lunes, 17 de junio de 2019

La Integral Manchoya Erata, por los cielos de Sobrepuerto

IXOS MONS
Peña Ronata (1943 m) 
Sin nombre (1984 m)
Pico de Yésero (2005 m)
Erata (2002 m)
Ermita San Benito (1952 m)
Pelopín (2005 m)
Manchoa (1962 m)
Capañalda (1917 m)
Punta Cotonal (1908 m)
Terreros Blancos (1986 m)
Manchoya (2035 m)
Peña Gábalos (1958 m)
Jueves, 13 de junio de 2019



            No siempre es fácil ponerse a escribir algo que llegue sobre lo vivido en una ruta, ni siquiera estamos seguros de que llega, aunque lo intentamos con toda nuestra mente y nuestro corazón. Más difícil se hace hacerlo sobre una ruta larga, pero si en esa ruta se ascienden la friolera de doce cotas, la cosa se complica bastante, entre otras razones porque no en todos los mapas coinciden los mismos nombres, y aunque lo hagan, alguno puede estar equivocado en todos ellos. La gracia que nos asiste es que podemos confiar en la sabiduría local de gente como José Mª Satué o José Miguel Navarro, que de algunos territorios se lo saben todo, y deseosos siempre de contarlo, de modo que vaya por delante nuestro más profundo agradecimiento. Destacar también la dificultad añadida, con tantas cumbres, de insertar una imagen de cabecera. En este caso hemos dado prioridad al ala este, donde destaca al fondo la más alta de todas, el Manchoya.

Salimos desde el aparcamiento de la boca túnel del Cotefablo

Pelopín al fondo, y Peña Ronata
            Hoy hacemos también una de esas rutas para quitarse el sombrero. Un ruta larga, pero interesante. Una de esas en las que se visita una gran cantidad de montes que normalmente se hacen a título individual o, como mucho, a dos de ellos, pero no a los doce que nos han salido, incluyendo los dos poyaques. Sí, amigos, hemos hecho el cordal del Arco Norte de Sobrepuerto, con tres de sus reconocidos montes, el Manchoya, el Pelopín y el Erata, con un montón de cotas intercaladas, a lo que hemos añadido propina por ambas partes, poyaque… están ahí, la ermita de San Benito en el ala del Erata, y la Punta Gábalos en la del Manchoya, dos caramullos que han hecho aún más la de por sí larga ruta esta que damos en llamar la Integral Manchoya Erata, por los cielos de Sobrepuerto, de la que pareciera se hubieran marchado ya los dioses. Vamos allá.

Tendeñera asoma al fondo sus afiladas garras

Saliendo del sendero a la pista del puerto
            Es una larga sierra, que vemos huérfana de nombre en los mapas, y que cierra el Sobrepuerto por el norte, protegiéndolo, todo lo que puede, de las nortadas. Y como tal, es una ruta lineal que, para hacerla de un tirón sería preciso tener previsto vehículo al final de la misma, sea el que fuere de los dos extremos, por lo que hemos optado por hacerla de la cara y del revés. Es decir, que accedemos al cordal en un punto determinado por su exterior, nos dirigimos a uno de esos extremos y luego al otro, para comenzar el descenso en el mismo punto que lo hemos abordado, de modo que hacemos dos veces el recorrido. La única diferencia es que si al ir lo hacemos recorriendo todas las cotas, al volver lo hacemos por debajo de ellas en aquellos lugares que el camino lo permite, que son pocos.

Asome ya a Sobrepuerto, con uno de sus guardianes al fondo, el Oturia

El GR 15 en busca del puerto
            Con un ambiente frío y unos cielos preñaos, partimos de la boca túnel sureste de Cotefablo, donde dejamos los vehículos, iniciando el recorrido del PR-HU 117 que une este punto con los despoblados de Escartín y Basarán, pudiendo entrar también en Otal. Nada más salir, ya se pone tiesote él, tardando como un cuarto de hora hasta llegar a confluir con una pista, que tomamos a la izquierda, siguiéndola como casi media hora más, para tomar un desvío a la derecha que nos sube, con fuerte pendiente, también, hasta la divisoria, muy cerca de la primera cota de la jornada, la Peña Ronata, ya en el cordal. Ya nos han caído las primeras gotas, pero el fuerte y frío viento puede con ellas… y casi con nosotros.

