Punta Fazera (2.036 m)
Punta Burrumbalo (2.148 m)
Domingo, 27 de enero de 2013
Otra salida improvisada, que son
las buenas, y con amigos, amigos de los amigos, y amigos de los amigos de los
amigos. Bueno, al final, Javier, María, Nacho, Miguel, Josemari y uno mismo.
Todos con ganas de hacer monte. Todos sabiendo el riesgo que se corría hoy de
mal tiempo. Un encendido amanecer lo anunciaba, ya no íbamos a ver el sol en
todo el día, y ese frente previsto para hoy, que parece ser el último de esta larga
serie, tiene pinta de ejercer, pero bien. Veremos.
El sol nos hace el último guiño |
Nueve
menos cuarto de la mañana. Senegüé es el punto de encuentro, donde tras barajar
unas cuantas opciones, nos decidimos por el Burrumbalo, y acometerlo por la
sur, desde Betés, todo ello claro está si la carretera lo permite, al menos
hasta el pueblo. Así es que camino del Sobremonte biesquense, para dejar los
coches donde previsto. La carretera hasta el pueblo está limpia, pero no la
pista desde aquí. De momento toca hacer comedias, porque el suelo está
completamente helado.
El grupo al poco de salir |
Desde
el mismo arranque tenemos en nuestro punto de mira la redondeada cumbre del
Burrumbalo, y así seguirá siendo mientras las nieblas lo dejen. De todos modos,
aprovechamos el encuentro con un hombre para asegurar la ruta, cuyos primeros
compases discurren por una pista que compartimos con un cazador con pinta de ir
a la espera. Los campos están dormidos bajo un palmo de nieve, al menos. Una
pista, decimos, con trazadas de tractor, que aprovechamos hasta que se
terminan. Ya nos hemos puesto hace un rato las raquetas. A partir de aquí ya
piso virgen, adivinando la ruta. Seguimos por donde nos parece que tiene que
ser, hasta que la perdemos y tenemos que meternos por entre los pinos para
subir y encontrarnos de nuevo con la pista.
María en la entrada de la trocha |
A
los cincuenta minutos nos encontramos a nuestra izquierda, y señalada por un
gran hito de piedras, una evidente entrada que nos da buena espina, y la
tomamos. Por su tremendo desnivel más parece una trocha de madera, que nos
cuesta recorrer más de una hora. Mientras tanto hemos salido del bosque, y hemos
vuelto a entrar. El desnivel se hace todavía mayor. El paquete de nieve es
enorme, y el esfuerzo para hacer huella también.
Loma para subir al collado |
Mediodía
de reloj y salimos de este último tramo de bosque a una loma por la que
decidimos subir, ya que al estar más expuesta entendemos que estará más
venteada y tendrá menos nieve. Pasamos por una cabaña, Planigolar según los
mapas, con más de cien años de antigüedad, 1910 pone en lo alto de la puerta.
No nos detenemos más que para abrigarnos, el aire que sopla lo merece. Seguimos
subiendo loma arriba hasta el mismo collado, en el que nos encontramos
ventisqueros, los producidos por las nortadas, no en vano nos asomamos ya al barranco
del Puerto, o de Merdazero para los puristas, intuyendo las cimas de la sierra
de la Partacua, con su cumbre mayor de Peña Telera. Y decimos intuyendo porque
están inmersas en un ambiente auténticamente invernal, esta serie sin fin de
borrascas han dejado un escenario en el Pirineo como hacía tiempo que no se
veía. Y esta última es la que no nos va a dejar disfrutar de esta ascensión sin
mojarnos. Estamos debajo mismo de un enorme nubarrón que intuimos nos va a
esperar en la cima. Dormido. Todo está dormido en espera de mejor tiempo.
La Partacua no está para bromas |
A
cinco minutos de haber llegado al collado, en dirección E, tenemos la Punta
Fazera (2.036 m), que visitamos. El cordal sigue hasta el Zerruza (2.009 m),
pero al que no llegamos. Hay que volver al collado para alcanzar nuestro
objetivo de hoy, la Punta Burrumbalo (2.148 m). Y lo conseguimos cresteando a
lomos de esta divisoria entre el Sobremonte y el barranco del Puerto. Es la una
de la tarde cuando, envueltos ya en un fino granizo que desprende este nubarrón
que nos estaba esperando celebramos la cima con los abrazos de rigor. Y poco
más, el tiempo no da tregua y hay que darle la espalda a esta cumbre menor,
inhóspita como corresponde al invierno, pero que nos ofrece unas vistas
extraordinarias. Guara, Santa Orosia, Oturia, Canciás, Pelopín, Oroel… Y las
sierras mayores, que andan entre nubes, Telera, Tendeñera… Nos vamos con la
promesa de volver cuando se torne más amable.
Punta Fazera |
Sin
tiempo que perder emprendemos el descenso, primero hasta el collado y luego,
pasando por Planigolar, hasta el bosque, donde encontramos algo de abrigo para
echar un bocado. La lluvia sigue, y por momentos persistente. El camino de
bajada es cansino, pero sencillo, sólo tenemos que seguir nuestras propias
huellas. Terminamos esta trocha y salimos a la pista, y en poco ya nos
encontramos un cartel, de nueva fábrica, que nos indica un sendero de entrada
al bosque que nos lleva a Betés. Lo tomamos, y tras cruzar un barranco, sin
demasiada confianza, pero con ganas de llegar, seguimos bajando unos
aterrazamientos del terreno, que nos deja en la pista inicial, sí, la de
huellas de tractor, que en cuatro patadas, y fartos d’aigua nos lleva ya al
pueblo.
Algo más de
tres horas para subir y poco más de la mitad para bajar. En total, han sido
casi cinco horas para salvar los más de 1.800 metros de desnivel acumulado, en
una mañana en la que el tiempo nos ha respetado en la subida, pero que ya no en
la bajada. Esta vida es una continua apuesta, y no siempre se gana. Pero contentos,
muy contentos, porque eran más las ganas que teníamos de subir al monte que las
garantías que nos daba el tiempo. Así nos lo anunciaba y no nos ha defraudado.
La Naturaleza nunca defrauda.
El reportaje completo de fotos, en:
https://picasaweb.google.com/chematapia/PuntasFazeraYBurrumbalo
(si no sale como enlace, podéis copiar y pegar)
Muy bonita la excursión
ResponderEliminarSí, así es David. Porque el concepto de bonito se filtra con los ojos de dentro. El buen o mal tiempo es secundario. Gracias por el comentario.
EliminarMuy bonito el reportaje: la compañía y el sitio muy buenos, pero con ese arte para escribir incluso mejoran los recuerdos.
ResponderEliminarTendremos que repetir con la esperanza de tener mejores vistas.
Javier
Sí señor, habrá que repetir. Gracias, Javier, por el comentario.
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