Belén Popular Oroel 2013
CP Mayencos
Domingo, 22 de diciembre de 2013
Llega el tiempo del renacer,
llega el tiempo del renovarse, llega el tiempo de la Navidad. Y eso es lo que
hacemos cada año en la Sección de Montaña del CP Mayencos, dar un portazo,
suave, pero portazo, al año que termina y dar la bienvenida al que comienza. Y
precisamente, la actividad que hace de bisagra entre una temporada y otra es la
subida y colocación de los belenes. Si el domingo pasado fue el montañero a
Collaradeta, hoy toca el popular a Peña Oroel, un monte que ha dado, da, y dará
cobijo eterno a esta ciudad de Jaca, de donde acuden como romeros, como
peregrinos, decenas de personas año a año para acompañarnos.
Dispuestos, un año más |
En una limpia mañana, que se nos
antoja de calma chicha para próximos y cercanos días peores, un buen puñado de
personas, compuestas por viejas glorias de Mayencos, sus algo más jóvenes
relevistas, un selecto grupo de andarines del Club Atletismo Jaca, y demás
simpatizantes, toman el sendero que parte del Parador, para una vez más, un año
más, acompañar a esas figuras que representan ese nuevo nacimiento, ese querer
dejar atrás todo el lastre que nos impide seguir avanzando, seguir medrando
como personas y como miembros de esta sociedad tan castigada y que tan difícil
nos ponen construir.
Fernando, entre belenes y montañas |
Ofrecer un relato de la subida a
Oroel puede ser un poco aburrido, ha habido tantos ya… que sólo añadiremos que
todo discurrió con completa normalidad y en perfecta armonía entre los viejos
montañeros y los montañeros viejos, que aunque lo son, aún tienen las primeras orejas, que portamos y dimos culto a ese belén que
dejamos en las faldas de la Cruz, y que mira hacia la solana, para que no se
enfríe el Niño.
Al norte, pasamos lista y están
todos, que se alinean para salir en la foto, igual que hacemos
nosotros para inmortalizar este acto que año a año se repite en este mismo
escenario. Polvorones, mazapanes, cantos y alguna plegaria completan el rato de
bienestar en buena compañía, y con los deseos de poder repetir el próximo año.
Y yastá la cosa feita. Los dos
belenes puestos, el de Collaradeta y éste, los dos mirando hacia tierras
sureñas, de donde nos viene el cálido sol de mediodía en estos fríos días de
invierno. Al año que viene más, y si se puede mejor.
El reportaje
completo de fotos, en:
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