domingo, 10 de julio de 2016

Camino de Santiago por Aragón, reandando el Camino francés

IXOS MONS
El Camino de Santiago Francés
(Vía Tolosana) por Aragón
Reandando el Camino francés
Viernes, 8 de julio de 2016
Sábado, 9 de julio de 2016












Cada día tendrá un nuevo horizonte,
cada horizonte un nuevo campanario,
y un viejo hospicio, y un ventero amable,
y un refrigerio simple, y el descanso…

… Emergerá la luz de la mañana,
mudo clarín en toque de relámpago;
tú y yo, y el grupo, perezosamente,
nos pondremos en marcha. Por el campo
se extenderán los corzos al galope,
temblarán las alondras en los álamos,
y en multitud de idiomas
se poblará el amanecer de cantos.



romanicoaragones.com
            Bellas estrofas de Francisco Álvarez Hidalgo, que glosan el camino, el caminar y el caminante. Sujetos pasivo y activo, sólo puestos en contacto a través de la acción, que los une. Una acción que no cesa, que no ha cesado desde los últimos más de mil años, aunque eso sí, con sus altibajos, no pasando ahora precisamente por los mejores momentos este Camino de Santiago Francés, por la Vía Tolosana, que transita por Aragón, y que lo hace por el puerto de Somport, en cuya vertiente meridional se encuentran las ruinas del Hospital de Santa Cristina, fundado a finales del siglo XI, recogido en el Liber Sancti Iacobi, o Códice Calixtino. Escrito por el clérigo francés Aimeric Picaud, entrado ya el siglo XII, este códice le atribuye el lema de Unum Tribus Mundi, situándolo al mismo nivel que los del Gran San Bernardo, en los Alpes, y el propio de Jerusalén. Esos peregrinos, que cruzaban hambrientos el paso, cansados, helados, posiblemente heridos, eran cuidados gratuitamente en el establecimiento durante tres días, según nos indica el maestro Antonio Gª Omedes en su web http://www.romanicoaragones.com/0-Jacetania/441-StaCristina.htm, de donde se ha capturado también la imagen, en la que se recrea el complejo, en el que al faltar documentación que lo atestigüe, no se sabe con precisión, pero se estima un paso de entre 200.000 y 500.000 peregrinos anuales.

El Peregrino, de JA Barrios
            Hoy en día, la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Jaca calcula en torno a 1.000 los que pasan anualmente por este lugar y recalan en la antigua capital del reino en esta primera etapa. Desde los albores de la peregrinación, se han ido abriendo muchas rutas, todas ellas convergentes en Santiago de Compostela, donde cuenta la tradición se encuentra la tumba del apóstol tras llegar hasta allí, desde Tierra Santa, y pasando por Zaragoza, donde se le apareció la Virgen del Pilar. Una simbiosis que aún hoy en día provoca cantidad de movimiento religioso, cultural, lúdico y deportivo. Pero al margen de leyendas y tradiciones, que han de ser sometidas a la conciencia individual humana, lo cierto es que hoy en día el tránsito por el Camino es un motor de desarrollo por los lugares que pasa.


El consejero a su llegada al Somport
            Concretamente, este Camino Francés por Aragón, desde hace décadas ha recibido muy poco apoyo institucional, viéndose relegado a un segundo plano, con diferencia, respecto al paso por el vecino Roncesvalles, con el que se equiparaba en tránsito, siendo el actual como de cuarenta veces superior al nuestro. Alertados por todo ello, el Dpto. de Vertebración del Territorio del Gobierno de Aragón, con su consejero José Luis Soro al frente, ha decidido revertir la situación, y en un encuentro mantenido estas semanas pasadas, en el incomparable marco del Monasterio de San Juan de la Peña, con alcaldes de la zona, comarcas, y la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, se salió con el compromiso de visitar el tramo aragonés en sus cuatro etapas, completando los más de 100 km, entre el Somport y Undués de Lerda.


            Se ha ido materializando el proyecto, hasta el punto de que estos cuatro días, del viernes 8 al lunes 11, el propio consejero y una quincena de personas de su departamento, gabinete, directores generales, etc, han venido al territorio a hacer el Camino, a pisarlo, a saborearlo, a disfrutar de él, en definitiva, y ver in situ su estado y el gran margen de mejora que actualmente tiene. Los prolegómenos vienen servidos con la firma de un protocolo previo a la confección de una directriz que busca la promoción del Camino. Este documento preliminar, lleva la rúbrica de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Jaca, la Federación Aragonesa de Montañismo, Turismo Aragón y el propio Departamento de Vertebración Territorial. Este acto se realizó en Zaragoza tres días antes del comienzo del recorrido. Un recorrido que tuvimos el placer de realizar acompañando a la comitiva en las dos primeras jornadas.



