VII Carrera del Ebro
Domingo, 10 de marzo de 2013
Séptima
edición de esta singular prueba al norte de Zaragoza, combinando las áridas
estepas de ese desconocido patrimonio del militar campo de maniobras de San
Gregorio, con las fértiles vegas de Juslibol junto a la orilla izquierda del río
Ebro. Séptima edición, decimos, con participación en casi todas las anteriores,
y organizadas todas ellas por Unesco Aragón Deporte, una asociación de las Naciones
Unidas en nuestra tierra para el fomento del deporte con fines solidarios en países
en vías de desarrollo. Cuenta aquí con la colaboración del Regimiento Pavía nº
4, de la Brigada de Caballería de Castillejos II, que le da soporte logístico y
organizativo. Todo ello coordinado por Jesús Arroyo, alma mater del evento.
Galachos de Juslibol (foto de urbanity.es) |
Juslibol,
Castillo de Miranda, Galachos, Revuelta del Río… son términos acuñados en las
runas de la memoria desde que se empezaban a revolucionar las hormonas por los
bajos setenta, allá por mitad de la segunda década de vida, cuando las largas
tardes de verano nos sorprendían muchos días por estos lugares, bueno, por los
de entonces, porque no se parecen en nada. El río y los montes, sólo el río y
los montes están en el mismo sitio. Los galachos eran de reciente formación. Lo
hicieron a partir de la riada de enero de 1961, la mayor del S XX, que con sus 4.130
m/seg. propició en algunos tramos una anchura del río de 2,5 km, inundando la
mayor parte de la huerta zaragozana. Al retirarse paulatinamente las aguas, se
formaron los actuales depósitos, que conforman hoy en día un espacio natural
protegido de más de 100 Has., bajo la tutela del Ayuntamiento de Zaragoza, al
pie de los cortados de yeso que sostienen una vasta zona esteparia.
Ruinas del Castillo de Miranda (foto de Wikipedia) |
Muy
próximo, las ruinas del Castillo de Miranda, declarado Bien de Interés Cultural
en 1949, por su valor monumental e histórico en la reconquista de España,
concretamente en la de Zaragoza. “Deus lo vol”, Dios lo quiere, fue el grito de
guerra de los cruzados, convertido posteriormente en el término Juslibol. Se
dice que desde aquí partieron las tropas de Alfonso I el Batallador, allá por diciembre
de 1118, para conquistar la entonces Saraqusta. Pero de mucho antes se han
encontrado vestigios; de la I Edad del Hierro nada menos, son los hallazgos de
cerámicas pulidas que acreditan la existencia de un pequeño núcleo urbano en el
conocido como Cabezo de Miranda. Situado en el límite meridional de los montes
del Castellar de Zaragoza.
Interior del estadio del CAD |
Reflexiones
que van y vienen entreteniendo las neuronas, en un inconsciente acto de
alejarlas de la realidad, que es el enfrentarnos de nuevo a esta prueba en la
que han diversificado la distancia, pasando de 18 km, a los opcionales 14 ó 30.
Y como estamos enrolados en el mundo ultra, pues está claro a cuál hay que
acudir, pero eso sí, tomándonoslo como un entreno, o esa es la idea, aunque
claro, luego te metes en carrera y ya se sabe… Encuentro con Olga, Xaro y Víctor
que vienen de tierras jacetanas para unirse a la fiesta.
Antonio y Carmelo |
Bien.
Mañana que ni pintada. Entrada en chiqueros. Visita a consigna. Al redil. Varios
cientos de personas de ambos mundos, el militar y el civil, a la espera de la
salida a esta prueba que pasa de la mayoría de edad de los 18k, a la madurez de
los 30k., o a la pubertad de los 14k, pero que a nuestra edad ya nos tiramos
por lo más madurito, no vamos a ir para atrás. Saludamos a Antonio y Carmelo, dos viejos amigos de este oficio.
Espectacular
ambiente deportivo. Alea jacta est. Ahí vamos. Víctor se despide. Nos quedamos
con Olga y Xaro. Salida del estadio. El tranvía nos mira con cara de asombro,
es la primera vez; cuánto te queda mozé! Subida a Juslibol y entrada ya a este
espacio público, de uso militar, el mayor de España y no sé si también de
Europa. A disfrutarlo.
