Hace días
ya que queríamos volver por estas tierras, concretamente desde el 23 de
diciembre que acudimos a Caldearenas a hacernos la sierra de Javierre, cuando
descubrimos un bar, en el que…
A punto de salir |
Sendero arriba |
Bueno, vamos a
lo nuestro. Caldearenas es una población, cabeza de municipio, que acoge a diez
núcleos más, y es de donde se sale por la carretera en dirección norte, y a
menos de cuatrocientos metros tomamos un desvío a la derecha, que nos lleva a
la confluencia del río Gállego con el puente del tren. Seguimos hasta la carretera
local que pasa por Estallo. Continuamos por la pista, que en menos de
trescientos metros nos ofrece la entrada a un sendero. Aceptamos la oferta, y
ya es muy fácil seguir las señales de pintura azul y blanca, que nos van
dirigiendo hacia la sierra.
Mirador sobre el valle |
En la cruz |
En un punto
evidente, hacemos un alto para contemplar el valle del que hemos salido, y aún
más, la solana de Oroel y parte de los Pirineos nevados. Algo más de media hora
desde la salida. Poco a poco nos vamos acercando a un lugar en el que hay una
cruz, con un bidón que contiene un libro de visitas, donde anotamos la nuestra.
Aquí se termina la señalización. Pero el sendero está bien trazado y limpio…
hasta meternos en el bosque, que deja de estarlo, y son cintas rojiblancas
colgadas de las ramas las que nos van guiando. Continuamos subiendo hasta
alcanzar la cota 1000. Se pasa por lo que parecen nidos de ametralladora, y en
seguida se llega a los restos de la paridera de Martín.
Paridera de Martín |
Paridera de Vicién |
Si se quiere
visitar otra, que queremos, hay que dirigirse hacia el norte como unos 150
metros, donde nos encontramos la de Vicién. Volviendo a la de Martín y sobre
nuestros propios pasos, ya de retorno, recorremos todo lo andado hasta el pie
de esta pequeña sierra, y luego Estallo, río Gállego, donde hacemos una parada
para refrescarnos los pies, y ya a Caldearenas, donde nos damos ese homenaje con
una buena comida a base de cocido, que estaba para resucitar muertos… a juzgar
por las caras de algunos.
Solana de Oroel y las sierras de Collarada y Partacua, nevadas |
Bueno, al final, se puede decir que nos hemos ganado el cocido… aunque
no sé si mucho, porque no hemos pasado de los 9,2 km, en un tiempo total de tres
horas y media, del que algo más de dos y media han sido en movimiento, salvando
un desnivel acumulado total de 375 m D+/-, en muy buena compañía. Pues eso. Bien.