Año XII. Entrega nº 841
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Camino de Turieto. Del libro Bellezas del Alto Aragón
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IXOS MONS
Torla - Pradera de Ordesa Martes, 31 de octubre de 2023 |
“En su desarrollo, por entre los bosques, el camino de Turieto es menos monótono de lo que pudiera suponerse: los murciélagos vuelan por entre las ramas, tras los árboles se alcanza a ver la orilla opuesta desgarrada por barrancos profundos, donde las aguas, después de las tormentas, corren jugando locamente. Restos de antiguos talleres de sierra están señalados por calvas en el monte; es lamentable que este valle, que debería ser respetado y atendido como un parque nacional, sirva de teatro a actos vandálicos que entristecen el ánimo”. Lucien Briet.
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Casa Oliván. De la web todocoleccion.net
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Se entendería que alguien que haya leído este primer párrafo se quedara perplejo por su contenido, especialmente la parte final. Como se indica, viene de la pluma de Lucien Briet (1860-1921), “publicista y gran conocedor y entusiasta admirador del Alto Aragón… que contribuyó notablemente con sus relatos a la divulgación de las maravillas de nuestras montañas, sus pueblos y sus costumbres”. Para completar el puzle, y comprender mejor sus palabras, añadiremos que, aunque está extraído de una publicación de 1977, su original es de 1913, es decir, cinco años antes de ser declarado Parque Nacional del Valle de Ordesa, el segundo de España, por pocos meses, tras el de la Montaña de Covadonga, hoy de Picos de Europa.
Mapa del valle de Ordesa. Del libro Por el Pirineo aragonés (rutas del Sobrarbe y Ribagorza)
También el aragonés cambiaría de nombre tras la ampliación en 1982, pasando de las 2200 Ha iniciales del valle, a las 15 608, al incluir el Cañón de Añisclo, la Garganta de Escuaín y la cabecera del valle de Pineta, pasándose a llamar Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Desde esta última fecha, han sido varios los intentos para llevar a cabo una nueva ampliación, y hacerla coincidir con el perímetro de la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala, declarada por la Unesco en 1977, la segunda de España, con 51 396 ha, ampliadas a las 117 364 actuales en 2013.
Mucho han cambiado los tiempos en estos últimos 110 años, comenzando por la declaración de Parque Nacional en 1918 y su ampliación en 1982, lo que significó un gran hito conservacionista, y no solo por la ampliación en sí misma, sino porque se salvó el Cañón de Añisclo de yacer bajo las aguas de un embalse. Lo que comenzó siendo una restringida difusión, tanto de Briet, como de otros precursores pirineístas, se ha convertido, al cabo de un siglo, en una masiva divulgación, dando pábulo al postureo en las RRSS, atrayendo del orden de 600 000 visitantes anualmente, cumpliéndose la regla de que, a más afluencia de público, más baja el listón medio de civismo en cotas bajas y de preparación para la práctica de actividades montañeras en las altas, lo que incide en la conservación de tan excelso territorio.
Los cuatro valles citados, que confluyen en el macizo de Treserols (Cilindro de Marboré, Monte Perdido y pico Añisclo) marcan los accesos carreteros al parque, pero el que se lleva la palma, sin duda, es el del propio valle de Ordesa, al que se accede desde Torla en vehículo hasta la Pradera, salvo en época estival y otras fechas señaladas, que está restringido a los autobuses lanzaderas desde el Centro de visitantes y punto de información, situado en Torla. Es la Pradera la que se toma como punto de inicio de paseos, largas excursiones o más comprometidas ascensiones a sus montañas. Pero también se puede tomar como punto final o de paso, si se inicia la marcha en el propio Torla, como proponemos aquí hoy, que nos marcamos la llegada a la Pradera por Turieto, abriendo una circular para subir por el Alto, y regresar por el Bajo.
