viernes, 21 de abril de 2023

Sin nombre, Tusal de las Lleras de Cecilia y Tusal del Bocs, guardianes de Pardines

                                                                 Año XII. Entrega nº 814

AQUERAS MONTAÑAS
Sin nombre (2651 m)
Tusal de las Lleras de Cecilia (2713 m)
Tusal del Bocs (2732 m)
Lunes 17 de abril de 2023

            El poeta estadounidense Christopher Morley, en uno de sus ensayos nos dejaba esta frase: “En el corazón de cada ser humano hay un nervio secreto que responde a las vibraciones de la belleza”. Y es que en nuestras andanzas por las montañas, conscientes o no, pero más si lo somos, vamos entrenando ese nervio del que habla Morley que, seguro la ciencia no puede ver, ni medir, ni pesar, ni diseccionar, al menos todavía, y que estamos seguros de que en un futuro lo hará, porque se nota, se siente y, en consecuencia… es.



            Y en esta, como en todas, vamos a procurar tener bien afilada esa antena para captar esas vibraciones, vamos a dedicar los primeros compases a poner a punto ese diapasón para que vibre al unísono con el alma del paisaje, vamos a preparar nuestro receptáculo para que sea llenado de la pureza y la belleza de las montañas. Vamos.



            Y lo hacemos con los amigos Chemary e Ixeia, de Chía, para visitar una de las montañas que nos ha enamorado desde el primer momento que la vimos, en nuestras primeras andanzas por estos valles, en la época reciente, hará como un año. Y tras ese año de incesante e intenso cortejo visual, finalmente, ha llegado el momento de un conocimiento más cercano, más íntimo. Partimos de Chía por la pista que sube al puerto de Sahún para, un poco antes de llegar a él, meternos por una pista a la derecha, por la que solo los vehículos autorizados pueden transitar esos 3,2 km, y llegarnos hasta el mismísimo pie de una hermosa cascada del barranco Surri, que cruzamos para dejar el vehículo en els Prats, una de esas estibas de las pocas que se conservan con la visita de ganado en la época estival.



            Ya en pleno Parque Natural Posets-Maladeta, nos abrazamos a una variante del PR-HU 51 en su ascenso desde Sahún hasta los ibones de Barbarisa, como ya hacíamos en nuestra visita del pasado septiembre. Se toma altura por una canal y luego se cruza el barranco para continuar por la margen derecha hasta llegar al ibón Chico de Barbarisa, y luego al Gran, que encontramos aún con banquisa, aunque despegada ya de las orillas. Y por una de ellas vamos ascendiendo hasta alcanzar el collado. Este año ha venido adelantada la salida del invierno, pero no tanto como uno pensaba, no dando del todo la talla en cuanto a equipación, lo que obligaba a rodear los neveros que se podía, con el consiguiente sobreesfuerzo y compromiso extra para los acompañantes. Hora cuarenta hasta el collado, donde se nos abren unas espectaculares vistas sobre el otro lado, la cuenca de los ibones de Pardines, cabecera de la Aigüeta de la Bal, visitada también en septiembre pasado. 











            Por este collado ya habíamos pasado, aunque con muy poca visibilidad, a nuestro regreso de los Eristes Central y Sur en octubre de 2021. Pero hoy es distinto, hoy gozamos de una luz excepcional, una luz que es, al fin y al cabo, la que une nuestra mirada con el paisaje, y que se complementa con esa conexión que hablaba Morley al principio, una conexión íntima e irreemplazable. Ya tenemos parte del cordal a la vista, aunque no todavía el principal. Grandes laderas nevadas se precipitan hacia el ibón de Pasolesvaques, y para esquivar la que nos atañe, tomamos el itinerario que va por la derecha de un gran roquedo, y siguiendo con el cresterío, alcanzamos la primera cota, para la que no encontramos nombre (2651 msnm). Ya tenemos a la vista nuestro Tusal del Bocs, pero no vamos a pasar de largo por la que media entre ambas, y nos alzamos a los 2713 msnm del Tusal de las Lleras de Cecilia en unos mapas, o el Montarruego, en otros. Subimos, y nos parece curioso que la del Bocs parece más baja, pero que no lo es. 









            Finalmente, llegamos al punto más alto de esta sierra, cuyo cordal seguiría hacia la Tuca Cambra, pero es otro negociado, y a la de Sierco, cerrando así la hermosa cuenca de los ibones de Pardines. Desde los 2732 msnm en los que estamos, esta cima se alza con gallardía y personalidad propia sobre el entorno, tratando de tú a los cercanos tresmiles, y a los no tan cercanos, pero al alcance de la vista, como es el macizo de las Maladetas-Aneto, y todos sus adláteres. Todo un reino de montañas que rasgan el horizonte y que conforman un paisaje único. Merece la pena detenerse un poco y pensar en todo ello, porque forman una parte primordial del medio en el que nos desenvolvemos, y del que formamos parte que, paradójicamente, somos los que más alejados nos sentimos y por el que más tenemos que velar, por esa responsabilidad que tenemos para con él, al que tanto le debemos y tanto daño le hacemos.


            Cuatro horas desde el arranque cuando emprendemos el descenso, y lo hacemos por la ladera oeste, limpia de nieve, pero por una pedrera difícil de controlar durante casi media hora, a cuyo término nos dejamos engullir por un barranco, teniendo que ir buscando los mejores pasos para irlo dejando atrás durante otra media hora, hasta alcanzar el camino de subida que, en otro cuarto de hora nos deja en el punto de partida, junto a els Prats.



            Y así concluimos esta extraordinaria ruta, habiendo recorrido 7,6 km, en 4 horas y 45 minutos, con un desnivel acumulado en torno a los 960 m D+/-. Pero la jornada no termina todavía…


Web:

Red Natural de Aragón 

Senderos FAM

Wikiloc  

RAE 

Geamap 

Wikipedia 

Hijo de la Tierra 

El Pirineo no se vende 





Las fotos y el track, que por estar trazado sobre manchas de nieve no se garantiza que lo esté sobre el camino de verano

No hay comentarios:

Publicar un comentario