lunes, 27 de noviembre de 2023

La alberca de Alboré... y sus secretos

 Año XII. Entrega nº 848


FORMACION EN MEDIO AMBIENTE
Sendero Verde (Montmesa)
Sobre el corral de Antonié (Montmesa)
Domingo, 26 de noviembre de 2023

             “Si desde los tiempos más remotos, los hombres adoraron a los árboles como seres individuales en los que moraban los dioses, los bosques, agrupaciones arbóreas, eran considerados como espacios sagrados de primera magnitud, como templos privilegiados. En los bosques, como albergan las fuerzas y energías ocultas de la naturaleza, localizaron los celtas, griegos, romanos y otros pueblos antiguos numerosas leyendas y creencias que continuaron vigentes durante muchos siglos, las cuales pueden rastrearse por la cultura pirenaica”. Ricardo Mur.



            No se trata hoy de entrar en los ámbitos del misterio, pero sí nos puede servir esta cita para introducirnos en otro mundo, más prosaico quizá, pero no exento también de misterios, porque los tiene, y qué bien es tener a alguien que se mete en sus entresijos escudriñando, curioseando, investigando, tirando del hilo para averiguar el porqué de las cosas, el porqué del comportamiento de las especies, tanto animales como vegetales. 



            “Yo soy yo y mis circunstancias”, decía el filósofo español Ortega y Gasset, y esto entronca con la máxima de “visión global, actuación local”, que tanto se emplea en el área del conservacionismo ambiental. Y viene a cuento de que tendremos sesgadas las conclusiones sobre el estudio de una especie si no contemplamos su entorno.



            Hoy acudimos a Montmesa, junto a la alberca de Alboré, para una doble sesión de formación ambiental con Pablo Vallés, de Huesca Naturaleza. Por la mañana, acompañado de Juan Brioso, nos descubre alguno de los secretos del bosque por el Sendero Verde; y por la tarde, con Paula, nos acerca al apasionante mundo de las grullas desde un altozano sobre el corral de Antonié, a las orillas de la alberca, que este año se ha anticipado a su llenado gracias a las últimas e intensas lluvias, lo que favorece la biodiversidad.



            Decir “alberca” es decir “depósito artificial de agua”, como dice la RAE; y decir “alboré”, aunque nos falta en la RAE, es un término que viene del árabe, y significa “tierra que no se moja”, y eso es referido a las arcillas impermeables del Mioceno, uno de los componentes de la presa del embalse de La Sotonera, del que la Alberca de Alboré forma parte, pero de eso ya tendremos ocasión de hablar en otro momento.



SENDERO VERDE

            Al tajo. A algo menos de un kilómetro de Montmesa, en dirección SW, se encuentra el inicio del circuito señalizado como Sendero Verde, donde comenzamos el paseo, que nos lleva entre campos hasta meternos ya en el pinar, no sin antes habernos asombrado ante un gran árbol solitario que queda a la derecha. Aunque es más de la temática vespertina, no podemos obviar la presencia de algunos grupos de grullas en las proximidades.




            Estamos a las puertas de un bosque de pino piñonero, de plantación efectuada tras el abandono de los huertos, a orillas del río Astón, que trae sus esencias de las Sierras Exteriores. Algo característico que hay a la entrada es un tupido cañaveral, técnica árabe, que lo protegía de las nortadas, pero que nos da ya una pista de la especie dominante de esta zona, el jabalí, que ha habilitado un pasillo entre la espesura, más o menos a la mitad de éste, para entrar y salir del descampado al bosque.



            Encontramos un corro de caracolas muertas, restos que evidencian un festín, posiblemente de mirtos o zorzales que, no teniendo el pico diseñado para romperlos, sí lo tienen para introducirlo dentro. Nada más entrar en el bosque están las señales inequívocas de rascaderos de jabalí, pero no es el habitual que emplean tras los desparasitarios baños de barro, sino que estos son para marcar territorio, y lo hacen sobre un gran pino, al que le dejan al aire también el arranque de las raíces. Lo hace el macho dominante, y con la marca que hace da a entender su tamaño y poderío; está también la marca del escudero, que es el que lanza delante cuando salen del bosque.




            Por el contorno del pinar, junto al río Astón, unas grandes praderas dejar ver la línea de tamarices, que nos indican que detrás está ya la zona pantanosa. Esta especie, que tolera bien la salinidad, es muy frecuente en el valle del Ebro dada la naturaleza de sus suelos. Aparte de este territorio lineal, estamos ante la mayor masa de tamarices de Aragón.



