jueves, 5 de julio de 2012

Simbología animal. El Caballo.

Lo funerario. Ciclo del nacer y el morir.


Siguiendo la pista histórica del caballo, los científicos han llegado hasta el Eoceno (55 MM años). A partir de ahí se cree que han ido evolucionando hasta las actuales especies, que son muy diversas en presencia, color, y tamaño. Su domesticación la iniciaron en Asia Media hace unos 5.500 años. Fue muy apreciado en tiempos pasados, siendo hoy en día más por su uso lúdico y deportivo.

Los Humanes de la Prehistoria lo solían representar en las paredes de sus cuevas de forma esquemática -pinturas rupestres- y aún no está muy claro el verdadero alcance de semejante simbolismo.

En Europa y en el Extremo Oriente se le asociaba al significado vital y productor de fuerza latente en elementos como el fuego y el agua; se pensaba que con la dureza de sus pezuñas podía escarbar en el suelo hasta hacer manar agua.

Los pueblos Indogermánicos pretendían que se enterrase al Caballo con su amo cuando éste moría, pues tenían a aquél como conductor del alma de su dueño.

Para los Griegos, el Caballo podía tener una parte de su cuerpo similar a la de un ser humano (Centauro), y así lo representan en un relieve del Partenón de Atenas. Otras veces aparece en forma de caballo alado (Pegaso) y entonces simboliza la fuerza del intelecto y de la creatividad lírica. En este sentido, Platón utilizaba la parábola de los dos caballos en un intento de hallar el nexo y la relación del mundo de los sentidos y el mundo de las ideas. Además, se tenía a Poseidón como el dios de los caballos, tal vez por su relación con las llamadas “fuerzas inferiores” y con el agua.

En el Libro del Apocalipsis, se considera al Caballo como un presagio de muerte y destrucción, y al propio tiempo, símbolo, del arrojo y de la guerra.

También aparece en las leyendas de muchos Pueblos de la Antigüedad como detentador y revestido de cierto carácter mágico y determinado poder predictivo y adivinatorio. De aquí que se narraran diversas fábulas y cuentos en los cuales el Caballo prevenía a su amo sobre un determinado peligro.

La Psicología lo relaciona con el inconsciente y su aura de misterio se conserva en las mentes de las gentes, que consideran las herraduras de los caballos como objetos portadores de buena o mala suerte.


Fuente texto: Grandes Profecías (Ed. Nueva Lente) y Wikipedia.
Fuente fotos: Mundowiz, Publispain.



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