Continuos toboganes |
Continuos
sube y baja por esta estepa del Castellar, inmortalizada en las coplillas de La
Bullonera. Terreno seco, pero no reseco. Monte esponjoso, y romeros enseñándonos
sin el menor pudor esos órganos florales que permiten perpetuar la especie. Los
tomillos son más tardanos, necesitan más calor, como el que hacía en el
arranque, pero que se va tornando fresco. El aire de norte hace acto de
presencia y se encañona en alguna vaguada. Cuando toca corona es espectacular,
la vista no da abasto para abarcar todo el territorio, que al estar libre de
pastoreos y demás labores rurales campan a sus anchas, entre metralla y
metralla, las especies esteparias.
Viejas construcciones pegadas a la tierra |
Primer
avituallamiento, en torno al 8k. Primeros diez en 56 minutos. Bien, por debajo
de la hora. Seguimos. Tanques, tanquetas, y demás vehículos militares jalonan
el recorrido. Punto más alto del trazado, sobre el 11k, a partir del que se
desencadena una serie de bajadas en las que se van las piernas. En el 15k, zona
valle, el segundo avituallamiento. Continuamos por unas fuertes rampas, otro
auténtico rompepiernas, que nos lleva al 20k, que lo pasamos en 1 hora 52
minutos. Se termina el segundo tercio, y hemos clavado el ritmo con el primero.
De regreso, convergemos con la 14k |
Dos
horas diez desde la salida. Cuando hemos conseguido estirar tanto la carrera
que te permite ir sueltecico por estos caminos, se nos une la tropa de la 14k,
justo en el tercer avituallamiento. Un poco más y ya salimos de la alambrada
para acercarnos al borde del escarpe, que tenemos que conseguir con la última
puyada de la mañana. Bolos y más bolos entre los pies. Última vista aérea de la
vega y de Zaragoza entera. Fuerte bajada a la pista de Juslibol a los galachos,
y se acaba lo bueno. Se terminan las subidas y bajadas, se termina el
aliciente, y viene el tedio del llano.
Los últimos compases junto al Ebro |
Quedan
como 6 kilómetros. Nos metemos por las huertas hasta alcanzar la mismísima
orilla del río, en la que abrazados ya a él continuamos el regreso con el aire
de cola. Un río que baja grave, pleno, bravo, generoso, cumplido, en el que se
reflejan las nubes que nos han estado acompañando durante la mañana, y que
anuncian cambio de tiempo. Y en poco está ya. Los últimos kilómetros nos llevan
a los alrededores del estadio, al que penetramos, y con el acostumbrado sprint
llegamos a meta los tres juntos en menos de 2 horas y 50 minutos, habiendo
cedido menos de dos minutos en estos últimos 10 kilómetros, sobre los
anteriores.
Media
hora es la que lleva Víctor esperándonos. Suponemos que se le habrá hecho
larga, también a nosotros. Hidratarse, descansar, estirar, y disfrutar del
momento son los quehaceres que tenemos en los próximos minutos. Y lo hacemos. Gracias
a todos. Una mañana distinta. Otra mañana diez. Y lo más importante, más kilómetros al coleto.
... y la noticia de última hora es que ha cazado la perrica... Olga ha llegado la segunda en su categoría. Enhorabuena!!!
... y la noticia de última hora es que ha cazado la perrica... Olga ha llegado la segunda en su categoría. Enhorabuena!!!
El reportaje
completo de fotos, en:
Chema, bonita crónica. Y muy ilustrada. Por los tiempos de paso que cuentas debimos ir juntos practicamente la carrera (56´en 10k, 2h50´total). Somos un grupo de tres amigos de Zaragoza que también tenemos un blog parecido. A ver si no estamos muy perros y publicamos la crónica pronto. Nos vemos en otra.
ResponderEliminarhttp://liebresdelasnieves.blogspot.com.es/
Gracias, Fox63, por el comentario. He entrado en el vuestro y también lo tenéis bien montado. Si os animáis a esto de las Ultras, ahí va la que estamos organizando en Jaca, http://cazadoresdelgalicia.wordpress.com/. Es para junio. Animaos!!!
EliminarBonito día y bonita carrera chema.
ResponderEliminarGracias
Sí, Víctor, lo pasamos bien.
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