ANDADAS
X Marcha Senderista Santo Grial
Domingo, 9 de junio de 2019
Hoy nos
quedamos por la Media Montaña, para hacer piña con los
Andarines del Club Atletismo Jaca y asistir a la “X Marcha Senderista Santo Grial” que, organizada
por Acurba, la Asociación Cultural y Recreativa de Bailo, une esta localidad
jacetana con la explanada de San Indalecio, en el paraje de San Juan de la Peña,
evocando la presencia por estos pagos de la santa joya, considerada así por la
tradición y arropada por la leyenda. Una andada a la que ya había asistido el
club en anteriores ocasiones, no así por nuestra parte, y el interés por
conocer la subida al Cuello Betito por el oeste nos ha animado a enrolarnos en
esta andada.
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Imagen de la organización |
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Acogida |
Las ocho de la
mañana nos dan en Bailo, uno de los veinte municipios de la Jacetania, en cuyo término incluye los núcleos de las actuales pedanías de Arbués, Alastuey, Arrés
y Larués. Algunos de los voluntarios ya nos reciben en la plaza con el desayuno
de rigor. Formalizamos las inscripciones bajo amenaza de lluvia, unos negros
nubarrones han venido a visitarnos y no sabemos si a formar parte de la fiesta.
De momento sí, nos acompañan a la charleta que Alfonso nos da antes de salir. Estamos
en torno a cuarenta, de los que diez somos del club. Una de las cosas que nos
cuenta es que, a petición de un grupo numeroso, que no me puedo hacer idea de
cuál, han diseñado un itinerario alternativo endureciendo la prueba. Siempre
dando ideas… veremos.
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Allá vamos |
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Al paso por la balsa de Arbués |
Bueno, con
Alfonso, y con algo de lluvia, acompañada de truenos, comenzamos la marcheta, y
lo hacemos saliendo del pueblo por la carretera de Arbués, que recorremos como
kilómetro y medio, para dejarla y meternos por ancho camino a la derecha. La
lluvia se va rindiendo poco a poco. Tras quince minutos por ancho camino, nos
desviamos a la izquierda para tomar un sendero de nombre, que no de facto, ya
que la vegetación se ha adueñado de él. Se pasa junto a la balsa de Arbués, y
tras atravesar un cercado se continúa ya por pista sin mayores sobresaltos.
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San Salvador, a la derecha del collado, nuestro objetivo |
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Ermita de San Sebastián |
Al cabo de
media hora, y con una mañana que ya se ha decidido a agradar, se pasa por la
ermita de San Sebastián para, al cabo de unos minutos llegar a un control de la
organización, que nos indica continuar rectos si vamos a hacer este nuevo
itinerario, que nos lleva por una pista rodeando unos montes que muestran un
paisaje encantador, tanto es así que apenas acusamos el ascenso, coqueteando
con la curva de nivel de los mil metros.
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En plena progresión por el nuevo recorrido |
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En un respiro |
Llegamos a una
especie de collado, donde nos espera el primer avituallamiento. Vamos los primeros,
pero al haber quien está haciendo una ruta algo más corta, ya ha pasado. Seguimos
con ese coqueteo como un kilómetro, al cabo del cual nos desviamos a la
derecha, y hasta aquí la tranquilidad… la poca que traíamos, porque comienza un
duro repecho devorando esas curvas de nivel por donde más duele. Siguiendo las
cintas, y junto a la línea de postes de una valla, se sube a una loma, a dos
aguas, donde se tranquiliza el camino. Cubilar de Gavín, según los mapas. No
estamos mucho más bajos que el Cuello Betito, que tenemos enfrente, y al que
aspiramos a llegar, pero tras el tránsito por esta loma, el sendero nos baja y
nos baja, como unos 70 metros, hasta la pista que nos acerca ya a la fuente de
Comos, un desnivel que hemos perdido y que habrá que recuperar.
