Año XIV. Entrega nº 939
IXOS MONS
Circular Ginaste, Montanuy, Vilaller
Martes, 6 de mayo de 2025
“La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos unos a otros y nos juntemos; la educación hace que seamos diferentes y nos alejemos”. Confucio.
Gran filósofo de la convulsa China de hace veinticinco siglos, legó su doctrina basada en un sistema de pensamiento con tintes religiosos y morales, que sus seguidores predicaron a su muerte. La cita que traemos hoy aquí guarda estrecha relación con la cuestión que nos asalta siempre antes de afrontar el análisis de un problema, y la pregunta es: aquello de lo que se discute, ¿es biológico o cultural?, porque las connotaciones y el prisma son completamente diferentes. Como dice Confucio, lo biológico nos une, y lo cultural nos separa. De modo que, sin renunciar a nuestra cultura, demos mucha más importancia a lo biológico, porque… no somos tan distintos, es más, somos iguales, pertenecientes a la misma especie.
Francamente no sé a qué viene esta reflexión, porque no tiene mucho que ver con lo que hoy queremos contar… o quizá sí, si tenemos en cuenta que estamos en los límites orientales del Alto Aragón, incluso los sobrepasamos en algunos tramos.
Bueno, a lo nuestro. Ginaste, desde donde abrimos y cerramos la circular es una de las dieciséis pedanías de Montanuy, un amplio municipio que linda con el catalán de Vilaller, por cuyo término discurre una parte de este itinerario. Partimos pues en una fresca mañana, con aire de puerto, para ponernos ya en marcha en dirección al coll de la Forca, para el que nos quedan, según la tablilla, dos horas. Veremos. Son señales con la estética de los Senderos Turísticos de Aragón, pero no llevan su señalética, ni están catalogados con numeración alguna.
Pronto somos los transeúntes de un camino tradicional lleno de encanto, por entre muros de piedra y arbustos, que hacen liviano el caminar. De vez en cuando encontramos chapas que nos confirman que seguimos bien la ruta. En uno de los claros se ofrece un panel para interpretar el paisaje, ocupado por Ginaste, Vilaller junto al río Noguera Ribagorzana, y Casós al fondo, rodeados de unos campos pletóricos de un verde fosforito.
Al compás de la sonoridad del barranco de Riupedrós, lo vamos acompañando, cruzando unos cuantos arroyos, hasta salir a una pista a la altura de Seu de Baix, que vamos siguiendo hasta llegar ya al coll de la Forca, que da vista a la parte occidental de la Serra, por cuyo lomo discurre el PR-HU 102, al que aquí, en el collado, nos abrazamos. Vamos siguiendo por la divisoria que, rodeados de jaras, nos sube hasta la ermita de San Aventí, habiendo dejado atrás el collado de Benifons, en donde nos cruzamos con el PR-HU 101 o Ruta de los Pueblos.
A poco más de tres horas de la salida, llegamos a la ermita, y lo que nos llama la atención es la cantidad de varas que hay en el interior, a los pies de la nave, y que se debe a que el santo es el patrón de los cojos, y para eludir ese mal, la dejan los romeros de Montanuy y de Escané, que suben el 14 de junio. La tradición cuenta que si te llevas alguno llegarás cojo a casa.
Comenzamos el descenso, hasta dar con la carretera local de Montanuy a Escané, muy próximos ya al mirador de la Cámara, acompañado de antenas y un canal. Hay dos paneles, el que da al norte, está situado en una terraza donde se yergue el memorial de Pau Donés (1966-2020), hijo de estas tierras. Seguimos, con clara orientación ya hacia Montanuy, acompañados del GR 17 o Camino de Santiago Vía Arán-Pirineos desde el pilaret de San Miguel, donde se une al PR-HU 102 que traíamos, y que ambos nos van bajando hasta la capital del municipio.
Atravesamos el casco urbano, en el que destaca la parroquial de San Marcos, para continuar con las marcas rojiblancas, bajando hasta las cercanías del río Noguera Ribagorzana, donde nos incorporamos al paseo de Riberaigua, en dirección a Vilaller. Se deja a la izquierda lo que queda del viejo molino, y poco a poco, del brazo del río y, sin cruzarlo, entramos en la población, por el barrio de Aragón. Continuamos por la estrecha carretera, que nos da la opción de tomar un sendero contiguo, por el que se circula con más serenidad.
Se llega a un lugar con varios puntos de interés. Por una parte, un área recreativa, la de Santa Lucía, enfocada especialmente a los más pequeños. Nos sorprende el monasterio ortodoxo de Santa Parascheva, viernes en rumano, que es el día del sacrificio de Jesucristo. Enfrente, una ermita de lo que queda del santuario de Riupedrós, cuya primera mención se encuentra en el año 955, lo que indica que ya en el siglo X se veneraba en este valle de Barrabés a la Madre de Jesús. En este mismo siglo se data la necrópolis de San Pedro, a la orilla del río, con tumbas antropomorfas.
En menos de media hora ya, llegamos a Ginaste, principio y fin de la ruta, a cuyo casco urbano entramos por la parroquial de San Esteban, de románico tardío. De esta población, el historiador Antonio Ubieto nos cuenta que la primera mención que encuentra es en febrero de 869, “cuando el monje Domaredo dio al monasterio de Alaón una heredad en Genestario”. (Corral, Cartulario de Alaón, p. 53-54, nº 46)
Precioso y variado itinerario por la geografía y la historia de estos lugares, recorriendo 15,8 km en 6 horas y 10 minutos, con un desnivel acumulado de en torno a los 780 m D+/- (Wikiloc: 670 m D+/-), habiendo alcanzado la altura máxima de los 1547 msnm de lo alto de la Sierra (PR-HU 102).
BIBLIOGRAFÍA
Historia de Aragón. Los pueblos y despoblados II. Antonio Ubieto. Anubar (1985)
RECURSOS DIGITALES
Las fotos, con sus comentarios, y el track
Nota: La publicación de la ruta, así como del track, constituye únicamente la difusión de la actividad, no asumiendo responsabilidad alguna sobre el uso que de ello conlleve.