martes, 29 de enero de 2013

Puntas Fazera y Burrumbalo

A TUCAS ALBARS
Punta Fazera (2.036 m)
Punta Burrumbalo (2.148 m)
Domingo, 27 de enero de 2013




           Otra salida improvisada, que son las buenas, y con amigos, amigos de los amigos, y amigos de los amigos de los amigos. Bueno, al final, Javier, María, Nacho, Miguel, Josemari y uno mismo. Todos con ganas de hacer monte. Todos sabiendo el riesgo que se corría hoy de mal tiempo. Un encendido amanecer lo anunciaba, ya no íbamos a ver el sol en todo el día, y ese frente previsto para hoy, que parece ser el último de esta larga serie, tiene pinta de ejercer, pero bien. Veremos.

El sol nos hace el último guiño
            Nueve menos cuarto de la mañana. Senegüé es el punto de encuentro, donde tras barajar unas cuantas opciones, nos decidimos por el Burrumbalo, y acometerlo por la sur, desde Betés, todo ello claro está si la carretera lo permite, al menos hasta el pueblo. Así es que camino del Sobremonte biesquense, para dejar los coches donde previsto. La carretera hasta el pueblo está limpia, pero no la pista desde aquí. De momento toca hacer comedias, porque el suelo está completamente helado.

El grupo al poco de salir
            Desde el mismo arranque tenemos en nuestro punto de mira la redondeada cumbre del Burrumbalo, y así seguirá siendo mientras las nieblas lo dejen. De todos modos, aprovechamos el encuentro con un hombre para asegurar la ruta, cuyos primeros compases discurren por una pista que compartimos con un cazador con pinta de ir a la espera. Los campos están dormidos bajo un palmo de nieve, al menos. Una pista, decimos, con trazadas de tractor, que aprovechamos hasta que se terminan. Ya nos hemos puesto hace un rato las raquetas. A partir de aquí ya piso virgen, adivinando la ruta. Seguimos por donde nos parece que tiene que ser, hasta que la perdemos y tenemos que meternos por entre los pinos para subir y encontrarnos de nuevo con la pista.

María en la entrada de la trocha
            A los cincuenta minutos nos encontramos a nuestra izquierda, y señalada por un gran hito de piedras, una evidente entrada que nos da buena espina, y la tomamos. Por su tremendo desnivel más parece una trocha de madera, que nos cuesta recorrer más de una hora. Mientras tanto hemos salido del bosque, y hemos vuelto a entrar. El desnivel se hace todavía mayor. El paquete de nieve es enorme, y el esfuerzo para hacer huella también.

Loma para subir al collado
            Mediodía de reloj y salimos de este último tramo de bosque a una loma por la que decidimos subir, ya que al estar más expuesta entendemos que estará más venteada y tendrá menos nieve. Pasamos por una cabaña, Planigolar según los mapas, con más de cien años de antigüedad, 1910 pone en lo alto de la puerta. No nos detenemos más que para abrigarnos, el aire que sopla lo merece. Seguimos subiendo loma arriba hasta el mismo collado, en el que nos encontramos ventisqueros, los producidos por las nortadas, no en vano nos asomamos ya al barranco del Puerto, o de Merdazero para los puristas, intuyendo las cimas de la sierra de la Partacua, con su cumbre mayor de Peña Telera. Y decimos intuyendo porque están inmersas en un ambiente auténticamente invernal, esta serie sin fin de borrascas han dejado un escenario en el Pirineo como hacía tiempo que no se veía. Y esta última es la que no nos va a dejar disfrutar de esta ascensión sin mojarnos. Estamos debajo mismo de un enorme nubarrón que intuimos nos va a esperar en la cima. Dormido. Todo está dormido en espera de mejor tiempo.

La Partacua no está para bromas
            A cinco minutos de haber llegado al collado, en dirección E, tenemos la Punta Fazera (2.036 m), que visitamos. El cordal sigue hasta el Zerruza (2.009 m), pero al que no llegamos. Hay que volver al collado para alcanzar nuestro objetivo de hoy, la Punta Burrumbalo (2.148 m). Y lo conseguimos cresteando a lomos de esta divisoria entre el Sobremonte y el barranco del Puerto. Es la una de la tarde cuando, envueltos ya en un fino granizo que desprende este nubarrón que nos estaba esperando celebramos la cima con los abrazos de rigor. Y poco más, el tiempo no da tregua y hay que darle la espalda a esta cumbre menor, inhóspita como corresponde al invierno, pero que nos ofrece unas vistas extraordinarias. Guara, Santa Orosia, Oturia, Canciás, Pelopín, Oroel… Y las sierras mayores, que andan entre nubes, Telera, Tendeñera… Nos vamos con la promesa de volver cuando se torne más amable.

Punta Fazera
            Sin tiempo que perder emprendemos el descenso, primero hasta el collado y luego, pasando por Planigolar, hasta el bosque, donde encontramos algo de abrigo para echar un bocado. La lluvia sigue, y por momentos persistente. El camino de bajada es cansino, pero sencillo, sólo tenemos que seguir nuestras propias huellas. Terminamos esta trocha y salimos a la pista, y en poco ya nos encontramos un cartel, de nueva fábrica, que nos indica un sendero de entrada al bosque que nos lleva a Betés. Lo tomamos, y tras cruzar un barranco, sin demasiada confianza, pero con ganas de llegar, seguimos bajando unos aterrazamientos del terreno, que nos deja en la pista inicial, sí, la de huellas de tractor, que en cuatro patadas, y fartos d’aigua nos lleva ya al pueblo.

Algo más de tres horas para subir y poco más de la mitad para bajar. En total, han sido casi cinco horas para salvar los más de 1.800 metros de desnivel acumulado, en una mañana en la que el tiempo nos ha respetado en la subida, pero que ya no en la bajada. Esta vida es una continua apuesta, y no siempre se gana. Pero contentos, muy contentos, porque eran más las ganas que teníamos de subir al monte que las garantías que nos daba el tiempo. Así nos lo anunciaba y no nos ha defraudado. La Naturaleza nunca defrauda.


El reportaje completo de fotos, en:
https://picasaweb.google.com/chematapia/PuntasFazeraYBurrumbalo
(si no sale como enlace, podéis copiar y pegar)

4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Sí, así es David. Porque el concepto de bonito se filtra con los ojos de dentro. El buen o mal tiempo es secundario. Gracias por el comentario.

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  2. Muy bonito el reportaje: la compañía y el sitio muy buenos, pero con ese arte para escribir incluso mejoran los recuerdos.
    Tendremos que repetir con la esperanza de tener mejores vistas.
    Javier

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    1. Sí señor, habrá que repetir. Gracias, Javier, por el comentario.

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