IXOS MONS
Punta Puyarrón (1262 m)
Martes, 14 de julio de 2020
El Pirineo Aragonés, y suponemos
que también el resto, tradicionalmente, siempre ha basado su economía en el Sector
Primario, el Agropecuario, con un potencial importante, más que en el sector agrícola,
por razones obvias, en el ganadero, debido a sus ricos pastos de montaña. Hace ya seis décadas, con aquello de los “25 años de paz”, que nos vendían y que muchos
recordaremos, se estaba en plena vorágine desarrollista, poniendo los cimientos
del segundo sector económico, el Industrial, algo que, junto con otros motivos,
vació gran parte de nuestros pueblos, y en algunos casos valles enteros. Varios
cientos de pequeñas localidades del Alto Aragón fueron abandonadas, siendo Huesca
la provincia con el más alto índice de desertificación demográfica de España. Pronto, la tercera
pata de la economía, la de Servicios, se vería enormemente potenciada con el Turismo,
algo que afectó a nuestra geografía de montaña, pero no por igual en todos los
sitios. Mientras había valles que, desmesuradamente, se veían inmersos en un
desaforado desarrollismo urbanístico, había otros, los de al lado quizá, que
también desmesuradamente, se veían relegados al ostracismo, teniendo que
establecer una feroz lucha por la supervivencia.
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Los gigantes del lugar |
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Construcciones tradicionales, en Sinués |
Estamos, pues, llenos de
contrastes. Pero es que hay casos más graves, en los que incluso el desequilibrio ocurre en el mismo municipio, y el de Aísa es un claro ejemplo de ello. Se extiende sobre un vasto territorio,
que al nordeste se estira para limitar con Francia, albergando la Estación de Invierno
de Candanchú, que disfruta de las mieles turísticas, y sin embargo, el resto
del territorio se articula en torno a un valle, de norte a sur, en el que están
los otros tres núcleos, Aísa, la capital, y las pedanías de Sinués, anexionado
en 1966 y la de Esposa, que lo hizo en 1972, “disfrutando” también de las
hieles del paulatino envejecimiento de la población y la consiguiente ruptura
generacional en cuanto al empleo en las tradicionales labores del campo.
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Vista de Aísa |
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Peña Santiago, en Sinués |
Como se nos hace algo largo unir
los cuatro núcleos en una ruta, hoy nos proponemos hacer lo propio con los tres
más cercanos, con los del valle, con los que participan del mismo ambiente de
media montaña. Partiendo, pues, de Aísa, vamos a recorrer caminos de viejo para
ir a Esposa, recuperado este con la señalización del GR 15; luego a Sinués, con
algunos tramos próximos al pueblo, que piden a gritos una limpieza; y
seguidamente de nuevo a Aísa, por la sierra de Luesia, sí, aunque suene
desplazado su nombre, con el Puyarrón como máxima cota, hasta el puerto de la Loma
de Aísa, incorporándonos de nuevo al GR 15 para retornar al pueblo y cerrar la
circular.
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Vadeamos el barranco y continuamos |
AÍSA, CAMINO DE ESPOSA
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Llegando a Esposa |
Llegamos a Aísa. El dejar el vehículo
en la entrada al pueblo por la parte alta, te permite recorrerlo para alcanzar
la parte baja, que es por donde encontramos la señalización del GR 15, y es allí
donde abrimos y cerramos la circular. Como la hacemos en sentido dextrógiro, es
decir, en el de las agujas del reloj, comenzamos por la izquierda, bajando
hasta dar con un barranco, que cruzamos por un puente a mano izquierda también.
El ancho camino pronto se convierte en sendero, con un tramo poblado de altas
hierbas, pero que no impide el paso ni da pie a la confusión. En menos de media hora
cruzamos la A-2605, que vertebra el valle, entrando en un muy bien cuidado
tramo de camino entre campos, hasta llegar a Esposa. En el tránsito interno por
el pueblo, se pasa por delante de la parroquial de San Bartolomé, y continuando
hacia el sur llegamos al cementerio, de donde parte una estrecha carretera
asfaltada.
