AQUERAS MONTAÑAS
Ibón de Estanés (1770 m)
Sábado, 25 de julio de 2020
Hoy comenzamos
con la sinopsis del libro “El Valle Prodigioso”,
de Dolores Redondo, escritora
donostiarra, editado por Ediciones Destino: “Amaia sentía en aquel bosque presencias
tan palpables que resultaba fácil aceptar una cultura druida, un poder del árbol por
encima del hombre, y evocar el tiempo en que en
aquellos lugares y en todo el valle la comunión entre seres mágicos y humanos
fue religión.”. Y lo hacemos porque nos viene al pelo para ambientar este paseo
matutino de hoy. De culturas ancestrales, bien pegadas al terreno, nos llega la
relación entre el bosque y sus habitantes invisibles, que se alimentan de ellos
y que a la vez sirven de alimento para ellos. Es un flujo recíproco, una autoprotección
en modo simbiótico, de la que el ser humano siempre se ha beneficiado.
Ambiente |
Vamos pues en
busca de ese beneficio, y lo hacemos acudiendo a un espacio especial, a un hayedo
que vive intensamente las cuatro estaciones del año. Con la primavera comienza
a respirar, con el verano se expande, con el otoño se repliega, y con el
invierno… con el invierno dormita, reflexiona el inicio del nuevo ciclo. Todas
sus fases hemos vivido, y no sabríamos con cuál quedarnos. Ahora toca verano,
ahora toca ver esos magníficos seres en todo su esplendor, aportando sombra,
frescura a todo cuanto cobijan. Y dentro de ese todo, hoy, nos vamos a incluir.
Bosque de las Hayas de Le Somport,
para visitar, sin duda.
LA IDA, POR EL BOSQUE DE LAS HAYAS DE LE
SOMPORT
Entrada en el bosque |
Muchas de las
excursiones que parten de Candanchú
tienen el mismo punto de salida y llegada, el aparcamiento de Pista Grande, del
que salimos por la base de la estación en dirección al estadio de biathlon, en
proceso de reforma. Junto a él arranca el sendero del antiguo GR 11, descatalogado al migrar a Sendero Turístico de Aragón, con la condición de que se buscara
una alternativa que no pasara por el país vecino, y que aunque se han borrado
algunas marcas, el trazado es más que evidente. Se pasa por el collado de Causiat, a través del que
pasamos a territorio francés, pero el sendero no te lo dirá, porque no lo sabe…
nunca lo ha sabido. Hacemos un inciso para destacar que lo que sí nos informan
los carteles es de que entramos en el Parque
Nacional de los Pirineos, con sus restricciones particulares, entre las que
se encuentra la prohibición de ir con mascotas, ni siquiera atadas.
Uno de los cruces en el bosque |
Otro de los tramos de bosque |
Seguimos por
ese GR 11 antiguo. Llegamos a un cruce con tablillas del parque sobre una
visible tubería de agua. Aquí abrimos la circular, ya que volveremos por el
sendero que continúa de frente. Ahora toca girar a la derecha y abrazarnos al
riachuelo para comenzar en poco tiempo a disfrutar ya de los placeres del
bosque. Un bosque que nos acoge con sus mejores galas, y que nos va a acompañar
durante casi una hora ininterrumpidamente. Mientras las brumas juguetean con
las copas, nosotros lo hacemos por el sinuoso sendero, que va dejando a uno y
otro lado ejemplares que destacan por su porte, y que nos gustaría que nos
contemplaran como cualquier otro árbol vecino para que nos hicieran partícipes
de sus secretos.
Incorporación a pista de Sansanet |
Cruce de la granja d'Escouret |
En el
trascurso de esa hora, llegamos a otro cruce que de tomar a la derecha llegaríamos
a Sansanet. Tomamos a la izquierda,
nos cruzamos con el barranco del Aspe, que recoge esas aguas de su cuenca
superior. Otro poco más y salimos a una pista, que por la derecha también nos
llevaría a Sansanet, pero insistimos que ese punto no entra en nuestra ruta de
hoy. Seguimos la pista, decididamente ya hacia arriba, dejamos a la derecha el
sendero que viene de… ¿de dónde?, de Sansanet, claro. Bueno, a partir de aquí
se puede decir que ya es el acceso normal a este precioso ibón pirenaico,
enclavado en una encrucijada de caminos.
Montañas de Candanchú, que se repliegan ante la llegada de la niebla |
Desvío a la granja d'Escouret, por donde se va la Senda de Camille… o se viene, según le
dé. Un poco más de bosque y al salir de él nos encontramos de nuevo la güega. Salimos del Parque Nacional de
los Pirineos y enfilamos hacia el barranco
de Estanés, sin parar de mirar las montañas que nos devuelven su mirada. Media
hora más y alcanzamos la cuenca del ibón, parando a echar un bocado en una
fuente próxima.
Fuente, en la cuenca del ibón de Estanés |
LA VUELTA POR LA CHORROTA DEL ASPE
Tramo de bosque anterior al paso de la Chorrota |
Desandamos
nuestros pasos hasta el puntal del Tacho,
donde abrimos de nuevo la circular para meternos por el viejo itinerario del GR
11, de nuevo al hayedo, de nuevo a territorio francés, algo que nos recuerda el
panel de turno. Este tramo ya no tiene tanto encanto, será porque no son horas
tan tempranas y la magia se ha diluido un poco. Y más que se diluye al salir
del bosque, porque el sol cae a peso. El cruce de la Chorrota es muy cómodo,
apenas baja agua. Encontramos la senda por la glera bastante compuesta. De
nuevo un tramo de bosque, que agradecemos. Salimos al cruce de la tubería,
donde cerramos la circular.
Los lomeros de Esper vigilan la Chorrota |
Algún gnomo saltarín se ha salido del bosque |
Ya solo resta
volver por el mismo camino hasta el aparcamiento de Pista Grande, habiendo
pasado una buena mañana por un terreno archiconocido, pero sin embargo por unos
tramos que guardaban algún secreto. Han sido 15,4 km, recorridos en un tiempo
total de 5h 15’, del que 4 horas han sido en movimiento, con un desnivel
acumulado total de 745 metros D+/-, mucho de todo ello por unos bosque que
siempre invitan a volver. Como también lo hacen Mateo y Carmen, que nos han
acompañado hoy, dando por finalizada la mañana en ese refugio Pepe Garcés, en
torno a una buena jarra de cerveza.
Hola Chema.
ResponderEliminarUn ibon, el de Estanes, que te da igual el punto en el que se empiece y por donde se vaya, ofrece siempre
unos preciosos bosques, bonitas zonas de pasto y excelentes vistas.
Por cierto el ibon, está fuera del parque, no? Lo digo por el tema del baño, quiero ir con los chicos el lunes y me imagino que, querrán darse un baño.
Un saludo
El ibón de Estanés está incluido en el Parque Natural de los Valles Occidentales, sí.
Eliminar