Tras un largo verano de altas temperaturas y pertinaz sequía, la retirada del anticiclón que lo causaba ha dado paso a un tren de borrascas, que está aportando cantidades ingentes de lluvia que, tras ser absorbida por el reseco suelo, está aportando gran caudal a los torrentes y ríos. Un tren que trae algún vagón vacío, y que hay que aprovechar para echarse al monte. Partimos de Torla por el GR 15.2, que se desprende del original en Broto y sube hasta la conexión con el GR 11 en el puente de los Navarros. Cruzamos el puente de la Glera, construido en mampostería y que facilita el paso sobre el río Ara, que antiguamente servía para acceder al camino que lleva a los pastos de Ordesa, y que ahora se ha quedado para uso casi exclusivo de caminantes.
Tras cruzar el río, se circula junto a él por ancha pista, algo menos de media hora, hasta que indicaciones del parque nos introducen ya a Turieto, y en un cuarto de hora más dejamos el GR 15.2, que va al puente de los Navarros, para seguir por el GR 11, que de allí viene. Enseguida abrimos la circular para tomar el ramal de Turieto Alto. Continuamos por el bosque, sin apreciar mucho el cambio cromático, pues predominan las coníferas y los bojes. Un corto desvío nos lleva a un vertiginoso asome sobre el fondo del valle, y más en concreto, sobre la confluencia del río Ara con el Arazas, que le rinde cuentas. La subida se va convirtiendo en delicioso tránsito de la mano de la curva de nivel. Ya van apareciendo las hayas, que aportan color a los intensos verdes del musgo que flanquea el camino. En ligero descenso ya, llegamos al fondo del valle, donde nos espera el cruce de un ramal del caudaloso río, que no nos lo pone fácil.
Tras ello, y rodeados de grandes ejemplares de hayas que van perdiendo ya poco a poco la vitalidad en las partes visibles, alcanzamos el sendero adaptado, que nos lleva a cruzar el puente de los Cazadores, y en cuatro pasos a la Pradera de Ordesa que, con sus 1320 msnm, es nuestra cima de hoy. Dos horas y media tranquilas, hasta aquí.
Una cima, muy plana ella, que encontramos repleta de coches y de gente. No sabemos lo que opinaría “mesié” Briet. Bocado, trago y de vuelta, repitiendo itinerario hasta la bifurcación de los caminos de Turieto, disfrutando del devenir impetuoso de las aguas “soasinas” bajo la mirada ocre de las hojas en su debilidad, en su bellísima decrepitud. Abrimos, pues, de nuevo la circular, para regresar por el camino de Turieto Bajo, más pegado al río, lo que nos permite asomarnos a él en diversas ocasiones; la primera, para visitar el monumento a uno de los precursores pirineístas, Luciano Briet, como figura en su discreto, pero emotivo memorial, “en homenaje de admiración y gratitud al cantor del valle de Ordesa” junto al puente que lleva su nombre. Otros tres asomes sucesivos para sentir el rugir de las aguas, en las cascadas de los Abetos, Tamborrotera y Molinieto, cercana esta última ya a rendirlas al río Ara.
Enseguida cerramos la circular, convergiendo con el arranque de Turieto Alto; y en poco, también, dejamos las señales del GR 11 para tomar las del GR 15.2 por el mismo sendero, itinerario común con el de ida, que abandonamos siguiendo las indicaciones que nos llevan a cruzar el río por tres pasarelas y salir a la carretera para recorrerla durante kilómetro y medio, precio que hay que pagar por no repetir itinerario.
Finalmente, llegamos a Torla tras 4 horas y 40 minutos de auténtico disfrute, recorriendo 14,3 km, y salvando un desnivel acumulado total en torno a los 485 m D+/-.
Bibliografía:
Por el Pirineo aragonés (rutas del Sobrarbe y Ribagorza. Cayetano Enríquez de Salamanca. Editado por el autor (1974).
Bellezas del Alto Aragón. Lucien Briet. Diputación de Huesca (1977)
Web:
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala
Ministerio de Asuntos Exteriores
Ministerio para la Transición Ecológica y el reto Demográfico
Red Española de Reservas de la Biosfera
SIPCA. Gobierno de Aragón
Senderos FAM
Excursiones por Huesca
Todo colección
Wikipedia
Wikiloc
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Geamap
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El Pirineo no se vende
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