Uno de los grandes alpinistas estadounidense Alex Lowe, nos dejaba prematuramente a causa de una avalancha en el Shishapangma, cuando pretendía ser el primero de su país en bajar un ocho mil esquiando. Le gustaba decir que … el mejor escalador del mundo es el que más se divierte escalando. Y es el único argumento para considerarnos en ese selecto grupo de los mejores escaladores del mundo, porque escalar, no sé si escalaremos, pero disfrutar… al máximo.
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| Ay, qué bonitas!!! |
Sí. Eso es lo que hemos hecho hoy en las paredes de la solana del barranco de Aguaré, donde se están equipando, con la colaboración de Barrabés-Jaca, vías de escalada deportiva de dificultad media/alta se podría decir (=/> VIº), aunque para un amante de los caminos horizontales, a lo sumo inclinados, más que de los verticales, le parece inalcanzable, pero hete aquí que también han pensado en los “mataos”, preparando alguna vía de 4º/4º+, a las que ya podemos tener acceso para sentirnos el mejor escalador del mundo, como decía Lowe, porque nos divertimos y disfrutamos como el que más.
Con la amiga María, mejor escaladora que uno, aunque si es por diversión vamos a la par, y los maestros Jesús y Raquel, que han sacrificado la jornada para hacernos sentirnos como esos mejores escaladores del mundo, subimos por el sendero del Aguaré, por encima del barranco, hasta dar con el cruce entre ambos. Dejamos que el camino suba a Gabardito y nos quedamos en las pocetas dándonos un refrescón. Acto seguido, nos arrimamos a la pared, en concreto a esa Güerta Murciana, que se ha currado el hortelano Mateo, con esas tres vías para principiantes, porque lo somos… y siempre lo seremos. Entre Jesús y Raquel las montan y las desmontan, y nosotros… a disfrutar.
Son la “Carmela” y la “Cavernera”, de 4º, que comparten reunión, y a la derecha de ambas, la “Fosquitos”, de 4º+, que, bueno, con algún pasico para pensar, pero disfrutonas al fin y al cabo. Comienzo yo, y a continuación, mucho más resuelta, es María la que las hace. Al oír a Raquel decir que vamos sobraos, ya uno no sabe si se va a seguir sintiendo el mejor escalador del mundo, porque no sabe si va a seguir disfrutando con lo que le van a preparar. De momento, bocao, que es hora.
Todos los temores se materializan cuando oyes que lo de equipar estos cuartos ha sido una feliz y excepcional ocurrencia, porque en estas paredes no hay quintos… asindeque… al sexto de cabeza. Nos movemos de nuestro emplazamiento para ir al pie de la “Puy”, un muro algo tumbao, pero con más dificultad, claro, no en vano, David “Rodri”, el equipador, la catalogó como 6º. Pues allá que vamos.
Junto a un diedro, va subiendo por una placa en la que los agarres no están tan aparentes y hay que darle más al coco, aunque siempre tutelados desde abajo. Se consigue superar con alguna ayudita. El final de la vía es bastante sorprendente, porque al terminar la pared se llega a una arista justamente debajo de la reunión, con unas vistas alucinantes sobre el barranco de Ip y sobre el que estamos. María, sin esas ayuditas, y en la mitad de tiempo se la ventila.
Y ya se hace la hora de volver, y lo hacemos muy agradecidos por esa dedicación que nos han prestado en la jornada de hoy Jesús y Raquel, que se han quedado con las ganas de repetir… y nosotros también, claro.
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