martes, 17 de septiembre de 2019

Integral ermitas de Arnedillo, círculo de santidad

IXOS MONS
San Zoilo (650 m) 
Sgdo. Corazón de Jesús (765 m) 
San Miguel (765 m) 
Nª Sª de Peñalba (800 m) 
San Tirso (685 m) 
Santiago (655 m) 
San Andrés y San Blas (665 m) 
S. Servando y S. Germán (650 m) 
Virgen de la Torre (685 m) 
Lunes, 16 de septiembre de 2019



            Arnedillo, localidad de La Rioja Baja, situada entre las sierras de Hez y Peñalmonte. Regada por el río Cidacos como a mitad de los 80 km de su recorrido. Un río que al abandonar la población, lo hace estrechado por el Zopín y la Peña del Castillo, a cuyos pies está lo que le da nombre, las ruinas del viejo castillo, ya descrito en el siglo XII, cuando el rey Alfonso VIII de Castilla donaba a la catedral de Calahora y su obispo Rodrigo, la villa y el susodicho castillo, usado a posteriori como residencia de verano de los sucesivos prelados.

Arnedillo, y al fondo el Zopín y la Peña del Castillo

Puente medieval y torre del castillo detrás del cementerio
            Enclavado en un espectacular escenario, rodeado de sierras, que le aportan un microclima especial, pero por lo que se ha ganado la fama desde hace tiempo es por aflorar en su término unas aguas termales a más de 50º C. https://chematapia.blogspot.com/2013/10/arnedillo-y-los-cuatro-elementos.html. De siglos de historia, muy mal lo han tenido que pasar sus habitantes a lo largo de todo ese tiempo porque se ve rodeado de una cantidad inusitada de ermitas y cruces en sus alrededores. No siendo apasionado ni de unas ni de otras, sí lo estamos del monte, y como es ahí donde se encuentran, es ahí donde hemos ido para unirlas en una bonita circular, que se nos ha antojado hacer para conseguir la integral, pero todos los puntos visitados se pueden hacer de forma individual y con menos mucho esfuerzo.

 
Hotel SPA Balneario Arnedillo
CAPILLA DE SAN ZOILO
Capilla de San Zoilo, en el interior del balneario
            Se encuentra en la primera planta del edificio principal del SPA Balneario. Está dedicada a San Zoilo, uno de los primeros mártires cordobeses, que era de familia noble y cristiana, dando fe pública de ello, por lo que, junto a otros compañeros, fue martirizado en el siglo III. Tras un cruce de mutuos reproches relacionados con la verdadera religión, si los dioses a los que adoraban los romanos, o la nueva instaurada por Jesucristo, fue Daciano el que lo mandó martirizar de diversas formas, y como permaneciera inalterable, finalmente mandó rasgarle la espalda y sacarle los riñones, permaneciendo vivo aún con todo, según la tradición, por lo que fue degollado por el propio Daciano en un ataque de ira y de furia. La Iglesia Católica lo considera el abogado del mal de riñones. ¿Tendrá ello vinculación con alguna de las propiedades balnearias?

 
Bucólico sendero tras el balneario

MIRADORES Y CAPILLA DEL SAGRADO CORAZÓN
Primer mirador de los Gurugús
            En las faldas del monte de la Encineta, justo detrás del edificio balneario, encontramos dos miradores. Desde el lateral del Parque Termal se toma un camino entre árboles, que en pocas decenas de metros nos sitúa en el primero de los dos de los Gurugús que, situado a unos 675 metros no habremos subido más de 25. Desde él se tienen buenas vistas sobre el río y las pozas naturales habilitadas por el ayuntamiento. Si nos ha parecido suficiente este corto paseo, podemos tomar el sendero que baja al río, para continuarlo y cruzar el puente de la Inmaculada, ya junto al casco urbano de Arnedillo.

Vista desde el primer mirador
Mirador alto, con el pueblo a sus pies
            Si estamos en condiciones de seguir, en dirección al monte sale un ancho camino que sube perpendicular al terreno de bosque, y que al ser muy pronunciado, se hace más aconsejable tomar el sendero que sale a la izquierda, pero por encima del que hemos mencionado. A través de unas cortas zetas alcanzamos el segundo mirador, con la misma estética que el primero, situado ya a 715 metros. Ganamos ya perspectiva sobre el entorno, especialmente sobre la zona de huertas. Desde aquí hay dos opciones, volver al primero o continuar por el sendero que nos lleva a nivel, por un barranco hasta su comisura, para ir ascendiendo ya hasta nuestro tercer mirador, el del Sagrado Corazón de Jesús, dotado de mesas cubiertas y una gran cruz, dominando el pueblo. Estamos ya a 760 metros, y un poco más arriba encontramos la capilla homónima, todo ello entre el pinar.

