martes, 22 de enero de 2013

Santa Cruz de la Serós - San Juan de la Peña

MONS CON NIEU
Santa Cruz de la Serós 
San Juan de la Peña
Domingo, 20 de enero de 2013


             Mañana frustrada la de ayer. Sigue el temporal, siguen las borrascas yendo y viniendo a una velocidad que hace polvo cualquier previsión sobre su tamaño, intensidad, intenciones, cota de nieve… Lo único que parece seguro es que nos van a seguir acompañando durante algún día más. En fin, que hay que ir improvisando sobre la marcha. Mañana frustrada la de ayer, decimos, y que no estamos dispuestos a que la de hoy también lo sea, de modo que hay que tirarse al monte, no sea que nos eche en falta.

El Cuculo. Para otro día.
            ¿A Bergosa? No, que está enmarronao. Opción, al Cuculo. Pues vamos para allá, con el amigo Julio. Conforme se va llegando a Santa Cruz de la Serós, conforme nos va viendo llegar con el rabillo del ojo, como entrándole un repentino ataque de timidez, como queriendo guardar su intimidad, como queriendo mostrarse hostil para seguir pasando el día sola, esta cima menor, verdadera atalaya sobre todo el eje pirenaico, como telón de fondo de esta depresión formada por la Balancha, cierra las cortinillas y se nos pierde entre las nieblas que nos llegan y que las grandes montañas van soltando conforme se van saturando de ellas.

            De todos modos, tozudos que tozudos, nos acercamos hasta el arranque del camino, hasta ese aljibe de agua en el barranco de Carbonera, con la dificultad añadida de que la nieve en las cunetas no aconseja dejar retirado el coche. Mensaje recibido, pensamos, hoy no es el día de este monte. Habrá que pensar en otro. Será por montes. De vuelta a Santa Cruz se nos ocurre subir hasta el mirador de San Vicente, allá en lo alto de la pradera de San Indalecio, que alberga lo que queda del Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña.

Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña
Se dice que el Monasterio Viejo es la cuna del Reino de Aragón. También se puede decir que igual que la cama es a la cuna, el Nuevo lo es al Viejo, que soportó varios incendios a lo largo de los varios siglos de existencia, hasta que el último de ellos, el devastador de 1675, propició la construcción del Nuevo. San Juan Bautista, como patrón de la orden; San Indalecio, como el del lugar; y San Benito, como fundador de la comunidad, presiden la portada del edificio central de este conjunto monástico, que dejó de serlo en 1835, con motivo de la desamortización de Mendizábal, y que estuvo lamentándose sobre sus ruinas hasta que fue reconstruido hace unos lustros, albergando dos centros de interpretación, el del Reino de Aragón, y el del Monasterio de San Juan de la Peña; así como una Hospedería de la Red de Hospederías de Aragón. Todo este entorno forma parte del Parque Cultural de San Juan de la Peña y del Paisaje Natural Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel, figuras ambas de protección y promoción de unos lugares en los que la historia de Aragón tuvo un punto de inflexión hace en torno a nueve o diez siglos.

Monasterio Viejo de San Juan de la Peña
Cuánta historia, cuánta arqueología, cuánto arte, cuánta memoria encerrada entre los muros de ambos cenobios y esparcida por los alrededores, por esas llanuras de San Indalecio y por los verticales muros que soportan las airadas nortadas que invierno tras invierno, siglo tras siglo, milenio tras milenio hacen acto de presencia por estos lares. Por esas viejas paredes, decimos, que si se lo proponen, y ayudadas por la leyenda, todavía te cuentan que vieron caer detrás de un ciervo herido a Voto con su caballo, quien invocando en la caída a San Juan Bautista se posó suavemente en el suelo. Asistido por su hermano Félix encontraron el cuerpo incorrupto del anacoreta Juan de Atarés en una gruta, siendo el germen cenobial de todo este extraordinario conjunto. Grandes dosis de históricas leyendas, o si preferís de legendarias historias, que la aderezan y que se enraízan ambas en la noche de los tiempos.

