Otra perlica que hemos encontrado hoy en nuestros buceos matutinos. Viene al pelo por todo lo que estamos padeciendo socialmente. No es objeto de este blog el análisis de la actual situación político-social, y por eso no lo haremos, pero sí tiene cabida en él el aspecto emocional, el cómo lo encajamos, el cómo nos defendemos ante tanta agresión.
"Podéis ser víctimas de graves injusticias por parte
de los seres humanos. Si verdaderamente no sois culpables, haced todo lo que
podáis interiormente para resistir. No deis jamás a nadie la posibilidad de
destruiros. ¿Qué os importa lo que piensen unas personas tan ciegas? Basta con que escuchéis el
juicio de este tribunal interior que es vuestra conciencia, esa chispa de infinito y de eterno que habita en
vosotros.
Preocupaos ante todo de tener lucidez respecto a vosotros
y de comportaros siempre con honestidad y desinterés. Luego, deciros que lo que
sois, vuestra dignidad, vuestro honor, no dependen de la opinión que los demás
tengan de vosotros. Vuestra
conciencia os sostiene, y esto debería bastaros para continuar
caminando con la cabeza bien alta."
Pensaréis algunos que lo importante es la acción. Puede ser, pero no menos importante es ver, analizar, cada cosa que pasa a nuestro alrededor, cada pensamiento que tenemos, cada sentimiento, cada impulso, para ver en definitiva cómo nos afecta y en qué grado tenemos el control de nosotros mismos. Pensemos que ninguna actitud negativa va a aportar absolutamente nada positivo a la resolución de un conflicto, y tener bien claro, pero bien claro, siempre, que una cosa muy distinta es el problema en sí mismo, y otra el cómo lo vemos, el cómo nos afecte. Sólo cambiando la visión que tengamos del problema, estaremos en condiciones de poderle hacer frente. Si nos apabulla, si nos dejamos apabullar, perderemos el rumbo, porque se instala el nerviosismo, se instala la oscuridad en nosotros. Sólo con lucidez seremos capaces de ver con claridad, que es el punto de partida de la razón y de la aplicación del criterio correcto.
Hay que ser mentalmente fuertes, muy fuertes. Pensemos que el agresor ha empleado la mente para maquinar la agresión, y por eso el agredido tiene que emplear, igualmente, la mente para repelerla. De nosotros depende.
Muchos ánimos a todos.
Desgraciados los que miden mal y pesan mal; los que cuando otros miden, exigen la medida llena, y cuando miden ellos, disminuyen la medida y el peso de los otros.
Mahoma.
Si sufres injusticias, consuélate, porque la verdadera desgracia es cometerlas.
Pitágoras.
Amanecer desde el Gondogoro-La (5.700 m) (Baltoro - Pakistán) |
Desgraciados los que miden mal y pesan mal; los que cuando otros miden, exigen la medida llena, y cuando miden ellos, disminuyen la medida y el peso de los otros.
Mahoma.
Si sufres injusticias, consuélate, porque la verdadera desgracia es cometerlas.
Pitágoras.
muy ajustada tu reflexión, antes de ayer hablábamos de eso de cómo filtrar los acontecimientos , posicionarse o no, comprometerse o no, agobiarse o no.
ResponderEliminarCON PITÁGORAS LOGRAS LA CUADRATURA DE SU TRIÁNGULO
Gracias, Cacatúa. Así es, la vida es como un tren, y nuestros mayores esfuerzos siempre han de ir dirigidos a ocupar la máquina, y no el vagón de cola. Sólo yendo en la primera pieza de ese tren podremos ver las vías que tenemos por delante. Sólo pilotando nuestra vida tendremos la mejor perspectiva para afrontarla. Desgraciadamente, estamos en un mundo cómodo, lleno de comodidades y machacados por la apología de la comodidad, lo que hace que el común de los mortales vayamos en ese tren de cola, siempre por detrás de los acontecimientos. Hay que ser muy fuertes mentalmente primero para darse cuenta de ello, y segundo para ponerle remedio. Gracias de nuevo.
EliminarEsta bien los pensamientos plasmados, ayuda a mantener la calma y la desilusión, ya que en los alrededores, mires, donde mires, es poca la esperanza que se transmite.
ResponderEliminarGracias, Anónimo. Indudablemente hay que estar en la batalla diaria, pero no hay que perder nunca la perspectiva, y cuanto más dura sea ella, más hay que acudir a ese refugio interior donde nada ni nadie puede molestarnos. Y sobre todo, pensar que ese es nuestro verdadero Yo. Así es que, de vez en cuando hay que darle ánimos a ese "pringadillo" de dos patas que anda por aquí abajo dando guerra y procurando que no le den mucha. Gracias de nuevo.
Eliminarjamás un problema,se resuelve desde el nivel que se creó..........verdad??....buena reflexión,chema,saludos!
ResponderEliminarAsí es, Javi. Lo primero para enfrentarnos a un problema, a un conflicto, a una situación, es conocer su existencia, y para ello hay que tratar de ser muy objetivos y estar muy atentos siempre no sólo a nuestro alrededor, sino también a nuestro interior. Tenemos radares fabulosos, sólo que las conexiones que tenemos con ellos a menudo no están finas. Gracias por el comentario.
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