Montpedró (734 m)
Lunes, 4 de julio de 2016
Con el amigo Raúl, del Club
Litera de Montaña, de Binéfar y comarca, volvemos de nuevo a estas tierras para
degustar de sus aires, para degustar de su luz, para degustar de su ambiente
mediterráneo, porque Aragón es grande. Aragón es grande, sí, pero hoy por hoy
hasta aquí llega, porque las aguas del próximo embalse de Santa Ana son
compartidas, aunque la presa y el otro bastión, el Montderés, caen de nuestro
lado.
Área de Pinyana |
SL-L 23 |
Dejamos el vehículo para tomar
uno de los diferentes itinerarios que hay para alcanzar la cima de este bonito
monte. Por un sendero en dirección sur y manteniendo en principio la curva de
nivel, lo vamos rodeando hasta que poco a poco va subiendo, llegando al extremo
de un estrecho campo de almendreras, que sin meternos en él, continuamos por la
senda, que ya con clara vocación de subirnos las pulsaciones va picando hacia
arriba, hasta dar con el más domesticado SL-L 23, que viene desde Castillonroy,
pero sin mostrar excesivo interés.
Un alto en el camino |
No lo abandonamos ya hasta
alcanzar la planicie que tiene de cima este monte, en el que está ubicada la
ermita de San Salvador, que despista por su aire recién remozado, pero que
cuyos orígenes se dan por románicos, considerando incluso que convivía su uso
religioso con el castrense, atribuyéndose un pasado templario. Desde luego, a
juzgar por el emplazamiento, no es de extrañar. El camino de subida da amplias
lazadas, burladas todas ellas por un vertical sendero que se ha ido trazando a
puro de pasar y pasar por él, ajenos a las consecuencias de erosión del
terreno, y lo hacen a pesar de estar bien señalizadas las entradas y salidas
con una barrera de piedras.
Senderos de paz |
La llegada arriba viene
acompañada de una gran sensación de libertad. Al norte, la cadena pirenaica; al
sur, las tierras bajas literanas; a poniente, las sierras de esta comarca; y a levante
la muga con Cataluña, donde se aprecia meridianamente la depresión que con el
tiempo ha formado este Noguera Ribagorzana. Una breve visita a lo que se puede
en la ermita, y emprendemos el descenso. Y lo hacemos por otro itinerario.
Seguimos el SL-L 23 por la parte norte, la más escarpada. Tanto es así que hay
tramos que hay que superar con escalones. Ese estrecho sendero nos deja en el
término de una pista con mucha inclinación, que tenemos que descender hasta que
el SL se mete por un desvío a la derecha.
La ermita de bajada |
Este SL continúa hasta la ermita
de Santa Ana, en el pequeño poblado junto a la presa, pasando antes por el área
recreativa, donde nos quedaremos, pero antes, queremos destacar que para evitar
un tramo un tanto vertical y que se encuentra en malas condiciones, lo burlamos
por un sendero que sale a mano izquierda, y que tras un descenso más suave, nos
reconduce al oficial, que ya sin más dilación nos deja en esa área, donde nos
espera el vehículo.
Una tarde muy bien empleada, con
un guía de lujo, para subir este monte de no muy relevante cota, pero sí en
cuanto a lo que destaca sobre el entorno y a la tradición y devoción que
atesora entre las gentes del lugar. En total han salido 6,1 km, recorridos en 2
horas de tiempo total, del que 1h 30’ han sido en movimiento, con 380 metros de
desnivel acumulado D+ y D-, en los confines de nuestra querida tierra
aragonesa.
Las fotos, en: https://picasaweb.google.com/chematapia/6303784993101702929
El track, en: http://www.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=13901694
Muy buena crónica Chema. Un placer el acompañarte a conocer estos lugares. Saludos desde la Litera. Raúl.
ResponderEliminarGracias a ti, Raúl, por tu esfuerzo. El placer es mutuo.
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