            Volvemos al bosque que, aunque joven, ya cuenta con elementos caídos, entre los que se puede distinguir entre los que se han muerto antes de caerse y lo contrario, y eso se demuestra si han levantado las raíces. Los primeros se han debilitado, por la razón que sea, finalmente se han secado y caído; y los segundos han sufrido algún tipo de fenómeno meteorológico, como puede ser el viento, la nieve… y al tumbarse lo han hecho levantando las raíces del suelo. Estos, si se han cortado posteriormente, dejan al descubierto los anillos objeto de estudio en dendrocronología (la edad de los árboles), con su doble línea por año, la blanca es el crecimiento de primavera, y la oscura el de otoño. Unos anillos que, generalmente, no son concéntricos, pues tienen más desarrollo en el lado sur (en el hemisferio norte, y en el sur al contrario). Esto es un indicio más de orientación en la naturaleza si lo vemos en un tocón.



            Seguimos avanzando hacia el oeste, donde un rincón del pinar alberga un corro de álamos, o chopo blanco, con la singularidad de que la inmensa mayoría tienen un tamaño y grosor aproximado, lo que no encaja muy bien al tratarse de una especie anemocoria (dispersión de las semillas por el viento). La explicación se encuentra en que hay un enorme ejemplar de varios troncos, que supuestamente es la madre de todos, cuyas raíces han brotado, dando lugar al nacimiento del resto.



            Vamos saliendo ya a terreno descubierto, pasando por terreno estepario, por las orillas de la alberca, aromatizado por el discurrir por el ontinar, donde permanece en pie una carrasca, seguramente retoño de la que fue, y que queda como testigo de la roturación de estos terrenos. Nos detenemos en ella para oír la explicación de la singularidad de sus frutos, las bellotas, y que es común en todo el género Quercus que, al contrario de los chopos, son semillas de dispersión zoocoria (a través de los animales), en este caso, generalmente a través de los ratones, que las entierran a dos palmos bajo tierra, que es donde germinan. 



            Acompañados de los reflejos del sol en la lámina de agua vamos regresando al punto de inicio, no sin antes ver el rastro de un festín del que ha sido víctima una avefría, posiblemente por parte de una rapaz, ante la impotencia de un zorro. Y con estas tomamos el vehículo para volver al pueblo.





GRULLAS EN LA ALBERCA

            Por la tarde acudimos de nuevo a Montmesa, donde visitamos el Centro de Interpretación de Aves, para salir en busca del camino de Ardisa hasta dar con la cañada real de Gurrea, y dirigirnos seguidamente a un cerro sobre el corral de Antonié, donde se tiene una vista privilegiada de la Alberca de Alboré, donde se supone que vamos a avistar bandadas de grullas que regresan a los dormideros, Y no es sólo una suposición, porque finalmente van viniendo envueltas en las habituales algarabías estas singulares aves que van a ir inundando los cielos a partir de ahora, cuando llegan de su periplo anual huyendo de las pocas horas de luz, y en consecuencia de alimento, de los países nórdicos de procedencia.



            Son capaces de volar cientos, incluso miles de kilómetros seguidos, soportando las inclemencias meteorológicas y salvando su principal obstáculo, la barrera pirenaica. Viaje que hacen también entre finales de febrero y primeros de marzo hacia el norte de Europa y países bálticos, motivados por el impulso hormonal, pero no todos los ejemplares, porque los más jóvenes, los de año, aquellos a los que no se le han despertado las hormonas, no teniendo que procrear en las altas latitudes, prefieren pasar por aquí todo el año.



            La tarde va cayendo mientras despedimos al sol y saludamos a la luna, a tan solo unas horas del plenilunio, que viene acompañada de Júpiter y las cuatro lunas visibles con el telescopio. De este modo damos por terminada esta doble sesión en una jornada en la que nos hemos sentido más cerca del medio natural que tantos secretos esconde.





Bibliografía:

Pirineos, montañas profundas. Ricardo Mur. Editorial Pirineo (2002)

 

Web:

Hoya de Huesca 

Huesca Naturaleza 

Ayuntamiento Lupiñén-Ortilla 

SIPCA 

MNCN.CSIC 

Wikipedia 

Wikiloc  

RAE 

Fundeu 

IGN

Geamap 

Hijo de la Tierra 

El Pirineo no se vende


Las fotos con sus comentarios


sábado, 25 de noviembre de 2023

Top25 Refugios. Rutas por el entorno del refugio de Lizara

 Año XII. Entrega nº 847


TOP25 Refugios
Mapa excursionista 1:25 000
Sábado, 25 de noviembre de 2023

            De la mano de Prames, la serie Top25 hace años que se viene incrementando con nuevas publicaciones, como el reciente del Anillo de Sobrepuerto. Es un producto ligero, manejable y práctico, que se hace imprescindible llevarlo en la mochila. Consta de dos elementos, el propio mapa a escala 1:25 000 y un libreto en el que se explican someramente las rutas. Y no sólo se van publicando nuevos, sino que se van renovando los más antiguos en el formato en el que se van editando las novedades (17x12).  




            Éste que presentamos es el primero de una nueva serie: Top25 Refugios, que incluye rutas y ascensiones en el entorno de los refugios. Y comenzamos con el lanzamiento de Lizara, con 10 rutas, y la vocación de que sea el primero de otros que puedan ir llegando. Esta serie, cuyos ejemplares vienen también protegidos, consta del mapa 1:25 000 en una cara, y en la otra las rutas, ilustradas con una imagen, con el correspondiente MIDE y datos técnicos. 