Mirador del Sagrado Corazón de Jesús
            Continuamos por el sendero del lateral de la capilla, y pronto se nos abre la vista hacia el NE, con la Peña del Castillo, Cogotombilla y Peñalba, con la ermita de San Miguel, nuestro siguiente objetivo, que para alcanzarlo, deberemos bajar por las zetas que nos ofrece el camino, hasta el sendero del río, que lo tomaremos a la derecha.
 
Capilla del Sagrado Corazón de Jesús


ERMITA DE SAN MIGUEL
Ermita de San Miguel
          Una vez en el fondo del barranco seguiremos hacia arriba, cruzamos un discreto, pero bonito puente para ya en el otro margen continuar la ascensión. Alcanzamos el sendero que viene de la ermita de San Andrés, que visitaremos a la vuelta. Tomamos el indicativo “Ermitas 2”. Dejamos unas bancadas de olivos a la derecha y alcanzamos finalmente la ermita de San Miguel, edificada en el lugar donde se encontraba la antigua del siglo XVI. San Miguel Arcángel es considerado por la Iglesia Católica como el que encabeza los ejércitos contra el mal. Se encuentran referencia ya en el libro del Apocalipsis (12, 7-9).

Proximidades de la ermita de San Miguel, con la Peña del Castillo al fondo

            El sábado más cercano al 29 de septiembre se celebra la romería. Porque es ese el día del santo, y en ámbitos esotéricos podemos decir que con él se da comienzo al signo cardinal de Libra, y en consecuencia al otoño. En cuanto a los elementos, ejerce influencia sobre el fuego, como consumación de los otros tres, al igual que los frutos lo son de la estación.
  
Pozo nevero

ERMITA DE Nª Sª DE PEÑALBA
Peñalba, sobre la ermita homónima
            Continuamos nuestro periplo en dirección a la ermita de Nª Sª de Peñalba, no sin antes detenernos en el pozo nevero, puesto en valor con un cercado de madera y un panel informativo. De tipología municipal, servía para almacenar la nieve y darle uso en el estío, acarreándola con caballerías hasta el pueblo, considerado, como otros muchos, uno de los oficios tradicionales perdidos ya en la actualidad.

Ermita de NªSª de Peñalba

Peña Isasa y Peñalmonte
            Tras una corta subida, en poco ya estamos en los 800 metros, el punto más alto de nuestro circuito. En una pequeña explanada se levanta la citada ermita, dominando todo el barranco por el que hemos subido y todo el ancho valle ya del Cidacos, como también Peñalmonte (1276 m) y la de Isasa (1474 m). Se trata de un pequeño edificio de mampostería remozado, de estilo mozárabe, cuyos orígenes datan del siglo X. A continuación, volvemos sobre la pista y continuamos hacia el sur, dejando a mano izquierda un ramal que nos llevaría hasta la Vía Verde, y que constituye una buena ocasión para el regreso.
  
La ermita de Nª Sª de Peñalba bajo el Cogotombilla

ERMITA DE SAN TIRSO
Sendero de acceso a la ermita
            Pero si queremos continuar, lo hacemos para completar este circuito de santidad, para lo que seguimos por la de la derecha como unos 800 metros, donde nos encontramos una bifurcación. Tomamos el ramal de la izquierda, que nos baja con unos 700 metros más, para tomar un sendero sobre el barranco de San Tirso. Nos baja en diagonal hacia media ladera, donde se encuentra el santuario rupestre. El descenso no tiene ninguna dificultad, salvo que es brusco y hay bastante patio a la izquierda, sobre los conglomerados del terreno.

