domingo, 6 de enero de 2013

Con raquetas a Pombie

RAQUETAS
Con raquetas a Pombie (2.032 m)
Soum de Pombie (2.134 m)
Pic de Moustardé (2.055 m)
Sábado, 5 de enero de 2013


  




         Viernes noche. Suena el teléfono.

-          ¡Hola Chema!
-          ¡Hola Javier! ¿Qué pasa?
-          Que estoy saliendo de Zaragoza y tendría que mirar mañana un camino, para hacerlo con raquetas con el grupo a mitad de enero, y era por si me podías acompañar.
-          Sí, sí, sin problemas, ya había echado planes, pero los que he hecho los puedo deshacer. Y, ¿a dónde quieres ir?
-          Pues es uno que sale de Escarrilla…
-          Podemos pasar a verlo, pero el arranque cuenta que estará sin nieve. De todos modos, si tú quieres podemos acercarnos, y para hacer raquetas, siempre tenemos el Portalet.
-          Ok. Te recojo mañana.

Peyreget y Midi d'Ossau
Así empieza la historia de hoy. Pues bueno, no es mal comienzo. Nos encaminamos hacia el Valle de Tena. Comentamos el camino de la Partacua. Subimos hasta Lacuniacha, y ni rastro de nieve. Definitivamente, nos vamos al Portalet. Pasadas las once de la mañana, de una mañana radiante, extraordinaria. Son regalos de este anticiclón que nos está achicharrando el invierno, que nos está achicharrando la nieve, que nos está achicharrando la moral. Pero mientras esté con nosotros, habrá que disfrutar de él. No hay más remedio.

Filas de coches en la carretera. Midi d’Ossau y Peyreget, dominando el Circo d’Aneu, que es nuestra opción invernal para pasar otra buena mañana de raquetas. Nos las ponemos ya a pie de carretera, y arreamos ya camino del refugio de Pombie. Mucho personal raqueteando y con esquís de montaña. Subimos hasta el collado (2.129 m), desde donde tenemos una buena panorámica de todo el circo. También el refugio de Pombie, a donde nos dirigimos. El viento nos azota, pero al bajar un poco se le pasan las ganas.

El sol, reinando en la mañana
A partir del collado se abre una cuenca a nuestra derecha, con una pendiente considerable. Es el Caillou de Soques, que llega hasta la carretera, a varios cientos de metros por debajo. El camino es estrecho, con tramos en los que la huella permite andar con las dos raquetas en paralelo, pero con otros en los que sólo cabe una, de modo que hay que andar con una delante de la otra.

El viento crea unos ventisqueros y unos caprichosos campos de dunas que tapizan el suelo decorándolo con bellas formas.

Finalmente, y a casi dos horas de haber salido del coche, llegamos al refugio. Situado a 2.032 metros de altitud, está en un lugar estratégico, en un lugar privilegiado, con un ibón a sus pies, ibón que está aletargado bajo una capa de hielo y nieve que nos niega su visión, pero sabemos que está ahí, con los ojos cerrados, a la espera de su momento para regalar a todos su belleza.

Ibón de Pombie, bajo la nieve
El refugio guardado está cerrado. Sólo abierto el libre, en el que podemos ver una sala con cocina, bancos, mesa y algo de comida; y otro cuarto con catres y mantas. En el pasillo, terminal para aviso de socorro. ¿Qué más se puede pedir? Varios montañeros en el exterior echando un bocado. También nosotros. Es gente mayor. También nosotros. Son franceses. Tampoco nosotros. Pero aunque no tenemos en común el idioma, hay algo mucho más fuerte que nos une, y es la admiración por estos paisajes, la admiración por estas montañas, por este sol, por este aire, por esta luz. Sí, es algo en común.

Algo más de media hora se nos va entre bocado y bocado, entre reflexión y reflexión. Hay que marchar, hay que dejar este extraordinario lugar. Volvemos al collado (2.129 m), y lo hacemos por el mismo camino ladeando por esta empinada pendiente. Desde aquí, hacia el E se nos abre un cordal, que comienza por el Soum de Pombie (2.134 m), al que abordamos y continuamos hasta el Pic de Moustardé (2.055 m), desde donde nos volvemos a empapar de tanta y tanta belleza que tenemos a nuestros pies.

De vuelta al collado y para abajo, con una nieve ya transformada, pero que no impide que descendamos hasta el plató del circo, y alcancemos el coche para volver a nuestro valle, para volver a Jaca. Cuatro horas, paradas incluidas, para hacer los más de ocho kilómetros, y los 1.080 metros de desnivel acumulado.

La guinda de la tarta es que parando en Escarrilla, encontramos el arranque del camino que buscábamos, de modo que un día 10.


El reportaje completo de fotos, en:
https://picasaweb.google.com/chematapia/ConRaquetasAPombie





No hay comentarios:

Publicar un comentario