ANDADAS
La Solana 32 de Jaca
Domingo, 7 de abril de 2019
Otro año más, y ya van seis, el
grupo de Andarines del Club Atletismo Jaca se dispone a organizar la “Marcha
Senderista de Jaca por los pueblos de La Solana”, que recorre la mayor parte de
localidades de la también llamada “Vereda Oeste de Jaca”. Ante la escasa
participación y el esfuerzo logístico que representaba, se ha suprimido la
distancia de 40 km. También este año, y pensando siempre, y ante todo, en la
seguridad de los participantes, se ha reducido una distancia importante de
carretera, que aunque local, también es digna de consideración, y en su lugar
se ha incorporado un tramo de sendero inédito hasta esta edición. En resumen,
que este año se ofrecen las distancias de 15 km, 23 km y 32 km. Y es este último
recorrido el que un nutrido grupo de la organización se disponía a realizar
para medir bien el terreno y revisar el itinerario. Y tal cual os lo contamos…
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Monumento a la Jacetania, popularmente "el pelos" |
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Rompiendo el aire |
Las ocho campanadas del reloj del
ayuntamiento se abrían paso bajo la niebla, en una mañana que prometía y que
atentos íbamos a estar a ver si también iba a dar. De la plaza de San Pedro,
contigua a la catedral se partía en dirección a la Ciudadela para, por sus
glacis llegar hasta el “Pelos”, para transitar por el paseo de la Cantera hasta
el Árbol de la Salud, e incorporarnos al Camino de Santiago, que se recorría,
pasando por la ermita de San Cristóbal, que apenas luce sin su contiguo puente,
hasta el de las Grajas, tomando seguidamente la pista del paco de Serés.
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Al paso por San Cristóbal |
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Una de las varias salidas del sendero a la pista |
Como a seiscientos metros del
puente sale un camino a mano derecha, que con clara vocación ascendente va burlando
la pista y su remoloneo. Se pasa junto a las casas en ruinas de Marcuello y
sale a la pista debajo de un abrevadero. Se continúa un breve tramo de pista y
de nuevo al camino, pasando por una vieja caseta forestal… y así varias veces
repitiendo tramo de sendero y pista. En uno de ellos, merece la pena salirse de
la pista unos metros a la izquierda, porque encontramos un bello ejemplo de
cabaña de piedra seca de cúpula circular que, junto a los muros también
de ese tipo de construcción, recordemos, fueron objeto de reconocimiento por parte de la
UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, poniendo así de relieve la importancia
de los usos y tradiciones no solo para la pervivencia de aquellas gentes, sino
como un elemento más en armonía con el paisaje y el medio ambiente.
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Cabaña de piedra seca, en buen estado |
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Rompiendo el horizonte, llegando al collado de Serés |
Pero sigamos con lo nuestro, que
aún nos quedan otros tres tramos más de sendero entre las lazadas de la pista
para llegar al collado de Serés, punto neurálgico en estos montes para tomar
varias direcciones, entre otras la ascensión al Grosín. Otra de esas opciones
es la de bajar hacia la Solana, que es la que emprendemos, y que a lo largo de
casi 4 kilómetros de permanente barrizal, serpentea por las faldas del monte
Asieso hasta llegar a Guasillo, primera localidad de la ruta, cuya primera noticia
que se tiene es del siglo X, con la
parroquial de San Adrián, del XVIII, edificada sobre los cimientos de
una románica anterior. Dispone de fuente contigua.
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Un alto, breve, en el collado de Serés |
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Salida de Guasillo |
Nos metemos por el pueblo para
descender las escalerillas que acompañan al barranco Catella hasta continuar
por bonito camino a mano derecha, entre tapiales, que nos sacan del pueblo y nos
dirigen, ya en plena Solana hacia el siguiente objetivo, que es Caniás, a donde
se llega tras cruzar el, ancho en este tramo, barranco Castelillo, que no será
la primera vez que lo hagamos hoy. Se continúa hasta llegar a la siguiente
población, las últimas decenas de metros por su carretera local. También histórica,
datada su primera noticia en el siglo XI, con su parroquial de San Pedro, de la
centuria siguiente, y también con fuente en las proximidades. Las vistas que se
tienen de todo el monte Pano y Cuculo son francamente extraordinarias.
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Caniás a la vista |
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Otro elemento del pasado y sus cuitas |
Justo enfrente se toma un sendero
que nos va bajando, primero cruzando un campo yermo y luego por entre tapiales
de piedra seca, con cabaña de ruinas incluida, hasta llegar al lecho del río
Lubierre, que trae las esencias de los montes de Borau, concretamente de un
lugar próximo a la ermita de San Adrián de Sasabe, de vital importancia también
en la arquitectura histórica de estas tierras. Se cruza el río por vado de
cemento y aquí viene la novedad, ya que hasta ahora, depende de años, se iba o
venía río abajo, del molino de Araguás del Solano, pero para evitarnos un tramo
de carretera, lo que hacemos es seguir por la pista del soto río arriba, como
unos 300 metros, para tomar a la izquierda un sendero por el bosque, que era el camino de
viejo que unía Araguás con Novés, y que se está recuperando.
