IXOS MONS
Punta Bacials (1698 m)
Punta de Sora (1707 m)
Peña Oroel (1769 m)
Jueves, 11 de abril de 2019
¡Se ha escrito tanto sobre esta
montaña! Pero lo cierto es que se seguirá haciendo… porque lo merece. Incluso,
desde este medio se ha contribuido torpemente a ello. Se trata de una peña, una
gran peña, formada por un sinclinal con elementos conglomerados, que hablan de
un pasado convulso y que, como otras sierras circundantes se ha alzado hacia
los cielos de la antesala de los Pirineos, como esas Sierras Exteriores, que
median entre ellos y la tierra llana.
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La Peña Oroel desde su extremo más oriental |
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Aspecto invernal |
Altiva, pero serena. Distante,
pero cercana. Amiga, pero sin confianzas. Así es ella, a su aire,
independiente, un privilegio que le da el estar en la lista de las cincuenta
montañas más prominentes de España. Recordemos el significado del término
“prominencia”, que no es otro que el mínimo desnivel que debemos descender para
alcanzar otra cumbre cualquiera más elevada. Quizá el que sea una montaña tan
cercana a una ciudad como Jaca, quizá el que sea tan accesible, quizá el que
sea tan visitada, le ha desposeído de algún modo de ese cierto halo de
misticismo que tiene. Esa masificación a la que está sometida le priva de
mantener ese aire de misterio que siempre le ha caracterizado. Somos firmes
partidarios de contribuir, a nivel personal, en nuestra relación íntima con la
montaña a atajar en lo posible esa desacralización derivada del trato familiar
con el que se la aborda.
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Bonita mañana nos espera, no? |
Por eso buscamos ocasiones para
subirla en soledad. Pero en otras surge hacerlo en compañía, en gran compañía,
y no solo por la cantidad, sino por la calidad, por lo grandes que son estas
personas, componentes de la Asociación Deportiva Os Andarines d’Aragón, que en
menos de dos décadas no solo han sabido abrirse un ya imprescindible hueco en
el panorama del senderismo, sino que le han dado una dimensión nunca vista en
el territorio aragonés, siendo un referente estatal al congregar a cientos de
socios, que anualmente recorren decenas de miles de kilómetros, que no solo
organizan varias pruebas al año, sino que coordinan la COAPA, Coordinadora de
Andadas Populares de Aragón, comité perteneciente a la FAM, cuyo mayor hito es
la Jorgeada, que este año celebra su 18 edición, estrenando señalización como
GR-234, dentro de la red de Senderos Turísticos de Aragón.
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Flamante señalización del GR 234 |
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Preparándonos para la marcha |
Siempre es un placer colaborar y
unirnos a este grupo en sus andanzas por las montañas, y lo hacemos siempre que
podemos. En esta ocasión, y en el marco de lo que llaman “por esos
andurriales”, tenían programada la visita a esta nuestra peña, la de todos. Y
Carlos de la Parte, el guía que la ofrecía, había elegido hacerlo desde Barós,
por la senda de los Lobos, de modo que hasta esta pedanía de Jaca nos dirigimos
a la espera del autobús. Con sus componentes ya en marcha, salimos del pueblo
pasando junto a la ermita de Santiago del primitivo románico del siglo XI. Con
decidida dirección ya hacia la montaña, vamos pasando por entre verdes campos a
nuestra izquierda y grandes profundidades vestidas de margas, a nuestra
derecha.
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Entorno de las Fuentes de Barós |
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Arranque de la senda de los Lobos |
Pronto el camino se va estrechando
al tiempo que entramos en el bosque, mirando por encima del hombro al barranco
Riazo. Al cabo de media hora llegamos a las Fuentes de Barós, un lugar en el
que recientemente han realizado una gran limpia, dejando al descubierto el
depósito, del que mana una fuente de fresca agua. Continuamos por el sendero en
busca de la carretera de Oroel, a la que llegamos en otro cuarto de hora. Justo
enfrente sale el sendero a seguir, cuyo arranque al estar ya en la misma base
de la montaña no tiene otra opción que subir y subir.
