jueves, 19 de diciembre de 2013

Belén Montañero Collaradeta

A TUCAS ALBARS
Belén Montañero Collaradeta (2.729 m)
Domingo, 15 de diciembre de 2013


            Si algo tienen las tradiciones es que se continúan sin apenas planteárselo. Los tiempos cambian, y más en los últimos nueve lustros, pero al margen de creencias y demás consideraciones, la subida y colocación de un belén en las alturas no deja de ser un acto entrañable. Y para no ser menos, este año también hemos sido fieles a la cita, y el lugar elegido ha sido Collaradeta, que por segunda vez, como hace diez años, ha tenido el privilegio de albergarlo.

La noche es compañera en los
primeros compases
            Como históricamente hicieran Aquella Familia, y por distintas circunstancias, también ésta ha peregrinado hasta encontrar el lugar adecuado para su aposento. Y lo ha hecho desde el cubilar de La Espata, a los pies de este gran macizo calcáreo que es Collarada, junto a su máxima altura, junto a la madre, la propia Collarada, por cuyos senos freáticos surgen manantiales de agua viva, como se dijera del vientre de esa otra madre, la de Jesús. Todo deja de ser prosaico si pensamos en las analogías, si pensamos en los símbolos.

Las primeras luces del alba
nos muestran el objetivo
            Pues sí. En busca de la luz del alba, y una hora antes de encontrarla, dejamos los vehículos y nos dirigimos los siete pastores que formamos esta embajada, pero en este caso con el belén a cuestas. La luna llena nos da el contrapunto, se va en busca de otros horizontes, y nos regala un hermoso ocaso, por el oeste, por donde se van todos. Las grandes nevadas de días pasados, han sido pasto de soles y vientos, quedando almacenada sólo en los fondos de los valles, barrancos y pacos. Dura, está dura, pero no reviste problema para andarla sin los crampones; los reservamos para mayor necesidad.

Primeras rampas con nieve
            Vamos dejando a nuestra derecha la Espata, esa prominencia rocosa que parte las cuencas del Aragón y del Aurín, de La Jacetania y Alto Gállego en definitiva. Poco antes de llegar al collado nos metemos a la izquierda, en busca de esas enormes extensiones de bolos que con paciencia hay que ir subiendo. Se hace de día, y la altura ya alcanzada nos permite echar la vista atrás y contemplar lo generoso del horizonte, que nos ofrece lo mejor que tiene desde este lugar. Hasta el Moncayo destaca por detrás y por encima de las pertinaces nieblas del Valle del Ebro.

Palas para alcanzar Peña Nebera
            En dos horas y media largas nos presentamos en un circo con unas sombrías pendientes que ya exigen mayor agarre. Dejamos de acariciar, y pasamos a pinchar. Tras una inclinada pala de nieve dura, llegamos al “poyaque”, llegamos a ese lugar que tanto abunda por las montañas. “Poyaque” estamos aquí, ¿por qué no nos acercamos a Peña Nebera? Pues bueno. Pues vale. Pues venga. Mientras algunos van directamente hacia Collaradeta, otros nos tiramos hacia nuestra derecha para llegarnos a lo alto de esta pala, que a cambio de media hora escasa de “alirongo” (los crampones me los quito y me los pongo), sus 2.721 metros de altitud nos ofrecen su recompensa, nos ofrecen lo mejor de sí misma, nos brindan unas vistas hacia la otra parte, nos muestran los mundos de Ip, Bucuesa, Tena… por hablar de lo más próximo, pero también del resto del mundo Collarada, mucho más cercano. Y en la lejanía, los padres del Pirineo, los grandes macizos en los que todos estos se fijan y admiran. Todo ello salpicado de nieve, una nieve escurrida en las laderas por acción del sol y el viento. Recuerdo hacia todas aquellas personas que no están con nosotros y les hubiera gustado estar. Deseos de compartir con todos ellos estas visiones, estas vivencias. El éter se hace cargo de todo.

Momentos. Momentos plenos
            Vuelta al punto del “poyaque”, para seguir ya sin dilación hacia Collaradeta, volviendo a pasar esa extensa pala de nieve dura, de inclinada nieve dura que termina en un embudo en el que no queremos ni pensar, a nuestro paso. Llegada al collado que forma con el Fraile y subida a la prominencia cimera. Se coloca el belén. Se colocan los trípodes para inmortalizar el momento. Se vuelve a dar homenaje a diestro y siniestro, aunque la vista no es tan generosa, a pesar de ser 8 metros más alto que el anterior. Hay montes privilegiados para ello, y éste no es uno de ellos, pero aquí está, y aquí estamos, que no nos lo tome a mal.

El sol toma sus dominios del sur
            Del horizonte para arriba, cielo, todo cielo y sol, todo sol. Para abajo, montes, todo montes. Entre lo uno y lo otro, nosotros, alrededor de este pequeño casetón que ponemos mirando hacia el sur, hacia Oroel, donde dentro de una semana colocaremos el otro belén, el popular. Poco apetece bajar, pero hay que hacerlo. El Fraile nos mira con ganicas, pues ahí vamos. Collado y para arriba. De nuevo una vista similar a la del Nebera, y decimos similar.






Bajando por la última canal
          De regreso al collado y bajada ya por el gran circo que forman con la Collarada, más amplio que el de subida, más soleado que el de subida, sin nieve, no como el de subida. Llegada al fondo de ese ibón colmatado, y salida por lo que algunos llaman el Paso de Abete, para seguir el descenso por entre piedras primero y por grandes laderas herbosas después, hasta la llegada a otra inevitable pala de nieve, nieve blanda, que se derrite ante nuestros encantos, y que nos deja justo en esa vertical canal que ha sido cuna de aludes y tumba de personas.


            Y en un pis pas, ya en la pista de la Trapa, y en los vehículos, tras más de ocho horas desde que hemos salido de ellos, y salvar unos 1.500 metros de desnivel positivo acumulados y otros tantos de bajada, en una jornada extraordinaria en lo meteorológico, y con una buena compañía, sin olvidar que ha sido un tres en uno.



El reportaje completo de fotos, en:

6 comentarios:

  1. Super felicidades a todos.
    Un abrazo de Juan Bazan y equipo Aragon aventura

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    1. Gracias, Juan. Que sepas que te echamos de menos. Un abrazo del CP Mayencos para todo el equipo Aragón Aventura.

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  2. la verdad que esa Sección de Montaña se merece muuuucho respeto, cómo estáis, chicos!!!

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    1. Bueno, ya ves... y el domingo, más, porque mejor no sé si seremos capaces. Gracias ptte. fleur.

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  3. Muchas felicidades!!!
    A ti Chema que nos hacer vivir la montaña con tus imágenes y sentimientos. Y por supuesto para todos los que te acompañamos en persona, o como privilegiados testigos desde nuestras casas.
    Un abrazo a todos!!!

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    1. Gracias, Alberto. Cada uno a nuestro nivel, hacemos lo que podemos, y como nos gusta tanto, es un impulso irrefrenable el contarlo. Felicidades a ti y a tu familia.

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