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Fuente de Comos |
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Algún extraterrestre se va viendo |
Lugar especial
este de la fuente de Comos, en el que nos encontramos con el segundo avituallamiento y algo de reposo, que falta nos va a hacer, porque a poco de ahí
comienza la etapa reina, un pedazo de subidón hasta el Cuello Betito, de casi
media hora, pero con un tremendo desnivel, la mayor parte por entre un precioso
bosque de hayas, cuya compañía mitiga la dureza de esos 230 metros de ascenso
hasta ese punto clave de distribución entre la subida a Cuculo y a San
Salvador. La llegada desata una indescriptible sensación de alivio.
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Verdor tras el paso por el Cuello Betito |
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Llegada a San Salvador |
Otros algo más
de 100 metros de desnivel quedan hasta la pista asfaltada que viene de San
Indalecio hasta esa ermita de San Salvador. Un desnivel que hacemos sabedores
ya que el mayor esfuerzo de la jornada ha quedado atrás, y que es un verdadero
placer seguir al amparo de este extraordinario bosque que tantas veces hemos
visitado. Justo a la salida a esa pista tenemos el tercer avituallamiento,
donde nos indican que el subir a la ermita es opcional. Y claro, ¿qué hacemos?,
pues subir. Y ahí vamos, con Carlos, Juancho, y la joven pareja de Berdún, Mónica
y Alfonso a rodear la ermita, contemplar la amplia panorámica… aunque no mucho,
no nos engañemos, visita al interior, con jota incluida, y de vuelta.
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Hacia el infinito y más allá |
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El único paso algo delicado de la cornisa |
Pasamos de
nuevo por el avituallamiento y nos incorporamos a otro grupo, el de Cristina,
Loli y Julián, que venían por detrás y han preferido pasar de santo. La otra parte del grupo, Ana, Brenda y Toñín
entendemos que se han ido quedando. Bueno, pues solo queda el paseo triunfal
por toda la cornisa, cuarenta minutos para recorrer los tres kilómetros y medio
que aproximadamente tiene hasta llegar a la pista asfaltada, a la que nos
sumamos ya definitivamente hasta alcanzar el llano de San Indalecio, donde
finaliza la prueba junto a la barrera, y el último avituallamiento, siendo los
primeros en llegar.
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Paisaje e historia se unen. San Juan de la Peña y Monte Oroel |
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Últimos compases por la pista |
Coincide este
día con el de la romería del Voto de San Indalecio, en la que decenas cruces de
otros tantos pueblos de la redolada, acuden unidos por la tradicional fiesta,
seguidos por los Danzantes de Santa Orosia. Cuando dejan libre la carretera de
bajada a Santa Cruz podemos ya transitar con los vehículos que la organización
pone a nuestra disposición para retornarnos a Bailo, donde ya más relajaditos,
departimos en torno a unas cañas primero, y a unas mesas con comida después,
junto a otros participantes y a voluntarios de la organización, que ponen todas
sus buenas artes en agradar a los andarines en busca de los pasos perdidos del
Santo Grial.
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Romería del Voto de San Indalecio |
Una jornada más que agradable pasada entre amigos por la Media Montaña,
en la zona más meridional jacetana, que siempre descubre discretos, pero bellos
rincones, y a la que le hemos echado 4h 40’ de tiempo total, del que 4 horas
han sido en movimiento… mucho movimiento, con un desnivel acumulado total de 1200
m D+ y 715 m D-.
Fue un placer hacer esta caminata con vosotros.
ResponderEliminarLa has explicado super bien y muy bonitas las fotos.
Qué maravilla descubrir estos parajes en buena compañía, entre risas y charlas. Los pelos de gallina al escuchar la jota que nos cantaste. Un inolvidable y gran día.
Esperamos poder coincidir en otras andadas.
Un saludo.
Javier y Mónica de Berdún.
El placer fue recíproco, Mónica. A ver si volvemos a coincidir, sí.
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