El rincón de Lolaluis,
en la Basa Mora y su magia
in memoriam
Domingo, 14 de octubre de 2018
Suban las voces al cielo,
y digan que en esta mesa,
Fénix se abrasa un alma,
de amores llena.
Y mudando el aire
de felices corcheas
vuelen, vuelen juntas
en síncopas que elevan
y en bemoles blandos
trinados que suspendan.
Digan en paso,
todas en paso,
todas, todas.
Ay, que se quema un alma.
Ay, que se abrasa.
Ay, que se quema.
Fénix hermoso eres alma
que entre cenizas renaces
si en Dios hallas nueva vida.
Arde, arde, arde.
Arde, arde, arde.
El compositor y organista
darocense del siglo XVII, Pablo Bruna, nos dejó perlas como ésta. Una letra y
una música que nos machacaba insistentemente la cabeza, aunque con suave
caricia, mientras nuestros pasos se dirigían en busca del hechizo de la mora,
en ese lugar mágico que es la Basa, su basa… su lugar. Solo nos faltaba el
momento… y a él íbamos.
El otoño venía de golpe, sin
llamar a la puerta, apenas se le oía llegar, pero venía. Sí que venía. Y en
estas tierras del Sobrarbe, lo hacía con toda su furia, como queriendo
recuperar el tiempo perdido. No. No sería el día de San Juan, ni tampoco su
víspera, sería un día gris, lluvioso, en ocasiones muy lluvioso, cuando más de
sesenta familiares y amigos de Lolaluis iban en busca de ese milagro que se
produce en ese reducto de aguas eternas bajo unos tremendos paredones, en uno
de los lugares, sin duda, más bellos del Pirineo.
Nuestra amistad no venía de muy
lejos, pero no se necesita mucho tiempo para sintonizar, para vibrar en
harmonía, y como un diapasón arrastra a otros, también nos vimos reconocidos en
ese terreno de la amistad, del compañerismo, de la honestidad, en esa sintonía
de síncopas, bemoles y trinados que vuelan juntos en el auditorio, en ese gran
auditorio que es la montaña, en donde tantos buenos momentos hemos pasado
juntos. Como hoy aquí, en la Basa, en vuestra basa, en este lugar mágico que os
hechizó y nos hechiza a todos, porque la Mora, esa mora que hay quien dice que
se aparece en la noche de San Juan, hoy lo ha hecho para nosotros, para todos, también
para vosotros. Esa mora, siempre envuelta en un halo de luz, en un halo de
misterio, hoy lo ha hecho para todos en cada una de las gotas de agua que nos
han acompañado en este penúltimo viaje.
Hoy hemos venido a vuestro rincón, y en él se queda nuestro recuerdo, y
seguro que el vuestro, porque esos más de sesenta corazones, incluidos los
vuestros, se han unido en uno solo, creando un egregor mágico, como el lugar, también
como el momento. Esas rosas rojas y blancas, como símbolo de la pervivencia,
quedarán para siempre en nuestra retina y en nuestro recuerdo, teniendo como testigo
este espectacular entorno. Se marchitarán, sí. Serán pasto del viento y del
agua, sí. Suyas son, y con los elementos se fundirán, como Lolaluis, en su
rincón de la Basa Mora… hasta que ese Fénix alcance nueva vida.
Muy bonito homenaje.
ResponderEliminarGracias, Óscar.
EliminarGracias Chema por haber dejado un rincón en estas páginas, para ese otro rincón en el que hemos despedido a nuestros amigos. La lluvia, que en los rostros de los allí presentes camuflaba las lágrimas, no empañó una jornada que Teresa y María no olvidarán, éramos los amigos de Lola y Luis Dice la letra de la canción que sonaba mientras las cenizas alfombraban ese bello rincón: "Cuando un amigo se va, algo se muere en el alma... y si son dos...
ResponderEliminarFue un "canto" coral, sin duda, junto con los elementos.
EliminarGracias a todos.
Muchas gracias por tus palabras e imágenes Chema. Nunca olvidaremos ni ese día ni el amor que nos dieron, ni la ilusión y alegría con la que nos contaban sus aventuras montañeras que compartieron con muchos de los que allí estabais. Esa pasión por el monte nos la trasmitieron desde pequeñas y que mejor lugar para hacer la última excursión con ellos.
ResponderEliminarMuchos gracias por hacerles felices ������
Fue un verdadero placer compartir con ellos nuestras andanzas por las montañas. Y dentro de lo luctuoso del momento ese día, también lo fue el hacerlo con vosotras en ese marco incomparable.
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