Sierra de Angelé (1.340 m)
Jueves, 31 de enero de 2013
Estamos gozando de unos días de
buen tiempo, despejado, pero no en toda la península, porque en el extremo
norte, tanto continental como marítimo, seguimos bajo la influencia lateral,
muy de refilón, pero influencia al fin y al cabo de las bajas presiones que el
anticiclón está echando hacia el medio y norte de Europa. Pero parece ser que
justo el fin de semana, éste se va a retirar a sus cuarteles del sur, y va a
dejar entrar de lleno otra perturbación con aire frío en capas altas y con una gran
diferencia de presiones, lo que nos va a traer otra masa de aire frío con fuertes
rachas de viento en nuestras latitudes pirenaicas. Conclusión, que hay que
aprovechar estos días previos para echarse al monte, y poder estar al abrigo,
con el cuerpo gozado, cuando todo eso ocurra.
Ermita de San Cristóbal |
Por tratar algún
día de dejar de quemar combustibles, salimos directamente de casa para meternos
otra trotada por los montes cercanos. Esta vez elegimos la Sierra de Angelé
(conocida también como de los Ángeles), que es la divisoria entre los valles
del Aragón y del Lubierre, al sur del collado de Borau.
Pues eso, con
poco equipaje, provistos tan sólo de muy buena voluntad y de muchas ganas, y
pensando que en cosa de tres horas estaremos de vuelta, salimos de casa para
tomar el Camino de Santiago hasta Castiello. En un lugar próximo aún a Jaca, ha
habido un desprendimiento del talud que soporta el firme de la carretera, y en
previsión de que se vea afectada hay una actuación en marcha. Es de esperar que
cuando termine procedan a despejar el camino, porque actualmente está cortado,
haciendo un poco incómodo el paso. También está deteriorado el puente de madera
que salva el barranco Salado (el formado entre Rapitán y Claraco). Y también lo
está, especialmente la barandilla de madera, todo el desnivel al norte del
Charle. Por el contrario, el tramo justo anterior al Ijuez, que desapareció por
completo a causa de la riada de octubre, ya podemos decir que ha quedado muy
bien acondicionado. También el tramo de soto, pasado este río, que hay debajo
del camping, aunque ha perdido todo su encanto; esperemos que los hados no se hayan
espantado del todo y puedan volver a hacer su labor; esperemos, pues, que
vuelva a adquirir ese encanto, esa magia de los sotos ribereños; le daremos
tiempo para ello.
Barranco de Casadioses |
Bien. Una vez
terminado el parte meteorológico y el de caminos, seguimos a lo nuestro, que es
estar pendientes de lo primero para recorrer lo segundo. Mesón de Castiello. Abrevar
en el parque junto a la carretera y a tomar la pista del, que según indica un
cartel, es el barranco de Plandigüé. Baja con agua, y al poco hay que cruzarlo.
Las primeras lazadas nos permiten ir tomando altura. Unas primeras lazadas que
van escondiendo ya alguna pequeña mancha de nieve en las umbrías, pero que poco
a poco se van extendiendo a todo lo largo y ancho de la pista. Lo que empieza
siendo algo agradable, el poder trotar por encima de la nieve, se va
convirtiendo en un tener que ir mirando por dónde y cómo se pisa, porque hay
tramos en los que nos metemos hasta casi la rodilla, y con agua corriendo por
debajo del manto nivoso.
Ruinas de la ermita de San Bartolomé |
Ruinas de la
ermita de San Bartolomé, a las que nos asomamos. Seguimos,
y a cada lazada de la pista más y más nieve, con más y más agua por debajo. Ya
no pensamos en cómo nos estamos poniendo de fartos d’aigua, no, ya no pensamos
en lo que nos está retrasando esta forma tan penosa de avanzar, no, lo que
pensamos es en qué estado se van a quedar estas pistas. Veremos.
Hora y veinte
desde Castiello, y sin saber de quién son los pies que nos han traído hasta aquí,
llegamos al lomo de esta sierra de Angelé, que nos da vista al valle del
Lubierre, con una divisoria pirenaica en las nubes. Ahí tenemos a la Peña
Forca, al Agüerri, Bisaurín, Llanas del Bozo y Garganta, Aspe, Lecherines, Raca;
y al este del Aragón el macizo de la Collarada, con el resto de picos que
cierran el circo de Ip. Todo ello nos reconforta, porque teníamos ganas de
salir de la pista que nos ha dejado aquí, teníamos ganas, sí, guiados por una
vana esperanza de que cambiara la situación, y lo hace, pero a peor. Sigue
habiendo mucha nieve todavía, y la progresión se hace más que penosa. Pero no
hay más remedio, no hay vuelta atrás.
Lomo de la sierra de Angelé |
Estamos ya
direccionados hacia el regreso, pero aún queda lo suyo de loma. En torno a tres
cuartos de hora, pasando por la base del Grosín, que, dicho sea de paso, nos
cuesta gran trabajo resistir la tentación de subirlo, y que nos lleva hasta el
collado del paco Serés, habiendo dejado a nuestra izquierda el monte de Santa
Eugenia, por donde también pensamos en bajar, ya que al estar emboscado habrá
menos nieve, pero es mejor ir a lo seguro, el cupo de embarcadas ya lo tenemos
hoy cubierto. Tomamos pues ya la pista del barranco, hasta llegar al puente
Oliván, lo que nos cuesta más de media hora, con nieve también en el tramo
superior. También resistimos la tentación de parar un vehículo de Acciona que
baja de la pista del tubo, para preguntarle que si va a Jaca, que irá…
Y poco más.
Vuelta por la cabañera hasta Jaca, hasta casa. Han sido más de cuatro horas, lo
que teníamos previsto en tres, lo que nos ha costado esta vuelta de más de 20
km, y en torno a 1.200 de desnivel acumulado. Buen entreno. Buena mañana. Buenas
garrillas se nos han quedao.
El reportaje completo de fotos, en:
https://picasaweb.google.com/chematapia/SierraDeAngele#
(si no sale como enlace, podéis copiar y pegar)
Ay ,qué bonito está mi pueblo!.Sí, ese camino lo hacemos habitualmente aunque con un poco de canguelo por los jabalíes o ...los cazadores
ResponderEliminarTienes razón, Cacatúa, tienes razón. De hecho me encontré dos en el tramo entre el Grosín y el collado del paco Serés, y lo primero que pensé fue que estábamos a jueves, que es día de caza. ¡Qué miedo!, ¿no? Gracias por el comentario.
Eliminaraún así...menudo tute os metéis, no?estáis como rocas
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