Ruta del Puerto de Aísa (1726 m)
Martes, 14 de julio de 2020
El Alto Valle de Aísa es uno de esos lugares no muy frecuentados, y
que cuando lo haces no dejas de sorprenderte. Un gran circo partido en dos por
los caprichos de la orogenia. Tomando como base los apenas 1500 metros de la Cleta, no cuesta asombrarte por la
magnitud de los macizos que lo cierran al norte, la sierra del Aspe, con este, la máxima cota, y las Llenas, la de la Garganta y la del Bozo. A
uno y otro lado, flanqueando el valle, sus contrafuertes se dan en llamar la sierra de la Magdalena, al este y la de
la Estiva, al oeste. Muy
recomendable las andanzas por cualquiera de ellos. Pero como grandes amantes de
las montañas, nuestra mirada siempre se fija en lo que está por encima de la línea
del manto vegetal, en el piso Alpino, en lo más alto, en lo más abrupto, donde la
mente se aquieta, el corazón se ralentiza y el alma se serena.
Panorámica al comienzo del circo |
Otro tramo del ascenso |
Pero hoy nos hemos resistido a
esa tentación, y lo que queremos hacer es mirarlo todo desde abajo, de cerca, pero desde abajo, dando un paseo por sus faldas, recorriendo el recientemente marcado SL-HU 105, que se adentra
por una de esas dos cabeceras, la del barranco
de Igüer, para bajar por la ancha loma
de Peñarrueba, que lo divide con el vecino de Rigüelo, haciendo una pequeña incursión en este para visitar la surgencia
“El Chorrotal”, en la que da a luz de forma vibrante el río Estarrún.
Seguimos las marcas y balizas del SL-HU 105 |
Gente feliz por el monte |
Se trata de una corta circular,
que bien se puede hacer en familia, con la presencia de varios lugares para
poder completar la jornada junto al río. Comenzamos, pues, en el aparcamiento
de la Cleta, final de la estrecha carretera que sube de Aísa. Antes de cruzar
la valla tenemos un mural en el que se nos explica la ruta. La cruzamos cerciorándonos
de que se queda la puerta cerrada, cumpliendo así su misión para que no escape ningún miembro del numeroso ganado que hay pastando. Los primeros pasos discurren por ancha
pista empedrada, a lo que le sigue una empinada rampa con cemento, que hay que
subir dosificando. Cuando se calma, entramos ya en el vasto escenario del
circo, teniendo a nuestros pies unas alegres cascadas por las que se precipita
el joven Estarrún.
A lo largo del itinerario no faltan las indicaciones |
EL ASCENSO POR EL BARRANCO DE IGÜER
Conforme se va subiendo se van echando encima las montañas |
Enseguida vemos otro mural justo
a donde iremos a parar en el descenso, abriendo aquí mismo la circular. Continuamos
por las marcas, cruzando en varias ocasiones las aguas de este sinuoso
barranco. El discurrir por el camino es muy apacible, dejándonos engullir por
la grandeza de los macizos que cierran el circo. En época estival nos vamos a
encontrar nutridos rebaños de vacas que debemos respetar.
Giro antes de alcanzar el GR 11.1 |
Collado del Bozo y Peña del Mediodía |
A lo que nos vamos acercando al
primer paredón, el ancho camino hace un brusco giro hacia la derecha, perdiéndose las marcas de las rodadas, y convirtiéndose el camino en sendero. Un sendero que enseguida nos sube a conectar con el GR 11.1, con sus marcas rojiblancas, en su tramo entre collados, el del Bozo
al oeste y el de la Magdalena al
este. Este tránsito, que hacemos abrazados a la curva de nivel de los 1700/1720
metros, nos lleva como un cuarto de hora.
Tramo compartido entre el GR 11.1 y el SL-HU 105 |
EL DESCENSO Y VISITA A LA SURGENCIA
Cruce del GR 11.1 con el sendero de subida al Aspe |
Al cabo de ese tiempo, nos
topamos con el sendero de ascenso ”normal” al Aspe, donde nos podemos recrear,
ya que es la considerada como cima de hoy. A partir de aquí dejamos el GR 11.1
para seguir nuestras marcas verdiblancas de SL. Vamos ya cara el valle, sin
dejar de admirar su belleza. En diez minutos nos encontramos con el desvío para
la surgencia de “El Chorrotal”, a
donde se llega en breves, siendo opcional, ya que hay que regresar a este
cruce. Aunque decimos que es opcional, casi es obligada su visita. Llegamos a
un arroyo, que no es otra cosa que el río Estarrún en modo bebé, debiendo subir
un poco, siguiendo su cauce, hasta su verdadero nacimiento.
Bajando se nos ofrece esta vista del valle |
Merece la pena llegarse hasta aquí
y vibrar con él. Realmente, es algo que transmite. De vuelta al sendero, y con él
al cruce, para continuar el descenso. En cinco minutos cruzamos el río,
cerrando la circular, y en otros diez, llegamos a la Cleta, dando por terminada
esta corta, pero espectacular vuelta bajo las montañas del circo de Aísa.
Surgencia "El Chorrotal", nacimiento del río Estarrún (foto de Toño Bergua) |
Podemos tomarnos toda la mañana…
o todo el día si lo preferimos, pero la ruta se puede hacer fácilmente en dos
horas, y habremos recorrido 6,9 km y salvado un desnivel acumulado total de 290
metros D+/-.
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