IXOS MONS
Portal de la Cunarda (800 m)
Jueves, 28 de febrero de 2019
La Sierra de Guara no deja de
sorprendernos. Sí, es posible que no sea la primera vez que lo digamos, pero es
que tenemos motivos para ello. La Sierra y los Cañones de Guara, no en vano
protegidos por la figura de Parque Natural conforman, con sus 47450 Has de
superficie, el mayor Espacio Natural Protegido de Aragón. Fue creado en 1990 incluyendo
15 municipios, correspondientes a cuatro comarcas altoaragonesas. Y lo fue para
proteger un vasto territorio en el que la mano caprichosa de los eones dejó su
impronta, esculpiendo profundos cañones que los barrancos han sabido labrar en
su discurrir hacia la tierra llana. Impresionantes paredones calizos en los que
chocan las corrientes de aire, que hacen las delicias de las grandes rapaces.
Esos caprichos se alían con los vientos y nos dejan curiosas formaciones, como
en este caso, en forma de ventana por la que respira ese barranco de Fornocal,
cuya toponimia no esconde secretos. Unos devenires geológicos que seguros
estamos de que siguen con su lento, lentísimo, pero implacable trabajo.
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Vamos!!! |
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Tramo de sendero cercano al pueblo |
Y en uno de sus pliegues se
encuentra el objetivo de hoy, el Portal de la Cunarda, para el que partimos de
Colungo, una villa enclavada en la comarca del Somontano de Barbastro, declarada
como BIC, y que parte de su término municipal está incluido en el mencionado
Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, y que forma parte del
Parque Cultural del Río Vero. Junto a la carretera, en un mirador sobre la
sierra se halla un transformador de la red eléctrica con un mural informativo. Todo
el camino está equipado con balizas. A su derecha sale el camino que, dejando
una fuente a la derecha, sigue encementado hasta las piscinas, donde ya se
convierte en sendero, que tras cruzar el barranco de Pilones sale a la
carretera A-2205, siguiendo de frente por la pista de Suelves, también llamada
camino Os Carros.
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Carrasca junto a la pista |
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Bajando para cruzar el barranco de Tacho |
Siguiéndola, a poco más de 1 km
nos encontramos con el sendero que va directo a nuestro destino, y que se dirige
al barranco de Arruellos, pero preferimos abrir una circular continuando por la
pista, que en otros algo más de 2 km más a través de monte bajo, se nos da
entrada a un sendero. Una hora hasta aquí. Nos adentramos por bosque, entre
pinos y carrascas que, cuyo sendero en cinco minutos nos conduce a un cruce al
que deberemos regresar de vuelta para continuar con la circular. Continuamos
acompañados de coscojas, quejigos, carrascas, grandes bojes y chinebros nos
vamos acercando a la comisura del barranco de Tacho, que a partir de aquí labra
un profundo cauce que se hace intransitable debido a lo cerrado de la vegetación.
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El profundo tajo del barranco causa asombro |
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Últimos y delicados pasos |
Una vez en su margen derecha, el
sendero va coqueteando con la cornisa que esconde ese fondo de barranco con una
gran altura. Se avanza por encima de él en dirección sur, hasta que el relieve
nos hace dar un brusco giro hacia el norte, descubriéndonos el gran monumento
natural objeto de nuestra visita, el Portal de la Cunarda. A partir de aquí no
queda ya más que acercarnos hasta él sin parar de admirar el gran tajo que
forma el barranco de Fornocal. La llegada hasta esta maravilla de la naturaleza
solo merece hacerse con profundo respeto y admiración. El sendero aparenta
terminar a unos metros de la puerta, pero por una pequeña travesía sobre la
roca tiene su continuidad por encima, tomando altura para llegar hasta ella.
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Llegados a la Puerta de la Cunarda |
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La cal deja su impronta |
La llegada está rodeada de
misticismo. El barranco, el cielo, los buitres revoloteando por encima de
nuestras cabezas, al igual que este enorme arco de piedra caliza que conserva
en su exterior las huellas del escurrir del agua durante millones de años. El
marco perfecto para echar un bocado y alimentarnos no solo de ello. El asome a
uno y otro lado es espectacular. No paramos de admirarnos por el gran trabajo
del aire y del agua sobre estas piedras, que junto con la luz que las alumbra
completan los cuatro elementos de los que todo ser viviente está formado.
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Explorando |
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Uno de las decenas de buitres |
Vemos que el sendero sigue y nos
adentramos como para seguir recibiendo sensaciones, buenas sensaciones. Es muy
poco lo que conseguimos avanzar, volviendo al portal enseguida, desde donde
tomamos el camino de regreso, saliendo primeramente hasta el espolón de esta
loma, y adentrándonos de modo aéreo por el barranco del Tacho. Lo cruzamos y subimos hasta ese punto del cruce, donde tomamos ya dirección suroeste
para bajar ya decididamente por el barranco de Arruellos, que toma su nombre de
la antigua extracción de ruellos o muelas de piedra para moler las olivas en las
almazaras. Pero antes, hacemos un alto en una especie de collado para subir al
Tozal de la Enclusa, desde donde tenemos una vista más lejana del Portal de la
Cunarda y del Pirineo nevado, en el que se distingue perfectamente todo el
cordal formado por Gabietos, Taillon, Bazillac, Brecha de Rolando, Casco,
Marboré, Cilindro, Perdido, Soum de Ramond, Punta de las Olas, collado de
Añisclo, Suca y las Tres Marías.
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Por entre carrascas en el descenso |
Volvemos al camino de bajada y
continuamos por él entre carrascas y pinos, hasta salir a la pista de subida,
que en media hora nos devuelve al pueblo, tras haber recorrido una distancia de
12,2 km, en un tiempo total de 4h 35’, del que 3h 10’ han sido en movimiento,
con un desnivel acumulado de en torno a los 850 m D+/-, en una mañana agradable
en lo meteorológico y, como siempre, también en la compañía, pero sobre todo
espectacular en cuanto al medio natural se refiere.
Hola Chema.
ResponderEliminarEs un recorrido muy atractivo, incluso el tramo de pista, con esas vistas al pirineo. Lo hicimos el invierno pasado y nos gusto mucho, aunque si lo piensas bien no solo el agua escurre por las rocas ...
Un saludo
Gracias, Eduardo.
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