Sí, tenéis razón, es una burda manera de resumirlo todo. No son formas de tratar el fin del condado, de tratar el origen de la creación del reino y su extensión peninsular, insular y continental. De momento, lo que haremos será contar hasta diez cada vez que oigamos hablar hoy en día en España eso de “Comunidades Históricas”, a saber de qué historia hablan… Pero volvamos a lo nuestro, a ver si se nos da mejor…

Señales cercanas ya al balcón
Estos caminos, con marcas y señales de varias instituciones, no son más que el acercar el Camino de Santiago hasta los monasterios. De modo que estamos hablando del GR 65.3.2, una variante del GR 65.3.1, que es el que baja de Somport y se encamina a la tierra plana. Lo tomamos, pues, a lo que pasa por Santa Cruz de la Serós, desde donde vemos lo acertado de la decisión de no haber ido al Cuculo, porque está ya con el marrón encima.

Entre unas cosas y otras, las diez y media de una mañana en la que se masca una calma chicha en estas sierras interiores pirenaicas, que están a la espera de lo que se avecina. Nosotros, con la confianza de que nos deje hacer, que, bueno, en realidad tampoco es tanto, sólo subir hasta el mirador, por unos caminos muy parecidos a los de su hermana del este, la Peña Oroel. Se va tomando altura por estos conglomerados, encontrando cruces de más y más opciones, pero nosotros tomamos siempre la más directa.

Último tramo de camino
Conforme vamos subiendo nos vamos encontrando nieve, que no está mal, pero que sí hay que tener más cuidado en un tramo una vez entrados en un barranco, que está helado, y esperamos que la mañana juegue a nuestro favor y no esté así al bajar, porque está realmente peligroso. Bueno, pues en una hora lo hemos hecho, hemos llegado al Mirador de San Vicente, llamado también Balcón del Pirineo, salvando los más de cuatrocientos metros de desnivel. Este lugar es privilegiado, cuando la meteorología lo permite, claro, porque tiene una vista excepcional del Pirineo aragonés, desde los límites con Navarra hasta más allá de las Tres Sorores. Todo ello está perfectamente indicado en la Mesa Orientadora, una plataforma semicircular, de mármol, en la que está indicado el perfil de los más importantes picos, con una dirección para poderlos identificar bien, pero que no podemos hacer porque la mesa se encuentra bajo una capa de varios centímetros de hielo y nieve. Pero se lo perdonamos, lo mismo que al paisaje el que se esconda. Bastante tiene con lo que tiene, como para además enfadarnos con él.

Mesa orientadora
No mucho rato aquí y descendemos al Monasterio Nuevo, en el que aprovechamos para echar algo caliente al coleto. La vuelta la hacemos bajando al Viejo por el camino, y seguir luego hasta encontrar el de subida, por el que llegamos con las primeras cilliscas de nieve, ya de nuevo a Santa Cruz de la Serós, que alberga dos joyicas de la arquitectura medieval. Son lo que queda del antiguo convento de monjas benedictinas, que fueron trasladadas a Jaca en 1555, y que aquí siguen. Muy mayores ya, claro, hace tanto tiempo de eso… Lo que queda de todo aquello es la iglesia, contemporánea de la Catedral de Jaca, y mandada construir por Ramiro I mediado el S XI, y donde ingresaron sus tres hijas, Urraca, Teresa y Sancha. Un poco más abajo, encontramos lo que fue la parroquial del pueblo, dedicada a San Caprasio es uno de los escasos ejemplos de románico lombardo en la Jacetania.

Serós, apócope de sorores, hermanas en la lengua vecina, como las tres hijas de este primer rey aragonés, también como Treserols, las tres cimas del macizo del Perdido que hemos podido adivinar allá arriba tras las cortinas del frente. ¿Guardará alguna relación todo ello? Seguro que sí, en el ámbito de estos Pirineos misteriosos, seguro que sí. Que no decaiga la magia.


El reportaje completo de fotos, en:
https://picasaweb.google.com/chematapia/SantaCruzDeLaSerosSanJuanDeLaPena#
(si no sale como enlace, copiad y pegad)

2 comentarios:

  1. Sin duda una buena aventura por esta preciosas tierras del alto Aragón. Estos días de Navidad he recorrido parte de estos lugares y me han cautivado.
    Un saludo desde Barcelona.

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    1. Así es, Canela. Es tierra que vuela bajo y que cautiva. Gracias por el comentario.

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