Acto simbólico de entrega de folletos al Albergue Aísa
            Viernes, 8 de julio. Somport – Jaca. Los primeros latigazos del calor estival zurcen con ansia estos valles pirenaicos por los que discurre esta primera etapa del Camino. Ocho y media de la mañana en el Somport, como en media Europa. Con el amigo Jesús, también de la FAM, a la espera de la comitiva, que hoy va a estar bien acompañada por más de una treintena de miembros de Os Andarines d’Aragón, que sobre las nueve ya están echando pie a tierra de ese autobús que los ha traído desde Zaragoza. Chema, de protocolo del Dpto., junto con Jesús de la FAM, ya están poniendo orden en el reparto de las camisetas conmemorativas y el tríptico, editado al efecto. Las camisetas para los participantes, y parte de los folletos para Perico, del Albergue Aísa.

Palabras de bienvenida del consejero
            Bienvenida del consejero, y alguna instrucción de Ernesto Gómez, vicepresidente de la asociación, atención a los medios, y pasados unos minutos de las 10 nos ponemos en marcha. Y lo hacemos por el sendero habitual, que ha sido objeto de reciente limpieza y acondicionamiento. Por algo se empieza. Tras pasar por las ruinas del Hospital de Santa Cristina, dejamos de lado el trazado nuevo para continuar por el anterior, que sólo cruza una vez la carretera. Caseta del Pastor, en Piedras Rojas; sobrepasando el puente del Ruso, Rioseta se abre a nuestra vista por terreno de viejos bunkers, bajando a Anglasé, donde pronto nos beneficiamos de la sombra a la entrada de Canalroya, donde ya encontramos alguna señal del GR 11 como Sendero Turístico, y que desde su comienzo en la muga con Navarra, en Zuriza, hasta aquí se va a terminar de marcar por el nuevo trazado.

Al paso por las ruinas del Hospital de Santa Cristina
            Seguimos bajando por el bosque, y tras el paso por el puente del río Canalroya, nos metemos ya de lleno en el valle del Aragón, que recorremos hasta Canfranc, pasando por la entrada a la Canal de Izas, bajo el enorme peñasco que alberga el fuerte de Col de Ladrones. Desde el arranque, y lo hará hasta Villanúa, vamos acompañados también por Fernando Sánchez, alcalde de Canfranc, muy involucrado en devolver a la Estación Internacional de Canfranc el esplendor que nunca tuvo que perder. Hoy en día, el impulso que le están dando en la vertiente francesa, ayudará sin duda en este largo y tedioso proceso de restauración.


Torreta de Fusileros
            Tras una breve parada en la Oficina de Turismo de la localidad, para hacer esa entrega simbólica de folletos, continuamos la marcha, atravesando el pueblo, hasta ese corto, pero incómodo paso por el arcén en el nudo carretero de la boca sur del túnel. Una vez sobrepasada la presa del embalse, unas empinadas escaleras nos sitúan ya a los pies de las ruinas de otra torre defensiva, la Espelunga, que corrió distinta suerte que la restaurada de Fusileros, que pronto dejamos atrás al otro lado de la carretera, metiéndonos ya de lleno en el sendero, considerado por muchos como el tramo más agradable de todo el Camino.


Comida en el Gastroespacio
            El barranco de Ip baja refrescante y generoso. Nos incorporamos al camino que baja del embalse y pronto pasamos el puente de arriba, entrando en el viejo Canfranc, o Canfranc Pueblo, o Canfranc quemao, que de varias formas se le conoce. Una población milenaria que ha tenido su protagonismo a lo largo de la historia, siendo todo un hito en el Camino. Cementerio, puente de abajo y camino ya de Villanúa, con sus afamadas grutas, unos sistemas subterráneos, sin terminar de explorar, en los intestinos de esta enorme mole calcárea que es la Collarada. En la abierta al público, la de las Güixas, nos esperaba Tito Terrén el alcalde de Villanúa, que nos acompaña hasta el centro urbano, donde nos ofrece un refrigerio, y luego la comida en ese nuevo punto de encuentro gastronómico que llaman el Gastroespacio, bautizado con el nombre de nuestro político con más carisma de los últimos tiempos, José Antonio Labordeta, muy vinculado a esta localidad. Se ha incorporado Juan Manuel Ramón, alcalde de Jaca, y abandonan la comitiva los de Canfranc y Villanúa.

