Feliz b_año nuevo 2014
Sansilvestre Villanúa
Martes, 31 de diciembre de 2013
El tiempo, como ser vivo que es,
hay que cuidarlo, hay que mimarlo. Según cómo lo tratemos así nos tratará él. Y
tiene buena memoria. Sí, muy buena memoria. Si a un ser querido cuando fallece
le damos una emotiva despedida, también hay que hacer lo mismo con el día al
terminar cada jornada. También hay que hacer lo mismo al terminar cada año,
aunque en este caso no sea nada biológico, sino convencional.
Duras rampas hasta Sinués |
Y es algo que se puede hacer de
muchas formas. A nosotros se nos ocurre la de estar en contacto con los cuatro
elementos, que son el sostén de la vida. ¿Qué mejor manera de hacerlo? Un buen
entreno entre amigos, terminando con un chapuzón en las frías aguas del Estarrún.
Parece que fue ayer, verdad?,
pues no, que ya ha pasado un año. Otro año. Pero las ganas de terminarlo de
este modo siguen intactas. De nuevo, una vez más terminamos el año con un
entreno especial por estos montes jacetanos que tanto y tanto nos dan durante
todo el año. Hoy hemos elegido la misma ruta que el año pasado. Pozas
artificiales de Las Tiesas, para subir a Sinués por la carretera y bajar por el
robledal.
Sinués |
Sinués, este pequeño núcleo de
población, ya casi milenario, del que tenemos noticias en El Cartulario de San
Juan de La Peña, allá por 1030. Actualmente pertenece al municipio de Aísa, y se
asoma a 1.078 metros en una atalaya sobre el Estarrún, viendo pasar el tiempo
despacio, y esforzándose por mantener vivo su núcleo, con sus cuidadas casas y
rico patrimonio, a la sombra de la Peña Santiago.
En una mañana con decididas ganas
de llover, que inicia tímidamente, y que luego nos respeta, nos dirigimos a
este pueblo a lo largo de casi cuatro kilómetros por la carretera que hace de
cremallera del valle. Una vez en el cruce, restan otros dos para llegar a él, a
través de una entre empinada y muy empinada cuesta de asfalto local. El abrazo
de las nieblas en las montañas de la cabecera del valle, impide que las veamos,
impide que nos vean, pero sabemos que están ahí y les mandamos nuestro
recuerdo.
Cómo le gusta lucirse. Cómo |
Romeros en flor. Sí. Trago en la
fuente y alguna foto es lo que nos entretenemos, para salir seguidamente
dirección sur y tras atravesar el barranco, hacer una visita a esa Peña
Santiago, que vigila, que protege el territorio. Es un potente estrato calizo
vertical, que nos habla de sus orígenes allá en los oscuros tiempos de la
orogenia alpina. Para todos los seres vivos no pasa el tiempo al mismo ritmo.
A partir de aquí, oh! sorpresa,
un bucólico camino por el carrascal de Plana Clavera, se ha visto convertido en
una ancha pista. Un precioso discurrir por entre robles, por un tapizado
camino, se ha visto convertido en un auténtico barrizal que ha desprovisto a
alguno de estos centenarios seres de su zapata, terminando en el suelo, con la única
esperanza de que sirva para que alguien se caliente en estas frías jornadas de
invierno. Una auténtica pena. Sí.
En la Peña Santiago |
Este otrora agradable descenso
nos deja de nuevo en la carretera general, que nos devuelve al origen de
nuestro entreno de hoy, tras algo más de una hora y cuarto para recorrer los
casi 12 kilómetros. Y al agua, sin pensárselo. Al agua. El ambiente
no está nada caldeado, el sol no nos ha visitado en toda la mañana, y el enorme
caudal que baja por el río tampoco ayuda a tomar la decisión. Bien se vale que
ya estuviera tomada antes de salir de casa.
Bueno, pues un par de chapuzones,
que la cosa no da para más, y a seguir con la liturgia del día. Cava, mazapanes,
abrazos, alegrías y buenos deseos… y por la tarde a la Sansilvestre de Villanúa,
antes de que se nos quiten las ganas.
Esta prueba, que comenzó su
andadura hace ya trece años, lo hizo como todas, a ver si viene alguien, pero ésta
se ha hecho mayor deprisa, convirtiéndose con sus más de 650 participantes, en
la tercera en afluencia de Aragón, tras la de Zaragoza y Huesca, según presume
la megafonía en varias ocasiones. Pues eso, un espectacular ambiente de cientos
y cientos de personas disfrazadas, también grupos. Tres kilómetros, que
recorremos en poco menos de un cuarto de hora, distan de la salida a la
llegada.
Y poco más, a aprovechar estas
muy pocas horas ya de este anciano año. Y a esperar este próximo, que nos
traiga todo lo que necesitemos para seguir avanzando, para seguir creciendo
como personas, a pesar de todas las dificultades que nos encontremos por el
camino.
Muchos ánimos a todos y Feliz Año
Nuevo!!!
Los reportajes completos de fotos, en:
https://picasaweb.google.com/chematapia/SansilvestreVillanua2013
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