La Solana 30
Domingo, 17 de abril de 2016
Aquí están. Alguno falta, pero
aquí está la gente guapa para en una mañana guapa hacer una andada guapa. Aquí
estamos para darle un repaso a esa Solana 30, porque las cosas, si se hacen con
mimo, con cariño, con entusiasmo, es una muy buena forma de aportar garantías de
éxito. Hemos querido ver que los caminos están en su sitio, que los senderos
están en su sitio, que las veredas están en su sitio, y las aguas, y las
briznas de hierba, y el aroma primaveral, y el paisaje. Todo. Todo tiene que
estar a punto para acoger a los cientos de andarines que el próximo día 29 de
mayo van a visitar el territorio convocados por el Club Atletismo Jaca, en esa
3ª Marcha Senderista de Jaca “Pueblos de la Solana”, que pasa por sus siete
poblaciones, ricas en patrimonio románico vinculado a la historia de la
reconquista de nuestros valles.
Puente de San Miguel |
Y a tal fin nos entregamos quince
andarines del club, al de darle la vuelta a este recorrido de 30 km, que este
año se ve reducido al no pasar por el puente colgante, debido a las obras de la
autopista, que si bien permiten el paso, desde luego no sería el punto más
atractivo de la marcha. Y por otra parte, hemos suprimido la subida a la corona
de Jaca por la diagonal, que aunque tenía su puntito al poder contemplar desde
el Camino de Santiago todo el cauce del río Aragón, atendiendo a muchas
sugerencias de estos años pasados, ciertamente alejaba el itinerario a la
llegada. De modo que este año, comenzaremos dando una vuelta a la Ciudadela,
completando de ese modo un recorrido inferior a los 27 km.
Entrando en Banaguás |
Al turrón. En una mañana bastante
indecisa, y juguetona con nuestros avíos de agua, nos echamos al terreno. Plaza
de San Pedro, Ciudadela, Rompeolas y bajada al puente de San Miguel, para dejar
atrás el crucero y meternos por el sendero del Columbario, que nos deja en el
camino del río. Cruzamos el barranco de Batatón, y hacemos aprecio a la
siguiente subida a Banaguás, que la tomamos para acercarnos al primer hito de
la jornada, donde el día de la prueba nos encontraremos con el primer
avituallamiento, tras los primeros 6,8 km.
Saliendo de Banaguás |
Dejamos atrás la iglesia de San
Juan Bautista y su casa abacial. La Peña Oroel sigue con un ojo cerrado, lo que
la hace perderse el intenso colorido de los campos, que se esfuerzan en darse a
entender. La salida de Banaguás es por una vereda disfrutona, hasta llegar a un
corto tramo al pie de unas margas y el cruce del barranco de Castelillo. Con la
vista puesta ya en San Juan de la Peña y monte Cuculo, hermanos geológicos de
nuestra peña, nuestros pies y bastones se mecen entre verdes campos para llegar
a Abay, segunda población de la jornada, donde tendremos otro avituallamiento.
Aquí llevaremos 9,6 km.
Llegando a Abay |
Entre la ermita de la Asunción y
la parroquial de San Andrés, declarada BIC en 2002, salimos junto a su ábside,
para enfilar el camino hacia el río Lubierre, que hemos de cruzar en tres
ocasiones, probando las aguas que traen los fríos de las altas cumbres
pirenaicas. Confiamos, y seguros estamos de que el día de la andada se degustarán
sólo sus esencias. Con los siguientes objetivos a la vista, seguimos nuestro
camino nuevamente por entre verdes campos, hasta llegar a Novés, tercera
población, a la que accedemos por casa del herrero. Hasta aquí, 14,5 km. De
nuevo, avituallamiento tendremos. Nosotros, hoy, nos conformamos con el agua
que sale de la fuente al costado de la parroquial de San Pedro. Atravesando las
estrechas calles, salimos a la A-2605 que recorremos unos pocos metros, hasta meternos
en la local que nos sube al siguiente objetivo.
Camino a Novés |
Araguás del Solano, cuarto núcleo
de población, el más lejano, el más alto, que nos acoge para echar un bocado,
lo mismo que en la prueba, que degustaremos productos braseados. Con 16,1 km, y
sin perder de vista a nuestra Peña Oroel, a partir de ahora la llevaremos ya de
cara para, de vuelta, ir en busca del molino, bajando por vereda hasta la
propia carretera, para recorrerla unas decenas de metros y meternos ya hacia el
río Lubierre, para remontarlo y vadearlo antes de subir a Caniás, por un
sendero, quizá el tramo más delicioso de todo el recorrido.
Llegamos a esta población tras
19,4 km. Pasamos por delante de la parroquial de San Pedro para echarnos a la
carretera local, que antes de llegar a la general nos metemos en un camino de
vuelta ya en dirección a Jaca. Poco antes de cruzar de nuevo el barranco de
Castelillo, está el desvío que han de tomar los valientes inscritos en la
Solana 40, para subir por él y alcanzar el Grosín, punto más alto para esa
distancia.
La Peña Oroel desde Araguás del Solano |
Llegamos a Guasillo, sexta parada
del día. Llevamos 23,4 km, y tras echar un trago a la vera de la parroquial de
San Andrés, enfilamos camino al último hito de hoy, Asieso, al que llegamos
tras 24,7 km. Bajamos por la senda de los Indios para cruzar la carretera y
bajar al puente de San Miguel por las recién instaladas escaleras para salvar
un pequeño tramo de margas. De tiro ya hacia el Rompeolas, Ciudadela y llegada
a la plaza de San Pedro, frente a la catedral, tras haber recorrido 26,7 km, en
casi 6 horas, con en torno a 900 m de D+, en una mañana que ha jugado con
nosotros, pero que al final, le hemos ganado la partida.
Las fotos, en:
https://picasaweb.google.com/chematapia/LaSolana30
El track, en: http://www.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=13031121
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