El ala oeste se nos muestra con toda su crudeza

Ermita de San Benito, el "poyaque" del Erata
            Continuamos por el lomo hasta dar con el GR 15 que va y viene de Otal a Yésero. Seguimos sin despreciar ninguna cota. Pasamos por el llamado Puerto de Otal, y abandonamos el GR para subir otra cota, de 1984 metros, que en algunos mapas figura como Pico de Yésero, pero no es así en la memoria local. Este punto es angular, veníamos en clara progresión este-oeste, y aquí vira al sur, en busca del verdadero Pico Yésero, que en algunos mapas sale como Erata Norte, habiéndonos cruzado antes con el propio GR en el collado entre ambos. Llegamos, ahora sí al Pico Yésero, y seguidamente alcanzamos el Erata, con su vértice geodésico. Pero no nos conformamos con todo ello, que seguimos hasta la ermita de San Benito.

Chelaos en el Erata

Camino al Pelopín
La travesía hasta aquí está siendo muy molesta, el fuerte vendaval se está llevando gran parte del disfrute, pero es que, además, hace frío, como no recordamos, en un junio mediado, haber pasado en todo el invierno. La trasera de San Benito apenas nos protege del viento, pero aprovechamos para echar un bocado. Con un viento que sigue enfurecido, volvemos sobre nuestros pasos, y sin dejar ya el camino alcanzamos el cuello de bajada para continuar hacia la otra ala, en la que nos encontramos primeramente al Pelopín, que nos tenemos que desviar del camino para acometerlo.

En el Pelopín

Al paso por el puerto de Yosa, con el Manchoa a la vista
            Y a partir de aquí, ya sin dejar el cordal, dirección sur, hasta que se termina. Lo primero que encontramos es el puerto de Yosa, por el que va y viene el GR 15, ese mismo que nos hemos encontrado antes, y que desde aquí visita Otal. A continuación subimos al Manchoa, caracterizado por un importante pilar de piedras que se supone sea delimitación de pastos. A partir de ahí, una sucesión de pequeñas prominencias, Capañalda, Punta Cotonal, Terreros Blancos, y tras la Collada de Fuentes Altas, el Manchoya, punto más elevado de todo el cordal. No contentos con eso, continuamos hasta la Peña Gábalos, que pivota entre los montes de Sobrepuerto y el valle del Ara, ofreciendo unas vistas espectaculares sobre todo ello.

En el Manchoa

La torre del Manchoa,
con la Sierra de Berroy en primer horizonte,
Canciás en segundo, y Guara con Fragineto al fondo
El regreso se hace por el camino, repitiendo todas las cotas, excepto el Manchoa y el Pelopín, que los dejamos a la derecha, enredados con sus vientos. Una vez llegados al collado de bajada, tomamos la pista y la seguimos hasta atajarla por un camino y dar de nuevo a ella algo más abajo, volviendo a tomar el sendero hasta llegar a los vehículos. Una muy larga vuelta por uno de los techos de Sobrepuerto, con extraordinarias vistas sobre esta especial subcomarca, pero también sobre esa gran Sierra Interior como es la de Tendeñera, y sus contrafuertes.

En la Peña Gábalos, el "poyaque" del ala este

            Siete hombres y un destino... bueno, varios, doce en concreto. Cuatro municipios, Biescas, Yésero, Torla y Broto. Dos comarcas, Alto Gállego y Sobrarbe. En total, han sido 7h 35’ de tiempo total, de auténtico y venteado disfrute, del que 6h 35’ han sido en movimiento, para recorrer 27,5 km, y un desnivel acumulado total en torno a los 1700 m D+/-.

En el Manchoya, el techo de la ruta

Más fotos y el track.


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