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Bajando de Esposa a la carretera |
DE ESPOSA A SINUÉS
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Cabaña de piedra seca |
La recorremos unas decenas de
metros para meternos a la izquierda en otro delicioso y ancho tramo, que nos
lleva de nuevo a una curva de la carretera, justo en la entrada a tomar si
queremos visitar la factoría de “Flor de Aspe”, de buenos quesos. Cruzamos el
puente carretero, a cuya finalización ya tenemos más anchura para discurrir
fuera de ella. Continuamos hasta que se nos abre a la derecha una pista. En
total, menos de quinientos metros de carretera. Nos sube a unos campos, que por
su canto, pasando por una caseta de piedra seca, muy bien conservada, salimos
de ellos a terreno de monte. En principio, el sendero es evidente, cruzando dos
pequeños barrancos por el bosque. Se agrava cuando se sale de él, porque el
camino de viejo discurre junto a un tapial a la izquierda, pero que está
impracticable debido a los arbustos que crecen a sus anchas, muchos de ellos “acariciándote”
al pasar. Al cabo de media hora desde la caseta, se alcanza el inicio del
pueblo. Se puede apreciar el escarpe de
la Peña Santiago, por el que se accede a un bonito carrascal, pero eso es otra
ruta.
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Subida a Sinués por el camino de viejo |
DE REGRESO A AÍSA
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Torreón medieval, en Sinués |
De la antigua parroquial románica
solo queda un crismón, situado en lo alto del pórtico de entrada. El enorme
edificio que ha llegado a nuestros días es de factura gótica, inusual en la
zona. Frente a él, hacemos un alto para echar un bocado, contemplando ese
torreón medieval, restaurado recientemente. Salimos hacia la parte alta, y
pronto nos topamos con indicaciones del PR-HU 154, que une esta localidad con
la de Jasa, en el valle contiguo. El camino está también muy poblado de
vegetación, aunque con menos “caricias”. A los veinte minutos se llega a una
pista, que seguimos con la misma señalización del PR, hasta que en cinco
minutos más dejamos que cambie de orientación para ir a su destino. Nosotros
seguimos por la pista como tres cuartos de hora más, amenizados por las
extraordinarias vistas sobre el Gran Norte, desde el Ezcaurre, en el límite con
Navarra, hasta varios de los picos del macizo de Collarada, pasando por Agüerri,
Bisaurín, Fetás, Peña Mediodía, Llena del Bozo, de la Garganta, Aspe, entre
otros.
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Río Estarrún |
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Molino de Aísa |
Dejamos a nuestra izquierda la
cota más alta de esta sierra, el Puyarrón, y nos llegamos hasta el puerto
carretero en el collado de la Loma de Aísa, donde nos volvemos a topar con el GR
15, que nos sirve de referencia ya para volver al punto de partida. En media
hora nos baja al lecho del río Estarrún, donde el escaso caudal del momento nos
permite cruzarlo sin descalzarnos, al contrario que en otras ocasiones. Seguidamente
se llega al antiguo molino, un lugar apacible, y tras una corta cuesta se
alcanza el lugar donde hemos abierto la circular, encontrándonos ahora un
pueblo más animado que el dormido de hace cuatro horas, participando de su vida
al atravesarlo camino del vehículo.
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Panel informativo del GR 15, en Aísa |
Un bonito circuito, para echar la
mañana cerca de Jaca, uniendo los tres núcleos de población de este municipio
de Aísa, dentro de su valle, por unos caminos de viejo que merecen un repaso si
quieren ser transitados. En total, nos ha salido un recorrido de unos 13,3 km,
llevado a cabo en un tiempo total de 4h 15’, del que 3h 10’ ha sido en
movimiento, con un desnivel total acumulado de 450 m D+/-.
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Parroquial de la Asunción de Santa María, en Aísa
Las fotos y el track |
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