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Entrada al sendero que sube a Araguás del Solano |
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Entrada a Araguás del Solano |
En un cuarto de hora de ascenso
nos deja en una pista muy poco transitada, que tomamos a mano izquierda, en
descenso, hasta cruzarnos con otra que ya nos sube decididamente hasta el
pueblo, que si no es el punto más alto de la ruta, sí lo es como población, con
presencia en los escritos también desde el siglo XI, ofreciéndonos unas extraordinarias
vistas sobre la extensa Solana, dominada visualmente por la Peña Oroel. La
fuente la encontramos de paso, no así su parroquial, que reza a San Policarpo,
y que está en lo alto, por encima del pueblo y de toda Solana.
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Otro bello ejemplo de construcción en piedra seca |
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Casa del herrero, en Novés |
Por entre las calles se va
buscando la salida a la carretera local, que como en un kilómetro nos deja en
la de Aísa, que solo tenemos que cruzarla, porque sale frente a Novés, anclado
en la historia desde el siglo XII, y muy vinculado, como todos de la zona a los
monasterios cercanos, en los tiempos convulsos del origen del Reino de Aragón. También
de la época se cree la parroquial, aunque la actual, que reza a San Pedro Apóstol,
data del siglo XVII. Del pueblo se sale por la casa del herrero, y por una
pista entre campos se llega hasta el río Lubierre, que tenemos que volver a
cruzar como cuatro veces, una más que en anteriores ocasiones, ya que las
continuas avenidas modifican el curso del río, pero actualmente no ofrece ningún
problema, y más fácil será el último vadeo, ya que están construyendo un paso
de cemento, concretamente en la pista que une Ascara con Abay, nuestro
siguiente objetivo, al que llegamos tras recorrer un tramo cercano a los 2 km
entre campos.
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Cruzando el río Lubierre |
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Llegando a Abay, con Novés y Araguás del Solano al fondo |
A este nuestro quinto paso por
poblaciones de la Solana, se entra por la trasera de la parroquial de San Andrés,
también de origen románico, y con la ermita de la Asunción integrada en el
casco urbano, del que se sale dirección a la toma de la carretera local, que
pronto se abandona, ya que al llegar a una zona de esparcimiento infantil entramos por la pista de la derecha, y que nos lleva entre campos, y cruzando de nuevo
el barranco de Castelillo, hasta Banaguás, nuestra última parada, a la que se
accede también por camino entre tapiales de piedra seca.
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Saliendo de Abay |
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Casa abacial y parroquial de San Juan Bautista |
Se alcanza la plaza donde se
encuentra la enorme casa abacial y la parroquial de San Juan Bautista, del
siglo XI, con ábside lombardo. Salimos del pueblo dirección al río, pasando por
Villa Vicenta, y nos incorporamos a ese camino en veinte minutos, para tomar ya
decidida dirección hacia Jaca, con el telón de fondo inconfundible de la Peña
Oroel. En diez minutos más, y justo antes de abandonar el camino para meternos
en el sendero del Columbario, merece la pena detenerse ante la imagen que nos
ofrece el río Aragón, desde la altura, en una amplia curva que hace en su
descenso.
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Río Aragón y sus mejanas |
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Puente de San Miguel |
Una vez en el mencionado sendero,
nuestros pasos nos llevan ya a las proximidades del puente de San Miguel, de arco
apuntado, sin certeza sobre su año de construcción, pero su estructura habla de
la época bajomedieval, siglo XV, declarado Monumento Histórico Artístico en
1943. Y no mucho más, subir hasta el llamado Rompeolas, en el extremo del
Parque, ya en zona urbanizada, y desde donde se tienen excelentes vistas sobre
toda nuestra trayectoria de la jornada de hoy.
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Bello aspecto de la Solana de Jaca |
Y por los glacis de la Ciudadela nos acercamos ya hasta la plaza de San
Pedro, que calla más de lo que dice, donde iniciábamos la marcha hace 6h 40’ de
tiempo total, del que poco más de 6 horas han sido en movimiento, habiendo
recorrido 31,5 km, y con un sorprendente desnivel acumulado total de en torno a
1250 m D+/-, por un itinerario que se ofrece como la distancia reina de la “6ª Marcha
Senderista de Jaca por los pueblos de La Solana”, para la que ya están abiertas
las inscripciones y cuya organización está dispuesta a acoger a todo el que nos
quiera acompañar el día 2 de junio y que quiera disfrutar y mucho por estas
tierras de la Solana de Jaca, compaginando la siempre saludable actividad de
andar por el medio natural, con el paso por localidades que conservan ese sabor
de lo tradicional, con el afán de supervivencia, en un entorno plagado de
referencias históricas y arquitectónicas de primer orden para entender los orígenes
de nuestra historia.
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