Atarés - Atarés
Sábado, 26 de abril de 2014
Otra mañana en la que no nos
apetece participar en las batallas meteorológicas de la cabecera del valle, y
nos vamos de nuevo a estos montes de San Juan de la Peña. En esta ocasión vamos
a hacer el bucle de Atarés a los monasterios. Para ello nos acercamos a esta
histórica población, de donde salió Juan, ese mítico eremita primer morador y
germen de la vida monacal de lo que luego fue el cenobio pinatense. Seguimos un
poco más por la pista, para evitarnos estos cientos de metros algo inútiles, y
más pensando que podemos volver chupidos d’aigua.
Antiguas bordas a pie de campo |
Dejamos el vehículo justo en el
comienzo y final del bucle, que lo hacemos en sentido contra horario. Barranco
del Horcal, que ya lo hemos conocido peor de lo que está ahora, que no está
mal. Termina en una pista, que nos permite disfrutar a diestro y siniestro de
unos campos de cereal de un verde fosforito, que da gusto verlos. Al fondo, el
Cuculo, que ayer se nos resistió. Comienza a gotear, algo que evitamos con el viejo
truco de ponerse el chubasquero… enseguida para.
Viejos oficios |
Siguiendo esta pista vamos hasta
un puente, que si lo pasáramos estaríamos en la carretera que llega hasta Santa
Cruz de la Serós, pero no lo hacemos y nos metemos hacia el sur, por la
cabañera que nos deja en una urbanización, justo enfrente de la joyica de San
Caprasio, en cuyos alrededores nos recreamos de su factura, datada en los años
del románico lombardo, siglo XI, ya casi un milenio de ello. Un estilo que no
abunda mucho por la Jacetania, más bien lo hace y con profusión por el Alto Gállego,
por la zona denominada Serrablo, aunque antes todo unido como Biello Aragón.
Riachuelo del bco. Carbonera |
Tras el saludo y reconocimiento a
esta cucada de ermita, lo hacemos a lo que queda del antiguo convento de Santa
María, que albergaba a una comunidad de benedictinas, que terminaron en Jaca en
1555, donde aún se conserva. Tomamos el sendero que se empina hacia los
conglomerados del monte. Vuelve a comenzar a llover. Volvemos a ponernos el
chubasquero. Pero el truco ya se lo ha aprendido, y sigue, sigue lloviendo. Y
es algo que aprovechamos para al llegar al cruce evitarnos subir a los
monasterios y meternos por la izquierda, dirección ya de Atarés directamente.
Arranque desde Santa Cruz |
Por caminos de bosque, delicioso
bosque, llegamos hasta la carretera. Se acabó lo bueno. Aprovechamos las trazas
que marcamos el año pasado para evitar que el Ultra Trail de Cazadores de
Galicia pasara por la carretera, por donde está actualmente marcado el GR
65.3.2, que es un ramal del Camino de Santiago que sale del principal en la
Caseta del Municionero, junto al Gas, en la carretera de Jaca a Puente la
Reina, visita los monasterios de San Juan de la Peña y Santa Cruz de la Serós,
y se vuelve a unir en Binacua.
Tocamos tangencialmente en dos
ocasiones la carretera y nos metemos definitivamente en el sendero que, primero
por bosque y luego por descarnados tramos nos hace meternos por una inestable
ladera para evitar un trozo donde el barranco Albor hace suyo al camino. En
poco ya salimos a la pista, que nos deja en el final y comienzo del bucle, no
sin antes contemplar cómo un puente puede estar paralelo al curso de un
riachuelo. Pues sí, en lugar de perpendicular, paralelo. ¿Cuál de los dos se ha
movido de su sitio? A saber.
Casi 14 kilómetros, en 4h 10’, de
las que 3h 30’ en movimiento, con un desnivel acumulado positivo y negativo próximos
a los 800 metros. Bueno, pues ya hemos echado la mañana.
El reportaje completo de fotos,
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El trac, en:
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