Año XII. Entrega nº 818
IXOS MONS
Circular Laspaúles - Espés
Martes, 25 de abril de 2023
¿Quién no ha oído hablar de Pitágoras? ¿Quién no recuerda su famoso teorema? Pero no sólo fue matemático, sino que aplicaba sus conocimientos a otros ámbitos, como la geometría, la astronomía, la música… relacionándolo todo de forma holística. Considerado el precursor de estas disciplinas, allá por el siglo V a.C., también tuvo una mente preclara en temas humanísticos, como la ética, las religiones o la filosofía. En este ámbito, traemos hoy una de sus citas: “Abandona los grandes caminos, sigue los senderos”.
Y si la traemos es porque, consciente o inconscientemente, no siempre elegimos los grandes caminos, las grandes rutas, las grandes ascensiones, con su atractivo para el espíritu montañero. No. También sabemos, también queremos, rendir culto a esos caminos, a esos senderos, que guardan en su interior el recuerdo de un pasado más agitado, y que ahora reposan a la espera de que sean recorridos con el mayor de los respetos y consideración a esas gentes que se sirvieron de ellos para ir de un pueblo a otro, para acudir a sus faenas, para esos intercambios de mercancías, de animales, incluso de las propias gentes en sus trasiegos lúdicos y festivos. Hoy, desde la capital del municipio de Laspaúles (Laspauls, en patués), nos dirigimos hacia el sur, para visitar alguna de sus pedanías, como Espés Alto, Espés, y la más cercana Villaplana, haciendo, desde la primera, una extensión y acercarnos a la fuente Salada. En contra de lo habitual, comenzamos bajando, para terminar subiendo.
Dejamos a la izquierda la iglesia, que reza a
san Pedro, y nos paseamos por delante del ayuntamiento. Tomando decidida dirección oeste, salimos del pueblo por un tramo empedrado hasta los lavaderos, que dejan paso a una bonita vereda entre tapiales y chopos. Se sale a una pista, que se continúa por la izquierda a partir del paso canadiense, que nos lleva a un agradable paseo entre prados, hasta que, en una curva a la izquierda, nos metemos por un sendero a la derecha, que nos va bajando hasta la
borda del Castellano, en pie todavía, donde dejamos la pista para tomar un sendero a la derecha, que nos acerca a cruzar el
barranco Salado por un robusto puente. Seguimos por la pista a la derecha, que nos va subiendo ya hasta dar con la carretera local de
Espés Alto, a unas decenas de metros de la entrada. Como una hora hasta aquí.
Nos encontraremos con la iglesia de san Vicente, que dejamos a la izquierda, para continuar por la derecha y salir del pueblo por ancha pista, que se convierte en agradable camino, que seguimos en dirección este. Pasamos bajo un enorme paredón y seguimos hasta un gran cajico, en el que vemos la indicación para continuar por la izquierda a la fuente Salada, a la que llegamos en diez minutos por una empinada trocha que desciende hasta el barranco, donde encontramos la fuente. Y como buena costumbre es probar las aguas de las fuentes que te vas encontrando en tu camino, aun a sabiendas de lo que nos podemos encontrar, hacemos lo propio. Bueno, pues ni el peor trago que se echa uno en aguas marinas se le puede asemejar. Pero hay que hacerlo, para que no te lo tengan que contar. Se podría decir que es nuestra cima de hoy, a pesar de ser, con sus 1250 msnm, uno de los puntos más bajos de la ruta de hoy.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta el pueblo que, según Antonio Ubieto, se le conocía como
Espés de Sus entre 1495 y 1609. Seguimos por la carretera local hasta dar a la general que, con más cuidado todavía, recorremos 850 metros hasta una amplia curva a la izquierda, donde tomamos un sendero a la derecha, que nos baja a
Espés, pasando por los modernos depósitos de agua. El mencionado historiador, lo cita también como
Espés de Ius (Jus o Yus), entre 1495 y 1646, pasando a
Espés (y que nadie lo nombre como Espés Bajo… porque no), desde 1713. En la primera mención cita Corral a un tal Pere Rodger de Espuis (Cartulario de Alaón, p. 279, nº 299). Su iglesia reza a
san Martín, y todavía a José Antonio Primo de Rivera y a “siete caídos por Dios y por la patria”. Sí. Aún estamos así. Hablando con un paisano, no de esto, que no queremos herir sensibilidades, sino de la
fuente Salada, me informa de que sus aguas eran muy apreciadas para los males de la boca.
Aparente está el cartel que da cuenta del GR 15, que por aquí pasa. Lo tomamos a la izquierda, dirección Alins y Bonansa, aunque no llegaremos a ellos porque, tras dejar atrás la ermita de la Piedad, lo dejamos al encontrarnos con el GR 18.1, junto a la borda Añué, que seguiremos ya hasta el final de la ruta. Pero vayamos por partes. Durante prácticamente una hora, vamos jugueteando con el barranco de la Paúl, aunque él se cree que es al revés, cruzándolo varias veces. Dejamos a la izquierda la borda de Roca. Se sale a un camino más ancho, y luego a una pista y, en un momento determinado, hay que estar atentos para dejarla y subir por un roquedo, continuando hasta la pequeña aldea de Villaplana, muy próxima ya a Laspaúles, y con ello cerrando esta circular en la que hemos disfrutado de la compañía de la soledad y del empuje de esta primavera que no se resiste a mover.
Y disfrutando, disfrutando, se nos han pasado 4 horas y 25 minutos, recorriendo: 15, km, con un desnivel acumulado de 570 m D+/-, por estos pueblos del sur del municipio de Laspaúles.
Bibliografía:
Los pueblos y despoblados II. Antonio Ubieto Arteta. Anubar (1984)
Los pueblos y despoblados III. Antonio Ubieto Arteta. Anubar (1984)
Web:
Senderos FAM
Románico aragonés
Comarca de Ribagorza
IGN
Wikipedia
Wikiloc
RAE
Geamap
Hijo de la Tierra
El Pirineo no se vende
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