A la espera del tren en la estación de Villanúa
            Tras la comida, nos dirigimos andando hasta la estación, para no dejar pasar la ocasión y reivindicar este medio de transporte que simbólicamente sigue funcionando, pero al que hay dar también un fuerte impulso con el fin de que recupere su antiguo uso internacional. El trayecto se hace hasta el apeadero de Castiello, donde nos espera una representación de su consistorio, encabezada por su alcalde Álvaro Salesa, que junto con el de Jaca, acompañan a la comitiva ya hasta el final de la etapa, pasando por el camino habitual. Río Ijuez, Torrijos, Charlé, donde hacemos un alto para refrescarnos del calor reinante, ermita de San Cristóbal con el viejo puente que salva el barranco de Rapitán, y entrada a Jaca por el Árbol de la Salud, donde estaba en la antigüedad la iglesia de San Esteban y el hospital de San Marcos, de vocación leprosera.

Pasando el río Ijuez
            De tiro a la catedral, donde se da por terminada esta calurosa jornada, en la que se ha podido disfrutar de esta primera etapa de unos 30 km de distancia, entre el puerto de Somport y la antigua capital del reino. Una etapa con más historia que presente, plagada de puntos de interés, y que está a la espera de ese impulso para asegurarle el futuro que merece, y que estas jornadas sientan las bases para que así sea. Para ello es necesario diseñar unos planes de actuación inmediata y una buena estrategia a medio y largo plazo.



Al paso por el camino de Mocorones
            Sábado, 9 de julio. Jaca – Santa Cilia. Siete de la mañana. Estación de Autobuses de Jaca. Con Jesús Rivas, también de la FAM, comenzamos esta nueva jornada. Los acompañantes esta vez son miembros del activo grupo de Andarines del Club Atletismo Jaca y del Club Pirineísta Mayencos, de perfil más montañero, pero que siempre hay quien se integra en estas andadas por el monte bajo. Sí, porque hoy dejamos ya los puertos y nos dirigimos por la Balancha y la Canal de Berdún hacia el siguiente objetivo: Puente la Reina, aunque finalmente no lo alcanzaremos debido a las altas temperaturas.

Pasando el puente del Gas
            Catedral, Rompeolas, camino de Mocorones, cementerio y tras un breve tramo junto a la carretera, nos metemos de lleno en el Camino, que tras una fuerte bajada va entre huertas y el canal. Elementos viejos que se alternan con el nuevo del puente que dará acceso a la autopista, y que crea un gran conflicto visual. Cruzamos la carretera a la altura del puente del Gas, para volverla a cruzar frente a la Casa del Municionero, de donde arranca la variante GR 65.3.2, que visita los monasterios viejo y nuevo de San Juan de la Peña, y Santa Cruz de la Serós, incorporándose a éste a la altura de la carretera de Binacua, por donde pasaremos más adelante.

            
Paco Mondano
            Nuestro paso discurre ahora por una gran chopera, para ir a dar a las Batiellas, un antiguo complejo castrense, hoy en desuso. Volvemos a cruzar la carretera para discurrir por el Boalar, frente al IFA (Instituto de Formación Agroambiental), que nos lleva al barranco de Atarés, que también tenemos que cruzar. Pronto nos enfrentamos a la calzada de la subida al paco Mondano, que tras un tramo más amable nos asoma a un mirador, desde el que se divisa ya nuestro objetivo en esa Canal de Berdún. Bajamos a Esculabolsas, donde hacemos otra breve parada, donde se incorpora Luis Masgrau, presidente de la FAM. Al proseguir la marcha, el camino nos lleva a la carretera de Binacua, donde nos encontramos esa señal del sendero de la variante que viene de los monasterios, antes mencionada. En las proximidades de la carretera general, nuevo encuentro con los medios.


En los jardines de la iglesia
            Estamos ya frente a Santa Cilia, la que alcanzamos tras pasar otra vez la carretera. Allí tomamos contacto con los Andarines del CA Jaca y parte de la comitiva. Los primeros se vuelven a su lugar de origen, y todos ya agrupados nos dirigimos al parque de El Salzar atraídos por la sombra. Una visita guiada por la población y algunos de sus interesantes puntos de atención, como por ejemplo la iglesia de San Salvador y la Casa Palacio próxima. Esta casa, llamada también de La Cadena o Palacio del Clavero (de llave) de San Juan de la Peña que, datada en el siglo XVI, albergaba una de las instituciones más importantes del monasterio en sus tiempos, la del encargado de las haciendas y de la gestión económica del cenobio, estando habitada intermitentemente por los frailes del monasterio. Visitamos también el albergue del peregrino, sencillo pero utilitario, con su sala multiusos en la última planta.


            Acudimos al nuevo pabellón del parque para echar un bocado entre amigos, gentileza de Manuel Máñez, alcalde de Santa Cilia. Al final, el consejero nos da la sorpresa de que premia con una medalla a tres chicos que habían soportado como mayores los rigores de la jornada. Bueno, y poco más. Tomamos el microbús que viene a nuestro encuentro y para Jaca, tras dos días intensos en los que hemos puesto nuestro granito de arena por el territorio. Mucho camino queda, pero estamos en él, que es lo importante. 




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