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Progresando por el bosque |
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Paisaje boreal invernal... pero en casa |
Sobre los 1300 metros de altitud,
y coincidiendo con algún claro del bosque que los enfermos abetos van dejando,
encontramos ya grandes manchas de nieve que hemos de ir pasando. El último
tramo antes de llegar a las praderas cimeras, debido a su inclinación y que
está cubierto de nieve, se hace algo más penoso, pero finalmente se pasa sin
mayor problema. Y llega la recompensa, que no es otra que salir a las soleadas
explanadas, a cubierto del viento, en donde se da buena cuenta de los víveres.
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Foto de familia en las soleadas praderas cimeras |
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Desde la Punta Bacials la Sierra de Guara |
Tras ello, nos disponemos a
llegarnos hasta la Punta Bacials, extremo oriental de la peña, desde donde se
tienen unas extraordinarias vistas sobre esa vertiente, además de sobre todo el
resto de alrededores. Volvemos sobre nuestros pasos hasta nuestro momentáneo
comedor para seguir por la cornisa hasta el collado, pasando por la pocas veces
nombrada Punta de Sora, que pasa desapercibida, pero incluso es más alta que la
anterior. También lo hacemos sobre esos dos pozos neveros restaurados para
facilitar a la imaginación su razón de ser.
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El grupo se aproxima a la Punta Bacials |
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Vistas sobre el Campo de Jaca, desde Oroel |
Llegados al collado, continuamos
por la cornisa, mucho más expuesta sobre el abismo y a los vientos, pero
también al extraordinario paisaje que se abre ante nosotros, con esa depresión
media que dista hasta los Pirineos, y sobre ellos mismos. En veinte minutos
alcanzamos la Cruz, que con sus 1769 metros es el punto más alto de la Peña
Oroel. Por completar la faena aún nos acercamos hasta el extremo occidental,
dando mejor vista sobre las sierras de San Juan de la Peña y toda la Canal de
Berdún, que acoge al río Aragón hasta que, conservando el nombre, ya no hace
honor al territorio.
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Antes de la llegada del grupo |
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Una de las neveras |
Volvemos a la Cruz, y como la
organización de la ruta había decidido terminarla en el Parador, tenemos que
apresurarnos para bajar, porque hemos de hacerlo hasta Barós. De modo que ahí
los dejamos, que vayan llegando y darles tiempo al descanso, contemplación,
disfrute... y fotos, claro, mientras nos bajamos hacia el collado, y por el
itinerario normal hasta el Parador, y luego siguiendo el PR-HU 66 para meternos
un breve tramo por la bajada del barranco de San Salvador hasta que se cruza
con la pista de Mocholín, que tomamos hasta tomar el sendero que baja por el
barranco que nos deja en las Fuentes de Barós, donde cerramos la circular,
desandando lo andado en la mañana hasta llegar a esa localidad.
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Camino de Mocholín |
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El broche final |
El tiempo, un tanto estorbado, no
ha impedido que hayamos disfrutado, y mucho, con este gran grupo de gentes, la
mayoría con mucha, muchísima, juventud acumulada, para la que es una auténtica
fiesta cada día que salen al monte. Por nuestra parte, al completar la ruta
hasta Barós, nos ha salido una distancia de 16,6 km, haciéndola en 5h 30’ de
tiempo total, del que 4h 10’ ha sido en movimiento, salvando un desnivel
acumulado total en torno a 1080m D+/-. El colofón de la jornada se celebraba en torno a una mesa... bueno, a varias, en un establecimiento de Jaca, al que nos uníamos, habiendo disfrutado y mucho de una muy buena jornada de montaña con este extraordinario grupo.
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