Belén Montañero Collaradeta (2.729 m)
Domingo, 15 de diciembre de 2013
Si algo tienen las tradiciones es
que se continúan sin apenas planteárselo. Los tiempos cambian, y más en los últimos
nueve lustros, pero al margen de creencias y demás consideraciones, la subida y
colocación de un belén en las alturas no deja de ser un acto entrañable. Y para
no ser menos, este año también hemos sido fieles a la cita, y el lugar elegido
ha sido Collaradeta, que por segunda vez, como hace diez años, ha tenido el
privilegio de albergarlo.
La noche es compañera en los primeros compases |
Como históricamente hicieran Aquella
Familia, y por distintas circunstancias, también ésta ha peregrinado hasta
encontrar el lugar adecuado para su aposento. Y lo ha hecho desde el cubilar de
La Espata, a los pies de este gran macizo calcáreo que es Collarada, junto a su
máxima altura, junto a la madre, la propia Collarada, por cuyos senos freáticos
surgen manantiales de agua viva, como se dijera del vientre de esa otra madre,
la de Jesús. Todo deja de ser prosaico si pensamos en las analogías, si
pensamos en los símbolos.
Las primeras luces del alba nos muestran el objetivo |
Pues sí. En busca de la luz del
alba, y una hora antes de encontrarla, dejamos los vehículos y nos dirigimos
los siete pastores que formamos esta embajada, pero en este caso con el belén a
cuestas. La luna llena nos da el contrapunto, se va en busca de otros
horizontes, y nos regala un hermoso ocaso, por el oeste, por donde se van
todos. Las grandes nevadas de días pasados, han sido pasto de soles y vientos,
quedando almacenada sólo en los fondos de los valles, barrancos y pacos. Dura,
está dura, pero no reviste problema para andarla sin los crampones; los
reservamos para mayor necesidad.
Primeras rampas con nieve |
Vamos dejando a nuestra derecha la
Espata, esa prominencia rocosa que parte las cuencas del Aragón y del Aurín, de
La Jacetania y Alto Gállego en definitiva. Poco antes de llegar al collado nos
metemos a la izquierda, en busca de esas enormes extensiones de bolos que con
paciencia hay que ir subiendo. Se hace de día, y la altura ya alcanzada nos
permite echar la vista atrás y contemplar lo generoso del horizonte, que nos
ofrece lo mejor que tiene desde este lugar. Hasta el Moncayo destaca por detrás
y por encima de las pertinaces nieblas del Valle del Ebro.
Palas para alcanzar Peña Nebera |
En dos horas y media largas nos
presentamos en un circo con unas sombrías pendientes que ya exigen mayor
agarre. Dejamos de acariciar, y pasamos a pinchar. Tras una inclinada pala de
nieve dura, llegamos al “poyaque”, llegamos a ese lugar que tanto abunda por
las montañas. “Poyaque” estamos aquí, ¿por qué no nos acercamos a Peña Nebera? Pues
bueno. Pues vale. Pues venga. Mientras algunos van directamente hacia
Collaradeta, otros nos tiramos hacia nuestra derecha para llegarnos a lo alto
de esta pala, que a cambio de media hora escasa de “alirongo” (los crampones me
los quito y me los pongo), sus 2.721 metros de altitud nos ofrecen su recompensa, nos ofrecen lo mejor de sí
misma, nos brindan unas vistas hacia la otra parte, nos muestran los mundos de
Ip, Bucuesa, Tena… por hablar de lo más próximo, pero también del resto del
mundo Collarada, mucho más cercano. Y en la lejanía, los padres del Pirineo,
los grandes macizos en los que todos estos se fijan y admiran. Todo ello
salpicado de nieve, una nieve escurrida en las laderas por acción del sol y el
viento. Recuerdo hacia todas aquellas personas que no están con nosotros y les
hubiera gustado estar. Deseos de compartir con todos ellos estas visiones,
estas vivencias. El éter se hace cargo de todo.
Momentos. Momentos plenos |
Vuelta al punto del “poyaque”,
para seguir ya sin dilación hacia Collaradeta, volviendo a pasar esa extensa
pala de nieve dura, de inclinada nieve dura que termina en un embudo en el que
no queremos ni pensar, a nuestro paso. Llegada al collado que forma con el Fraile y
subida a la prominencia cimera. Se coloca el belén. Se colocan los trípodes
para inmortalizar el momento. Se vuelve a dar homenaje a diestro y siniestro,
aunque la vista no es tan generosa, a pesar de ser 8 metros más alto que el anterior. Hay montes privilegiados para ello, y éste
no es uno de ellos, pero aquí está, y aquí estamos, que no nos lo tome a mal.
El sol toma sus dominios del sur |
Del horizonte para arriba, cielo,
todo cielo y sol, todo sol. Para abajo, montes, todo montes. Entre lo uno y lo
otro, nosotros, alrededor de este pequeño casetón que ponemos mirando hacia el
sur, hacia Oroel, donde dentro de una semana colocaremos el otro belén, el
popular. Poco apetece bajar, pero hay que hacerlo. El Fraile nos mira con
ganicas, pues ahí vamos. Collado y para arriba. De nuevo una vista similar a la
del Nebera, y decimos similar.
Bajando por la última canal |
De regreso al collado y bajada ya
por el gran circo que forman con la Collarada, más amplio que el de subida, más
soleado que el de subida, sin nieve, no como el de subida. Llegada al fondo de
ese ibón colmatado, y salida por lo que algunos llaman el Paso de Abete, para
seguir el descenso por entre piedras primero y por grandes laderas herbosas
después, hasta la llegada a otra inevitable pala de nieve, nieve blanda, que se
derrite ante nuestros encantos, y que nos deja justo en esa vertical canal que
ha sido cuna de aludes y tumba de personas.
Y en un pis pas, ya en la pista
de la Trapa, y en los vehículos, tras más de ocho horas desde que hemos salido
de ellos, y salvar unos 1.500 metros de desnivel positivo acumulados y otros
tantos de bajada, en una jornada extraordinaria en lo meteorológico, y con una
buena compañía, sin olvidar que ha sido un tres en uno.
El reportaje
completo de fotos, en:
Super felicidades a todos.
ResponderEliminarUn abrazo de Juan Bazan y equipo Aragon aventura
Gracias, Juan. Que sepas que te echamos de menos. Un abrazo del CP Mayencos para todo el equipo Aragón Aventura.
Eliminarla verdad que esa Sección de Montaña se merece muuuucho respeto, cómo estáis, chicos!!!
ResponderEliminarBueno, ya ves... y el domingo, más, porque mejor no sé si seremos capaces. Gracias ptte. fleur.
EliminarMuchas felicidades!!!
ResponderEliminarA ti Chema que nos hacer vivir la montaña con tus imágenes y sentimientos. Y por supuesto para todos los que te acompañamos en persona, o como privilegiados testigos desde nuestras casas.
Un abrazo a todos!!!
Gracias, Alberto. Cada uno a nuestro nivel, hacemos lo que podemos, y como nos gusta tanto, es un impulso irrefrenable el contarlo. Felicidades a ti y a tu familia.
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