jueves, 13 de agosto de 2015

Ibón de Acherito, ibón de medio día

AQUERAS MONTAÑAS
Ibón de Acherito
Martes, 11 de agosto de 2015



           Ibón de medio día. Este podría ser el título de una película, pero no lo es, porque es realidad, y en un arranque de polisemia, podemos decir que no sólo porque te permite llegar a comer a casa, sino por su orientación sureña. Partimos del paraje llamado La Mina, en el codo que hace la Selva de Oza con Guarrinza. Mallo Cristian, de blusa gris y verdes faldas. Apriétate bien la cinturilla, que por ella vamos a discurrir.


Confluencia de caminos
            Aquí cae el GR11 desde el collado de Petraficha, entre este pico y el altivo Chipeta. Y aquí cae, también, el GR 65.3.3 o Camino de Santiago por el Puerto del Palo, que lo hace perpendicular al anterior, y que tiene dos ramales, rodeando el mallo Añarón, uno por el barranco de las Foyas y otro por su verde lomo. A todo ello hay que añadir que en este punto donde se cruzan, justo de él, parte un nuevo trazado que los amigos de Le Chemin de la Liberté han querido hacer llegar, en principio desde el Plató de Lhers, próximo a Lescun, pasando por el puerto de la Cunarda. Este trazado quiere rememorar el éxodo clandestino de las personas que huyeron de la ocupación en la segunda guerra mundial, dirigiéndose hacia nuestro país, de igual modo que de forma contraria lo hicieron paisanos nuestros unos años antes. Es un canto a la libertad. Es un canto a la solidaridad. Es un canto a la reciprocidad. Es un canto a la humanidad. La señalización de este recorrido, en nuestro territorio, está integrada en la estética de la del Parque Natural de los Valles Occidentales.

Peña Forca
            Bien, sin más preámbulos, nos dejamos engullir por el barranco de las Foyas, que nos afoga, porque si ya de por sí el aire se ha tomado el día libre, por aquí dentro se te sube el pavo, y de qué manera. En media hora cruzamos el barranco, donde empieza verdaderamente el ascenso, que ganas le tenemos, a ver si respiramos un poco. El camino está muy bien trazado, de hecho es un recorrido muy habitual por su poca exigencia, propio para familias, que por otra parte es lo que más se ve. Antes de cruzarlo, dejamos atrás el desvío para el Camino de Santiago por la loma de este mallo Añarón. En un punto medio de este ascenso, todavía dando vista al barranco, tenemos el otro desvío, que siguiendo el curso del arroyo nos llevaría al puerto del Palo. Pero nosotros a lo nuestro.

Murallas calizas a poniente
            Poco a poco, el sendero sigue ganando altura hasta subir hasta la cintura de este mallo Cristian, por encima del verde, donde nos vamos encontrando de nuevo esas viejas marcas rojiblancas de la antigua Alta Ruta. Poco a poco, decimos, vamos ya alineándonos con el barranco de Acherito, que aguas recoge del de Anzotiello. Todos los montes de esa sierra a nuestra disposición visual. Todos queremos abarcar con sana ambición, unos hemos visitado, otros no. Chipeta Alto, Petraficha, Quimboa Alto, Anzotiello, Mallo Gorreta, Gorreta de los Gabachos, Chinebral de Gamueta, Mallo de Acherito, Sobarcal, Petrechema, Mesa y Tabla de Tres Reyes... y perdón por los que me dejo. Unos separados, otros no tanto, anuncian con su canto coral esas ansias de ganarse el cielo. Nosotros, de momento, sólo aspiramos a llegar a nuestro cielo de hoy, a nuestro cielo local, que es este ibón de Acherito, al que enseguida llegamos.

Vista hacia Guarrinza
            Un espacio éste, abierto al sur, y respaldado por un murallón al norte, con suave loma a poniente, que ambas direcciones une. Aquí podemos ver la Peña del Ibón y Agujas de Acherito, con su flamante brecha de Hanas haciendo equilibrio entre ellas. No hay mucho tiempo, nos vestimos de ibón, que nos acoge con amabilidad térmica, bocado y a volver. Está emplazado en una cubeta, exigente, que te quiere para sí y su entorno cercano. Tienes que salir de ella para volver a ampliar la visión y alcanzar horizontes más lejanos, y mucho más lejanos. El volver por el mismo sitio tiene que pasas dos veces por los mismos lugares, pero la visión nunca es la misma, y es algo a lo que hay que sacarle su jugo. Y lo hacemos.



            Bien, no mucho más, vuelta al barranco de las Foyas, vuelta a las calores, y vuelta al punto de partida. Una mañana diez, en buena compañía y con buenos montes. La distancia ha sido de 8,8 km, con 3h 45’ de tiempo total, del que 2h 45’ ha sido en movimiento, con unos 750 metros de D+. Hasta otra…
  


  


2 comentarios:

  1. Bonita excursión, hace tiempo que no he estado por allí.
    Saludos.
    Javier.

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    1. Yo también hacía tiempo que no lo visitaba. Casi cuesta más llegar desde Jaca al arranque a andar que propiamente la pateada. Merece la pena. Gracias por el comentario.

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