La ermita rupestre de San Tirso, en un singular enclave

Explanada de la ermita
            Una vez llegados al cercado, tomamos a la derecha hasta la deliciosa explanada donde se encuentra el edificio bajo la roca. El lugar es excepcional, es como un oasis entre lo abrupto del entorno. Como todas las ermitas rupestres, no es una excepción, está situada en un enclave mágico, con más que probables propiedades telúricas. Cuenta la tradición que en el interior de la gruta se encontró una tumba con un esqueleto, cuya calavera estaba apoyada en una piedra con la inscripción "año 869", por lo que se considera como el origen de la primera ermita. Tirso fue otro de los mártires de la cristiandad, que murió en el 251 d.C. bajo el mandato del emperador romano Decio, y lo fue, como todos, por no renegar de su fe en favor de las deidades tradicionales. Antes de salir de este lugar de gran belleza, a pesar de lo austero del entorno, si tenemos la fortuna de encontrarnos sin más compañía que la de la propia naturaleza, podemos aprovechar para recogernos y unirnos a ella en un solo Ser.
 
Por el barranco, en busca de la Vía Verde

ERMITA DE SANTIAGO
Los Cortados de Arnedillo, frente al Mirador de los Buitres
            El regreso lo hacemos bajando con cuidado hasta el fondo del barranco, y en un tránsito acompañando al escaso caudal, que nos durará como unos diez minutos, de verdadero disfrute, nos topamos con la Vía Verde en el punto más lejano de la circular. Antes de subir a ella, se nos presenta un antiguo puente de bonita factura. Una vez ya en terreno más dócil, tomaremos dirección a Arnedillo. Como veinte minutos nos costará recorrer los casi 2 km para llegar bajo el Mirador de los Buitres, donde se nos abre a mano derecha una escalinata para bajar a la vieja carretera, y a través del puente cruzamos la nueva y nos llegamos hasta la ermita de Santiago.

Ermita de Santiago

Escaleras de acceso
            Se trata de un edificio moderno, situado en el lugar de la antigua ermita del siglo XVII, y bajo la advocación de Santiago Apóstol. Coetáneo de Jesucristo, se le ha dado en llamar Santiago el Mayor, para distinguirlo de otro discípulo con el mismo nombre. Se dice que fue uno de los predilectos del Maestro, presente en momentos clave de su vida. Tras la muerte de este y la dispersión de aquellos primeros mensajeros, Santiago se dirigió a evangelizar Hispania, encontrándose en la tradición la creencia que fue la Virgen María la que se le apareció en carne mortal en Zaragoza, en el año 40, siendo el origen de la construcción de la basílica a orillas del Ebro.
  
Enorme paredón que alberga decenas de vías de escalada de diversa dificultad

ERMITA DE SAN ANDRÉS Y SAN BLAS
Vista del Cidacos desde el puente de la Vía Verde,
con la torre del castillo y el puente medieval
            Volvemos sobre nuestros pasos hasta la Vía Verde, donde nos encontramos unas antiguas instalaciones como de extracción de minerales. Con la vista en los enormes paredones de la derecha, que constituyen la segunda escuela de escalada de La Rioja, continuamos hasta la entrada al viejo túnel ferroviario que traspasa Arnedillo por sus entrañas. Tomamos la escalinata de la derecha, que nos sube al canto de la carretera general, que recorremos con sumo cuidado unas decenas de metros hasta meternos dirección al puente, cargado de historia, junto con el castillo, o lo que queda de él, como comentado en la entradilla. El paso por el puente medieval nos ofrece extraordinarias vistas sobre ambos lados.

Ermita de San Andrés y San Blas

Aspecto del pueblo desde la ermita de San Andrés
      Pasamos por el cementerio y ascendemos hasta la ermita de San Andrés y San Blas, un edificio de planta rectangular, barroco, del siglo XVIII. Andrés, hermano mayor de Pedro, fue el primer apóstol de Jesucristo, considerado el primer patriarca de la Iglesia Ortodoxa. Su símbolo es una cruz en forma de aspa, y también fue martirizado, en este caso por orden de Egeas, procónsul de Patras, cuando vio que había convertido a Maximila, su esposa. En cuanto a San Blas, fue médico y obispo en Sebaste, Armenia. Conocido por sus milagrosas curaciones, es el patrón de las gargantas por haber protagonizado un episodio con un niño, librándole de la muerte segura al llevar una espina clavada en ese lugar. Fue torturado en el año 316 d.C.

Procesión del Humo
Fotografía de Ernesto Pascual, obtenida del face de José Mª Moreno

            Desconocemos la relación entre los dos santos, pero lo que sí sabemos es la tradición existente en Arnedillo de celebrar la “Procesión del Humo” el último domingo de noviembre. Declarada de Interés Turístico Regional, se realiza quemando romero al paso del santo por las calles, conmemorando la curación, bajo su intercesión, de epidemia de viruela negra, que cayó sobre la localidad en 1888.