            Recoge rutas más ampliamente detalladas en el libro Los Valles Occidentales del Pirineo aragonés, más bien a modo de consulta, ya que el presente formato de Top25 Refugios aporta más comodidad. En el término municipal de Aragüés del Puerto y perteneciente a la Mancomunidad Forestal del Valle de Aragüés del Puerto y Jasa, en pleno circo se encuentra este refugio de montaña, que está gestionado por la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM). El paraje de Lizara forma parte de un entorno privilegiado, siendo uno de los cuatro valles del Espacio Natural Protegido, declarado a finales de 2006 como Parque Natural de los Valles Occidentales. 



            El refugio de Lizara está situado a 1 540 msnm, fue inaugurado en 1989. Con acceso en vehículo hasta el mismo refugio, permanece abierto todo el año, disponiendo de 75 plazas en habitaciones con literas y baños con duchas de agua caliente, así como servicio de comidas, calefacción, mantas, taquillas, calzado de descanso, aula polivalente, puesto de socorro y cocina libre. Gracias al modelo de gestión ambiental que se lleva a cabo, desde 2004 dispone del certificado ISO 14001. Central de reservas.



            Es punto de partida de numerosas actividades en diversos ámbitos, como escalada, ferratas, raquetas, esquí de fondo, barrancos, espeleología, ciclismo… o el simple disfrute familiar por el entorno, visitando los restos megalíticos, tan abundantes en el Parque Natural. Pero lo más popular quizá sea el senderismo y las ascensiones a los grandes macizos que dibujan el horizonte, y que conforman un paisaje salvaje y acogedor al propio tiempo. 



            En época invernal nos ofrece en los llanos la posibilidad de disfrutar con raquetas o de hacer esquí de fondo, y por los alrededores, el esquí de montaña, tan extendida su práctica últimamente. Más frecuentado en época estival, y contando con las poblaciones del valle, que muestran su arquitectura popular montañesa, se ofrecen sendas rutas que las circundan, además de unirlas con el refugio, tanto por el fondo del valle como por las sierras que lo conforman, la de Gabás y Maíto, al oeste, y la de la Estiva al este, disfrutando de excelentes vistas sobre los macizos que cierran el circo y otros a uno y otro lado de ellos.






            El refugio es centro neurálgico de senderismo, no en vano es punto de acogida del GR 11, o Senda Pirenaica, en sus etapas 10 y 11 (entre la Mina y Candanchú) y su variante GR 11.1, en sus etapas 2 y 3 (entre Oza y Canfranc), señalizadas recientemente como Sendero Turístico de Aragón, así como de la Senda de Camile, para lo que se puede hacer uso de él en nuestra ruta, o planear otras por los alrededores. 





            Pero el buque insignia de la zona es el Bisaurín que, con sus 2 670 msnm es la cima más alta de la cordillera desde que nace en el Cantábrico. Junto con el Fetás, forman un macizo inconfundible al noroeste del refugio. En dirección contraria, se alza el macizo de Bernera, con varias cotas también de interés, como la punta Alta de Napazal, peña del Mediodía, Ruabe de Bernera, Bozo de Bernera o el O l’Ibón.




            Saliéndonos de los límites geográficos propios del valle, hacia el oeste, a través del collado del Foratón tenemos paso hacia el barranco homónimo y todo el mundo Taxeras, Agüerris, Costatiza, Gabardito… Y hacia el este, alcanzando el collado del Bozo podemos asomarnos a la cabecera del valle de Aísa, cuyo circo está formado por los macizos de la Liena del Bozo, Liena de la Garganta y el Aspe.


Todo un mundo de montañas para disfrutar. 



 *Las publicaciones de las rutas, así como de los track, no suponen asumir responsabilidad alguna sobre el uso que de ello conlleve.







Bibliografía

40 rutas y ascensiones por los Valles Occidentales del Pirineo aragonés. Chema Tapia. Prames (2022)

Web:

Red Natural de Aragón

Senderos Turísticos de Aragón 

FAM

Senderos FAM

Montaña Segura

Refugio de Lizara

Albergues y Refugios

Librería Prames

Senda de Camille

Hijo de la Tierra

Ruta 1. Aragüés-Aragüés

Ruta 2. Jasa-Jasa

Ruta 3. Jasa-Aragües-Lizara

Ruta 4. Lizara-Aragüés, por Gabás y Maíto

Ruta 5. Lizara-Jasa, por la Estiva

Ruta 6. Ibón de Estanés, por el valle de los Sarrios

Ruta 7. Bisaurín, por la vía Edelweiss

Ruta 8. O l’Ibón, Ruabe, Bozo y Bernera  

Ruta 9. Circular Bernera por Ruabe y Puntal d’o Bozo

Ruta 10. Circular Bisaurín por Estanés y el Rincón de la Roya