domingo, 6 de octubre de 2019

Néouvielle, un mundo granítico entre lagos

AQUERAS MONTAÑAS
Néouvielle (3091 m)
Sábado, 5 de octubre de 2019



         En el valle de Neste Couplan, subsidiario del de Aure, se encuentra uno de los rincones más bellos del Pirineo Francés, al que se accede a través de una sinuosa carretera de montaña partiendo de la localidad de Fabian, próxima a la de Aragnouet, al otro lado del túnel de Bielsa. Allí, donde maridan en perfecta armonía los mundos graníticos y lacustres, surgen los primeros como grandes promontorios, y los segundos como apacibles extensiones de agua a sus pies, combinando lo vertical y lo horizontal, todo un simbolismo. Allí, una docena de esas montañas superan la mítica altura de los tres mil metros, reflejando sus afiladas siluetas en numerosos lagos por encima de los dos mil. Allí, un bello conjunto se ofrece al visitante, encuadrado en la Reserva Natural de Néouvielle.

            Allí. Allí hemos ido, dando cumplimiento al Calendario de Actividades del CP Mayencos, que virtualmente ha subido al techo del macizo, el Néouvielle, de 3091 metros, su flamante, y todavía virtual, Insignia de Oro de la Federación Aragonesa de Montañismo, concedida a la trayectoria de los cincuenta años de montaña del club.

Con el objetivo a nuestra espalda, listos para salir

Al regreso en la gran mesa orientadora
            Sí, decimos virtual porque no se nos será entregada hasta el 25 de este mes de octubre en la tradicional Cena de la Montaña, que anualmente se celebra, y donde se conceden diversas distinciones por otros tantos motivos, recayendo este año en nuestro club una de esas máximas distinciones. Pero eso no ha sido óbice para que lo vayamos celebrando, y lo hemos hecho con esta ascensión, por otra parte programada ya en el citado calendario, y culminada con éxito por los 19 mayencos que en esta ocasión han acudido a la convocatoria.


Progresando en el comienzo de la ruta

ASCENSIÓN
Conforme se va tomando altura cambia la perspectiva
            Si en este caso obviamos el epígrafe de “APROXIMACIÓN”, es porque se llega en vehículos hasta el mismísimo parquin del Lac d’Aubert, a unos 2150 metros ya de altitud. A orillas de dicho lago da comienzo la ascensión al Néouvielle, máxima altura de este gran macizo homónimo, con sus 3091 metros. Al filo del alba, el cruce por la presa del lago es el único momento de respiro, ya que culminado este, se empieza a empinar el sendero que en los primeros compases transcurre por terreno de tierra acompañado de grandes matas de rododendro. Pero enseguida se termina lo bueno, ya que pronto somos pasto del tirano mundo mineral, introduciéndonos en unos interminables campos de bolos, grandes bloques de granito que hay que ir sorteando para poder progresar.

Entre bolos

Nieve joven sobre "Néouvielle", que significa "nieve vieja"
            El camino está plagado de hitos. Varios itinerarios se van abriendo a la vista, debiendo elegir entre todos ellos, no pareciendo mejor cualquiera que los demás. Todo un monótono escenario sin apenas referencias, salvo esa gran brecha de Chausenque, nombre que le dio el primero en ascender esta montaña, que lo hizo junto con Teintu en 1848. Conforme  vamos ganando altura van apareciendo pequeñas manchas de nieve que se conserva todavía de estas últimas borrascas. Una nieve dura que hace extremar la precaución para que no sea ella la que dirija nuestros pasos. Aún permanecen grandes extensiones de nieve del último invierno, y que sustenta esos pequeños corros de la nueva, ofreciendo una creativa paleta monocromática en tonos blancos y grises, el vivo nuevo sobre el más apagado viejo.

Últimos compases por la ancha chimenea

Lac d'Aumar y sus reflejos
            El grupo va progresando a distinto ritmo, lo que obliga a ir haciendo alguna parada para reagruparse. Los últimos compases discurren por una empinada y ancha chimenea que obliga a extremar la atención, y que entre tres horas y tres horas y media, desde el arranque, nos conduce a la cima. Una cima un tanto incómoda, ya que no se trata de una plataforma uniforme, sino de la culminación de esos grandes bloques de piedra que con sus afiladas aristas desafían a los cuatro elementos que erosionan estas montañas. Una enorme satisfacción, como siempre, al vernos conquistados por otra de las grandes, y que nos ofrece unas vistas extraordinarias sobre nuestro entorno. Por una parte, esa cantidad de lagos a nuestros pies; y por otra esas montañas pirenaicas, entre las que destacan la Munia, Monte Perdido, Cilindro de Marboré, Torre, Casco, Brecha de Rolando, Bazillac, Taillon, Gabietos…, pero el que más llena el espacio el gran macizo del Vignemale, desde aquí, o Comachibosa desde allí, porque bilingüe es.

Entre las espectaculares vistas, destaca el cordal de las Tres Sorores,
Monte Perdido, Cilindro, Torre, Casco, Brecha, Bazillac, Taillon, Gabietos...,
pero especialmente el macizo del Vignemale

DESCENSO
Comienza el descenso
            Tras media hora pasada en cumbre, y las fotos de rigor, se da comienzo al descenso, con más cuidado, si cabe, que el tenido para subir. Desandamos lo andado hasta el mismísimo arranque, que ahora hace de final, algo que hacemos en otras tres horas, dando así por terminada otra extraordinaria jornada de alta montaña pirenaica, tras haber recorrido algo más de 8 km, en poco más de 7 horas de tiempo total, del que la mitad ha sido en movimiento, con un desnivel acumulado próximo a los 1000 metros.


Más fotos y el track