 
Puente de la Inmaculada, por el que accedemos al pueblo

IGLESIA DE SAN SERVANDO Y SAN GERMÁN
Iglesia parroquial de San Servando y San Germán
con la ermita de San Andrés y San blas al fondo
            Sobre los 665 metros de altitud de esta atalaya tenemos unas excelentes vistas aéreas sobre Arnedillo, donde sobresale la torre de la iglesia parroquial, nuestro siguiente objetivo. Para ello, continuamos por sendero entre la Peña del Castillo y la valla que nos protege del abismo. Llegamos hasta el cruce por el que hemos pasado en dirección a San Miguel, cerrando así el círculo. Tomamos camino a la derecha, cruzamos el puente y dejamos atrás el arranque al mirador del Sagrado Corazón de Jesús. Continuamos hasta el puente de la Inmaculada, que lo cruzamos. Seguimos a mano derecha unos metros, para meternos a la izquierda ya en el pueblo, encontrando la iglesia.

Parroquial de Arnedillo

Interior de los lavaderos
            Iglesia que reza a San Servando y San Germán, dos hermanos que fueron legionarios romanos seguidores de la fe cristiana, que al ser delatados fueron encarcelados. Liberados, fue Diocleciano quien los sometió a nuevas torturas, siendo decapitados finalmente en el año 290 d.C. El edificio, de gran porte, es de estilo gótico, estando datado en el siglo XVI; construido en sillería, se cree que fue levantado en el emplazamiento de otro más antiguo. Junto a él tenemos una fuente y los viejos lavaderos, en los que se hacían las labores propias, al no tener agua corriente en las casas. Contiguo está el museo y centro de interpretación. Continuamos callejeando, y en un hueco que nos permiten los edificios tenemos conexión visual con el paseo junto al río, justo a la altura del viejo trujal, hoy convertido en pieza de museo al aire libre, y que testifica un pasado agrícola volcado en la cosecha de la aceituna, algo casi perdido hoy en día a juzgar por el abandono en el que se encuentra el olivar.

Trujal

ERMITA DE LA VIRGEN DE LA TORRE
Ermita de la Virgen de la Torre
            Seguimos por la empinada calle hasta dar con la carretera general, a la salida ya del pueblo. Nos toparemos de frente con un chaflán, en cuyo interior se halla la ermita de la Virgen de la Torre, proviniendo tan singular apellido mariano de una posible torre de vigilancia situada en el lugar. Se trata de un edificio del siglo XVI, construido en ladrillo, y que alberga en su interior diversas tallas procedentes de aldeas próximas a Arnedillo, como son Peroblasco y Antoñanzas.

Piscinas municipales y escuela, bajo el amparo de la Encineta

Mirador de las pozas termales, con los del Gurugús al fondo
            Nuestra ruta llega a su final, y podemos hacerlo con calma, contemplando lo que nos ofrece a la vista el panorama mientras bajamos hacia el SPA Balneario, que tenemos enfrente, con la Encineta como telón de fondo. Pero antes, podemos ver en primer plano las antiguas instalaciones de la línea ferroviaria Arnedillo-Calahorra, hoy convertidas en las escuelas, y en punto de arranque de la Vía Verde. Junto a ellas, las piscinas municipales. Llegamos a un amplio aparcamiento próximo a las pozas naturales de aguas termales, que el ayuntamiento ha acondicionado para su disfrute, pudiéndolo contemplar desde otro mirador del mismo porte que por los que pasábamos al inicio de la ruta, y que podemos ver enfrente de nosotros al otro lado del río.

Pozas naturales de agua termal

Llegando ya al balneario
            Solo nos queda ya acercarnos al balneario, a donde llegamos habiendo recorrido 10,2 km, en un tiempo total de 2h 35’, del que 2h 5’ ha sido en movimiento, salvando un desnivel acumulado total de en torno a los 400 m D+/-. De este modo terminamos una interesante circular por los montes cercanos al pueblo, visitando una serie de enclaves de alto valor simbólico y cultural, y que nos ha permitido disfrutar de los caminos de estas sierras, participando de sus aromas, de sus encantos, de su soledad, de su rico pasado y de su lánguido presente. Todo ello en olor de santidad… y si nos ha parecido poco, podemos añadir que lo hemos hecho con la cruz de San Jorge en el pecho, portando una camiseta con el santo patrón de Aragón, removiendo parte del santoral en media tarde.


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