Peña Oroel
Punta Bacials (1.698 m)
Punta de Sora (1.707 m)
Cruz de Oroel (1.769 m)
Domingo, 14 de septiembre de 2014
Como un barco varado en el seco
mar del Campo de Jaca, a merced de todos los vientos. Esa es la Peña Oroel.
Tanta veces vista, tantas veces contemplada, tantas veces subida y bajada,
tantas veces tomada como referencia para el tiempo local. Hoy, de nuevo,
abordamos esta gran nave, y lo hacemos por estribor, para ir superando en
decidida diagonal esa línea de flotación y auparnos a cubierta muy cerca ya de
popa recorriendo los cuatro kilómetros de eslora hasta la mismísima proa, una
proa que altiva se erige desafiante frente a los vientos dominantes, en una
mañana en la que la amenaza de galerna era patente. El buque insignia de Jaca,
con suaves pendientes a babor y grandes paredes escarpadas a estribor.
En plena progresión |
En estos términos tan poco
montañeros nos manifestamos hoy para contar esta historia tan doméstica para
nosotros. Con Sara y Javier nos disponemos a recorrer todo lo largo de la parte
superior de esta gran atalaya sobre el Pirineo, que es Peña Oroel. Y lo hacemos
tomando el sendero normal que parte del Parador y se adentra en el bosque,
comenzando a tomar altura desde el mismo momento de su inicio.
La magia del bosque |
Treinta y tres son las curvas en
las que se pliega el sendero. Bien, es en la trece de donde sale uno más
estrecho pero bien delimitado y que te sube por lugares más discretos y
solitarios hasta la inmensa planicie cimera, pasando por unas zonas en las que
se sienten los sollozos de los abetos, que debido a las altas temperaturas y a la
baja humedad se encuentran desplazados de su verdadero hábitat, separados de
los bosques que se encuentran en latitudes más septentrionales. Los últimos
compases del sendero son unas cortas y empinadas zetas que te aúpan a esa gran
extensión que es la antecima, habitualmente ocupada por una gran cabaña equina. Estamos en una gran llanura inclinada y en vaguada,
orientada al sur. Sin duda, una gran sorpresa y alivio para nuestra vista acostumbrada a
trabajar en corto entre el camino del bosque.
Vista nordeste desde Punta Bacials |
Un sur abducido por unos oscuros
nubarrones, que no le tiene envidia al norte, que ya los está descargando. A
ver cómo nos va. Desde aquí, hay que ir adivinando, porque no hay una traza
clara de sendero. Hay que dirigirse hacia el este, hacia unas grandes
agrupaciones de boj, para entre ellas ir buscando esta cima este del macizo,
llamada Punta Bacials (1.698 m). Si esta nave estuviera en movimiento,
estaríamos viendo el rebufo que va dejando, y que no es otro que toda la solana
este de esta sierra, debajo mismo de nosotros, y más hacia el norte, la
Balancha y la Estrecha, separadas por esos Capitiellos con sus formaciones características
de sinuosos dientes de sierra. Para alcanzar visualmente el siguiente macizo, nos
tenemos que esforzar para hallarlo entre las brumas. Santa Orosia, Oturia,
Sobrepuerto por los cuatro costados.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta
el desvío, lo superamos y continuamos, ahora sí, por reducido camino entre
erizones, salpicado de hitos, hasta la Punta de Sora (1.707 m), situada aproximadamente
a mitad del recorrido, justo antes de unos antiguos neveros, puestos en valor, que
se abren a nuestra vista a unos metros más abajo de donde estamos. Se trata de
unos viejos depósitos en los que se almacenaba la nieve, que era bajada con
caballerías para uso doméstico.
Neveros de Oroel |
Al poco, llegamos ya a encima del
collado, al que nos baja un serpenteante y descendente tramo de sendero. Es
justo la salida del bosque de la subida normal. Desde aquí tomamos el sendero
más cercano a la cresta, para no perdernos nada de lo que pasa por ahí, y que
se une al señalizado más abajo en un punto próximo ya a alcanzar la Cruz, donde
la suma de piedras por cada caminante han hecho un hito de grandes dimensiones.
Llegamos pues ya a esa centenaria cruz que domina todo el Campo de Jaca, y que
acompañada por un vértice geodésico, con sus 1.769 metros, es la cima más alta
de la Peña Oroel.
Vista oeste |
Aún se puede alargar más la
travesía cimera y acercarnos hasta la mismísima proa de esta enorme nave, la
punta oeste, desde la que se domina hasta el Moncayo y los Picos de Urbión, si
la climatología lo permite. Hoy, no. Lo que sí vemos es desmayarse la Balancha
en brazos de la Canal de Berdún, que a su vez lo hace ya sobre las aguas del
pantano de Yesa, que tampoco hoy se nos hace visible.
Vista norte |
El norte, el gran norte, lo
tenemos ocupado por grandes borrascas que con enormes estruendos anuncian las
cortinas de agua que van corriendo de oeste a este. De hecho, uno de esos
nubarrones se está situando bien encima de nosotros, pero disimulamos y nos
hacemos el despistado, mientras nos retiramos por si acaso. Nuevamente la Cruz
y por el camino del fondo de este pequeño valle cimero, nos llegamos de nuevo
al collado, para tomar el camino normal de descenso. Y una tras otra, las
treinta y tres curvas nos dejan en el Parador.
Cruz y mirador norte |
Hemos recorrido uno de los dos macizos
que componen el Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel, que con
sus 9.514 ha, alberga un singular conjunto geológico en estas llamadas Sierras
Exteriores del Pirineo, constituyendo uno de los mejores ecosistemas de media
montaña. Un agradable paseo, en una amenazante mañana que finalmente nos ha
respetado. Poco más de 12 km, en 4h 10’, de las que 3h 25’ han sido en
movimiento, para hacer como 600 metros de desnivel, saliendo sobre 800
acumulados positivo, y los mismos de descenso.
Las fotos, en:
El track, en:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7800975
Bonito paseo por el barco.... No os arredra ni el tiempo desfavorable.
ResponderEliminarSí, y lo bueno es que salimos de Jaca lloviendo, pero bien. Hay que plantar cara, y más tan cerca de casa. Gracias Isidro.
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