viernes, 12 de abril de 2019

Peña Oroel, desde Barós con Os Andarines d'Aragón

IXOS MONS
Punta Bacials (1698 m)
Punta de Sora (1707 m)
Peña Oroel (1769 m)
Jueves, 11 de abril de 2019



            ¡Se ha escrito tanto sobre esta montaña! Pero lo cierto es que se seguirá haciendo… porque lo merece. Incluso, desde este medio se ha contribuido torpemente a ello. Se trata de una peña, una gran peña, formada por un sinclinal con elementos conglomerados, que hablan de un pasado convulso y que, como otras sierras circundantes se ha alzado hacia los cielos de la antesala de los Pirineos, como esas Sierras Exteriores, que median entre ellos y la tierra llana.

La Peña Oroel desde su extremo más oriental

Aspecto invernal
            Altiva, pero serena. Distante, pero cercana. Amiga, pero sin confianzas. Así es ella, a su aire, independiente, un privilegio que le da el estar en la lista de las cincuenta montañas más prominentes de España. Recordemos el significado del término “prominencia”, que no es otro que el mínimo desnivel que debemos descender para alcanzar otra cumbre cualquiera más elevada. Quizá el que sea una montaña tan cercana a una ciudad como Jaca, quizá el que sea tan accesible, quizá el que sea tan visitada, le ha desposeído de algún modo de ese cierto halo de misticismo que tiene. Esa masificación a la que está sometida le priva de mantener ese aire de misterio que siempre le ha caracterizado. Somos firmes partidarios de contribuir, a nivel personal, en nuestra relación íntima con la montaña a atajar en lo posible esa desacralización derivada del trato familiar con el que se la aborda.

Bonita mañana nos espera, no?

            Por eso buscamos ocasiones para subirla en soledad. Pero en otras surge hacerlo en compañía, en gran compañía, y no solo por la cantidad, sino por la calidad, por lo grandes que son estas personas, componentes de la Asociación Deportiva Os Andarines d’Aragón, que en menos de dos décadas no solo han sabido abrirse un ya imprescindible hueco en el panorama del senderismo, sino que le han dado una dimensión nunca vista en el territorio aragonés, siendo un referente estatal al congregar a cientos de socios, que anualmente recorren decenas de miles de kilómetros, que no solo organizan varias pruebas al año, sino que coordinan la COAPA, Coordinadora de Andadas Populares de Aragón, comité perteneciente a la FAM, cuyo mayor hito es la Jorgeada, que este año celebra su 18 edición, estrenando señalización como GR-234, dentro de la red de Senderos Turísticos de Aragón.

Flamante señalización del GR 234

Preparándonos para la marcha
            Siempre es un placer colaborar y unirnos a este grupo en sus andanzas por las montañas, y lo hacemos siempre que podemos. En esta ocasión, y en el marco de lo que llaman “por esos andurriales”, tenían programada la visita a esta nuestra peña, la de todos. Y Carlos de la Parte, el guía que la ofrecía, había elegido hacerlo desde Barós, por la senda de los Lobos, de modo que hasta esta pedanía de Jaca nos dirigimos a la espera del autobús. Con sus componentes ya en marcha, salimos del pueblo pasando junto a la ermita de Santiago del primitivo románico del siglo XI. Con decidida dirección ya hacia la montaña, vamos pasando por entre verdes campos a nuestra izquierda y grandes profundidades vestidas de margas, a nuestra derecha.

Entorno de las Fuentes de Barós

Arranque de la senda de los Lobos
            Pronto el camino se va estrechando al tiempo que entramos en el bosque, mirando por encima del hombro al barranco Riazo. Al cabo de media hora llegamos a las Fuentes de Barós, un lugar en el que recientemente han realizado una gran limpia, dejando al descubierto el depósito, del que mana una fuente de fresca agua. Continuamos por el sendero en busca de la carretera de Oroel, a la que llegamos en otro cuarto de hora. Justo enfrente sale el sendero a seguir, cuyo arranque al estar ya en la misma base de la montaña no tiene otra opción que subir y subir.

Progresando por el bosque

Paisaje boreal invernal... pero en casa
            Sobre los 1300 metros de altitud, y coincidiendo con algún claro del bosque que los enfermos abetos van dejando, encontramos ya grandes manchas de nieve que hemos de ir pasando. El último tramo antes de llegar a las praderas cimeras, debido a su inclinación y que está cubierto de nieve, se hace algo más penoso, pero finalmente se pasa sin mayor problema. Y llega la recompensa, que no es otra que salir a las soleadas explanadas, a cubierto del viento, en donde se da buena cuenta de los víveres.

Foto de familia en las soleadas praderas cimeras

Desde la Punta Bacials la Sierra de Guara
            Tras ello, nos disponemos a llegarnos hasta la Punta Bacials, extremo oriental de la peña, desde donde se tienen unas extraordinarias vistas sobre esa vertiente, además de sobre todo el resto de alrededores. Volvemos sobre nuestros pasos hasta nuestro momentáneo comedor para seguir por la cornisa hasta el collado, pasando por la pocas veces nombrada Punta de Sora, que pasa desapercibida, pero incluso es más alta que la anterior. También lo hacemos sobre esos dos pozos neveros restaurados para facilitar a la imaginación su razón de ser.

El grupo se aproxima a la Punta Bacials

Vistas sobre el Campo de Jaca, desde Oroel
            Llegados al collado, continuamos por la cornisa, mucho más expuesta sobre el abismo y a los vientos, pero también al extraordinario paisaje que se abre ante nosotros, con esa depresión media que dista hasta los Pirineos, y sobre ellos mismos. En veinte minutos alcanzamos la Cruz, que con sus 1769 metros es el punto más alto de la Peña Oroel. Por completar la faena aún nos acercamos hasta el extremo occidental, dando mejor vista sobre las sierras de San Juan de la Peña y toda la Canal de Berdún, que acoge al río Aragón hasta que, conservando el nombre, ya no hace honor al territorio.

Antes de la llegada del grupo

Una de las neveras
            Volvemos a la Cruz, y como la organización de la ruta había decidido terminarla en el Parador, tenemos que apresurarnos para bajar, porque hemos de hacerlo hasta Barós. De modo que ahí los dejamos, que vayan llegando y darles tiempo al descanso, contemplación, disfrute... y fotos, claro, mientras nos bajamos hacia el collado, y por el itinerario normal hasta el Parador, y luego siguiendo el PR-HU 66 para meternos un breve tramo por la bajada del barranco de San Salvador hasta que se cruza con la pista de Mocholín, que tomamos hasta tomar el sendero que baja por el barranco que nos deja en las Fuentes de Barós, donde cerramos la circular, desandando lo andado en la mañana hasta llegar a esa localidad.

Camino de Mocholín

El broche final
            El tiempo, un tanto estorbado, no ha impedido que hayamos disfrutado, y mucho, con este gran grupo de gentes, la mayoría con mucha, muchísima, juventud acumulada, para la que es una auténtica fiesta cada día que salen al monte. Por nuestra parte, al completar la ruta hasta Barós, nos ha salido una distancia de 16,6 km, haciéndola en 5h 30’ de tiempo total, del que 4h 10’ ha sido en movimiento, salvando un desnivel acumulado total en torno a 1080m D+/-. El colofón de la jornada se celebraba en torno a una mesa... bueno, a varias, en un establecimiento de Jaca, al que nos uníamos, habiendo disfrutado y mucho de una muy buena jornada de montaña con este extraordinario grupo.




Mis fotos, más fotos, y el track

No hay comentarios:

Publicar un comentario