viernes, 7 de febrero de 2020

Sasabe y Cubilar de las Vacas, por los montes de Borau

IXOS MONS
Cubilar de las Vacas (1580 m)
San Adrián de Sasabe (1085 m)
Jueves, 6 de febrero de 2020



            Otra gran mañana pasada por las sierras calladas del valle del Aragón, en concreto por los montes de Borau, en los que hay señalizadas unas rutas que los recorren. Hemos elegido dos de esas rutas, que las hemos unido en una sola. La de San Adrián de Sasabe por Troncito, de ida y vuelta desde Borau, con la del Cubilarde las Vacas, en circular desde la ermita. Una excursión imprescindible para conocer estos bosques y una de las joyas históricas de Aragón, la ermita de San Adrián de Sasabe, consagrada por el obispo Esteban, de Huesca, en 1104, que fue sede episcopal y hay quien afirma que albergó el Santo Grial, antes de su viaje a San Juan de la Peña.


Cruce de la carretera de Aísa, depósitos de agua y arranque del camino


Inicio empedrado del camino
            Partimos del aparcamiento justo en la entrada de la localidad, donde tenemos noticia de los citados senderos. Subimos por el pueblo arriba hasta la iglesia, por cuyo costado derecho salimos a la carretera de Aísa, que cruzamos. Justo enfrente se encuentran los depósitos de agua, con el arranque de nuestro sendero. Un sendero que, una vez superado el bonito empedrado inicial, hasta alcanzar la zona de bosque discurre por entre cascajos en franca subida. Nos vamos guiando por hitos de piedras y señales de pintura verde y blanca. Ya en el bosque el escenario cambia, y se vuelve todo más amable.

Camino del bosque

El sendero sale a la pista
            En menos de una hora el sendero nos deja en la pista donde comienza la segunda parte de nuestra ruta. Aunque veamos las indicaciones que nos envían a Sasabe a la izquierda, como el itinerario es circular, la tendremos más cerca del regreso. Otra cosa es que, llegados a este punto, decidamos que no continuamos, en ese caso sí que bajaríamos a la ermita, donde tenemos varias opciones, o hemos previsto un vehículo que nos devuelva por carretera a Borau, o lo hacemos andando, algo que no aconsejamos, o regresamos por donde hemos venido, que tampoco es mala opción.

Por el bosque, antes de salir a la pista por primera vez

El sendero sigue por el bosque
            Si por el contrario, continuamos hacia el Cubilar de las Vacas, ya visitaremos la ermita, como decimos, a nuestro regreso, y desde el sendero, tomamos la pista a la derecha ascendiendo por ella. A los diez minutos, la dejamos que vaya a la borda Palacín, y en una pronunciada curva a la derecha, tomamos un sendero a la izquierda, que siguiendo por el bosque nos lleva, en otros veinte, al cruce del Calcil. Se trata de otra de las rutas dibujadas por estos montes, que bien nos podría servir para volver a Sasabe. Si decidimos continuar seguimos a la derecha, y ya por mejor firme, nos presentamos en la pista, que tomamos para volvernos a meter en sendero a los cinco minutos.

Los Aguachinales

Pino silvestre
            En un cuarto de hora salimos a otra pista en cota superior, en la que a pocos metros nos encontramos los Aguachinales, una zona con un abrevadero de dimensiones considerables, y cuyo nombre no engaña. Continuamos por la pista, y en otro cuarto de hora alcanzamos nuestro objetivo, una amplia extensión de prado, custodiado por enormes ejemplares de pino silvestre, y donde tenemos también un abrevadero junto a las instalaciones ganaderas y un refugio forestal. Como dos horas y media desde Borau, la llegada aquí bien merece un breve descanso.

Abrevadero del Cubilar de las Vacas

Arranque del sendero de regreso desde el cubilar
            Hay que estar atentos en el arranque, porque nuestros pies nos pueden llevar de frente, siguiendo la pista, pero eso nos haría dar una vuelta de 1,3 km innecesariamente. Hay que volver al abrevadero, y debajo de él guiarnos por una tablilla que nos dirige a Sasabe. Es una tablilla verde, del Espacio Natural Protegido, porque hay que recordar que estamos en el Parque Natural de los Valles Occidentales. Bueno, pues, solo queda seguir el sendero, que cruza la pista en un punto, y como a tres cuartos de hora desde el cubilar nos deja en otra pista, y esta en la definitiva que nos aproxima a la ermita, que nos brinda una buena ocasión para su visita. En los alrededores hay una pequeña área de descanso, que también podemos aprovechar para ello.

Acceso a San Adrián de Sasabe

Vista de Collarada llegando a Borau
            Lo hagamos o no, para el regreso, si hemos de hacerlo por Troncito, que es por donde hemos venido, subimos por la pista, y en pocos minutos tenemos el sendero, dando por finalizada la circular. Siguiéndolo desandaremos lo andado hasta llegar al pueblo, concluyendo así esta bonita ruta por los montes de Borau y sus bosques, por sus fuentes, cubilares y esa joya del románico aragonés como es Sasabe. En total le hemos metido 4h 30’ de tiempo total, del que 3h 35’ han sido en movimiento, para recorrer 12,5 km y salvar un desnivel acumulado total de 750 m D+/-. Una muy buena excusa para echar la mañana en el monte.


Las fotos y el track

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