Peñas Juntas (500 m)
Espolón de la Virgen (845 m)
Sábado, 22 de abril de 2017
Nunca unas vías ferratas habían
estado visitadas por tanta y tan buena gente… bueno, que sepamos. Lanzar una
convocatoria para ascender dos de ellas, y recibir diecinueve inscripciones, es
verdaderamente sorprendente, pero la constatación de que son de baja dificultad, y de que
todos somos experimentados en estas lides nos ha animado a no dejar fuera a
nadie, pero hay que reconocer que ha sido todo un reto, de organización, y
sobre todo de desarrollo. Cumplimos así otra nueva salida del programa de la
Sección de Montaña del CP Mayencos.
Bierge, desde el camino a la ferrata |
Nada que hacer |
Y es que una buena forma de
rascarnos las escamas del invierno y de que aparezcan los nuevos brotes primaverales,
es la de comenzar una nueva temporada envueltos en la magia del mundo de las vías
ferratas, porque es el único modo de progresar por verticales paredes,
superando extraplomos, cruzando barrancos a varios metros del fondo,
ascendiendo a cotas no siempre posibles, alcanzando atalayas de indiscutible
valor como verdaderos balcones sobre la redolada y más allá. Y todo ello, con
la máxima seguridad, porque siempre, siempre, tenemos a nuestro alcance una línea
de vida o cualquier otro elemento para sujetar, al menos, los dos puntos de
anclaje de nuestro disipador, cuando no un tercero complementario.
Camino del arranque de la vía |
Comienzo de la ferrata |
Peñas Juntas. Bueno, allá que nos vamos. ¿A dónde?
A la Sierra de Guara, que tiene muchos encantos, y uno de ellos es éste. En el
término municipal de Bierge, junto a su principal núcleo de población, se halla
la primera de ellas, la de Peñas Juntas, y es porque su nombre le hace
justicia. Se trata de dos peñascos sobre el río Isuala, cuyas aguas bajan ya
mansas de los estrechos del Balcels, a engrosar por la izquierda las del
Alcanadre.
Disfrutando |
Asomados al espolón |
El acceso con vehículo se puede
hacer por varios sitios, debiendo de conocerlos, ya que la señalización es
bastante exigua. Finalmente se llega al final de la polvorienta pista, debiendo
bajar andando hasta el fondo del río para comenzar la ferrata, que lo hace ya
de entrada por uno de los tres pasos tibetanos, para seguir por unas grapas,
que te suben a una estrecha plataforma, tras de la cual hay que descender para
continuar pegados a la pared y encaramarse a otro de los pasos, el más largo, en
los que el equilibrio se pone a prueba. Terminando éste, llegamos a un tercero,
que nos vuelve a pasar al margen derecho del río.
Pegados a la pared |
Conexión entre el segundo y tercer paso tibetano |
A partir de aquí, seguimos ya por
el sendero vertical de grapas, siempre unidos a nuestra línea de vida. Un
resalte saliente nos da asome a la vertical sobre el río y los dos últimos
pasos, pudiendo observar la progresión de los compañeros que vienen detrás.
Unas cuantas grapas más y llegamos a una explanada, donde termina nuestra
aventura. Esperamos la llegada de todo el grupo y tomamos un sendero que nos
lleva al camino de bajada, para subirlo hasta los vehículos. Ferrata con 200
metros equipados y 80 de desnivel, calificada por los usuarios como K1.
En plena faena ya |
Espolón de la Virgen. Sin cambiar de término municipal,
nos desplazamos hasta el fondo del valle para llegarnos a Rodellar, la meca de
la escalada deportiva. En ese ambiente está enclavada nuestra siguiente vía
ferrata, la del Espolón de la Virgen. Hay que pasar por varios sectores para
llegar hasta el fondo del río, el Mascún, que también viene de divertirse lo
suyo y que también engrosa al Alcanadre por su izquierda. Un par de veces hay que cruzarlo para llegar a la surgencia. Un poco más
adelante, justo enfrente de donde se rinde el barranco de Andrebot, parte esta segunda
ferrata, la del Espolón de la Virgen, que en ningún momento pierde su
verticalidad, espectacular verticalidad, que se asoma sobre el Mascún.
El hoy reseco Mascún inferior |
Espolón |
Cuando termina la ferrata
encontramos una amplia plataforma, cercana al sendero de bajada, pero si
queremos terminar en la ermita de la Virgen del Castillo, nos queda todavía un
corto tramo con alguna grapa, que nos sube ya a la explanada cimera, con un
panel informativo y un pequeño espacio para descansar. Nos agrupamos en torno a
la ermita, cuyo interior no se puede visitar, y comenzamos el descenso por el sendero,
que nos mete en el barranco de la Virgen, para subirlo y dirigirnos ya a
Rodellar. Esta ferrata, catalogada por los usuarios como K2, tiene también como
200 metros equipados, y 130 de desnivel.
De esta manera damos por
terminada esta jornada de senderos verticales y ferrados, coronada en torno a
una buena mesa, en la que se repasan las experiencias de cada uno, y cómo no,
se contemplan nuevos proyectos.
Álbum completo en Facebook: https://www.facebook.com/chema.tapiagr/media_set?set=a.1418416451514407
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