sábado, 27 de abril de 2013

XII Jorgeada de Aragón

ANDADAS
XII Jorgeada de Aragón
Martes, 23 de abril de 2013



Dos años hecha ya, y habiendo fallado este pasado, un poco olvidada estaba ya esta prueba. Hay alguien que parece que…, pues ahí estamos animando y acompañando. Somos cuatro, con Toñín, Rubén y Jesús. Salimos de Jaca a coger el autobús que pone la organización en Huesca, y que nos lleva a Zaragoza.

Salimos de Jaca, decimos. Dejamos el río Aragón, que da nombre al territorio. A Zaragoza venimos, decimos, a orillas del Ebro al que le rinde, y que también da nombre a otro territorio mayor, a toda la Península Ibérica. Pero, qué tendrá esta tierra, qué tendrán estos ríos que sus nombres trascienden. Venas de la tierra, abiertas a los cuatro vientos. Mucha historia, mucha cultura, muchas civilizaciones, mucha convivencia, y también mil batallas y mil resistencias. Todo ello mimbres del mismo cesto, en el que también caben las tradiciones y leyendas a lomos del tiempo.

César Augusto
fundador de Zaragoza
Zaragoza, tierra de las mil culturas. Siglo VII a.C. ya tenía moradores al final de la edad del Bronce. Siglo III a.C., con saldubienses, en  la Salduie de los íberos. “A dónde va el saldubiense por esta tierra cercada”, cantaba el ilustre Labordeta en El Milagro de Lamberto. Siglo I a.C., con cesaraugustanos en la CaesarAugusta de los romanos. En el siglo V, fue sueva y vándala, y en el VI casi lo fue franca y vascona. En el VIII, el manto musulmán que fue cubriendo la península también llegó hasta aquí; Medina al-Baida Saraqusta, Zaragoza la Blanca, la llamaron, siendo ambición también de Carlomagno en sus ansias expansionistas al final de ese mismo siglo. Siglo XII, occitanos y aragoneses, bravas gentes de las montañas, pretendidos colonos de nuevas tierras, ayudaron a Alfonso I El Batallador para ganarla a un creciente cristianismo. Judíos, moros y cristianos, hubo un tiempo en el que convivieron. Limpiezas étnicas, conciencias impuestas, sangre derramada, sangre de mil colores, que corre por nuestras venas.

Actuación de Os Gaiters de Morropreto
(foto de Rafa)
Plaza del Pilar. Plaza de las Catedrales. Entre César Augusto que vigila la vieja muralla y los restos de aquella ciudad, urbe romana, que se miraba en el río, que vivía junto al río, como lo acredita su centro social, el Foro; que trabajaba en, con y gracias al río, como lo acredita su Puerto Fluvial; ambos bajo los pies de la ciudad moderna; ambos bajo la Catedral de El Salvador, la Seo, la sede, de Zaragoza, verdadero notario de mil facturas. Y esa basílica del Pilar, con historias de vírgenes y santos, a caballo en la leyenda, con una innegable atracción sobre marianistas y jacobeos de todo el mundo, que le confieren un egregor especial.

Plaza del Pilar, decimos, a orillas del Ebro, preñado ya del Aragón. Cuna del cierzo. Tarde estorbada. Aire y frío que no presagian noche muy agradable, pero está serena, la luna se encarga de ello. Por más que se empeñe, y lo hace, no llega a estar llena, le faltan dos días, pero nos vale. Nuestro deambular hacia el norte va a hacer que apenas la veamos si no nos volvemos, pero sabemos que estará ahí, y que ella sí nos verá a nosotros.

Entrega premio Jorgeador
(foto de Rafa)
Pelín justo llega el autobús, desde luego no para ver completa la ceremonia de entrega de premios a los resultados de ligas y copas del año pasado y del nombramiento de Andoni Cedrún como Jorgeador de este año, título que le otorgan José Mª Gallego, Presidente de Os Andarines d’Aragón, organizador de esta prueba, y Luis Masgrau, Presidente de la Federación Aragonesa de Montañismo, máxima institución de este deporte en la comunidad, y de la que dependen estas actividades, coordinadas por la COAPA, la Coordinadora de Andadas Populares de Aragón.

A lo que sí llegamos es a ver la actuación de Os Gaiters de Morropreto, que lanzan sus sones a un viento que juguetea con ellos dejándolos esparcir quizás más de lo que los chufladores quisieran. Galleta y chupito de moscatel. Recogida de credenciales y no mucho más. Sí, dejar la mochila. La 2, que es para Huesca, no así la 1 que te presentan en Zuera y Almudévar. La noche se ha echado encima, una noche que va a cubrir la vela y desvela en este nuestro jorgeano peregrinar en compañía de varios cientos de personas unidos por el mismo objetivo. Galleta y chupito de moscatel.
En San Juan de Mozarrifar

Diez en punto de la noche. Se da la salida. A las doce se dará a los corredores. Plaza del Pilar, de La Seo, Lonja, Puente de Piedra, calle Sobrarbe, San Juan de la Peña, camino de los Molinos, Barrio de San Gregorio, Cascajo, y San Juan de Mozarrifar. Primer avituallamiento. 11:15. Hora y cuarto. Km 8. Platerón de ensalada de pasta inacabable; lástima. Ah, y buen trago de vino, que la noche es larga. La luna nos guiña un ojo. Seguimos.

Barrio del Comercio, de Villanueva de Gállego, y Villanueva de Gállego, antigua Burjazud, torre de azud, donde junto a la torre renacentista de finales del siglo XVI, nos esperan unos bizcochos con un buen vaso de chocolate… o dos. Segundo avituallamiento. 12:35. Dos horas y media largas. Km 14,3. La luna nos guiña el otro. Seguimos.

Avituallamiento de Zuera
Atravesamos el pueblo, salimos a la carretera, a la vieja carretera. Continuamos por ella. Si no uno u otro, siempre hay alguien al lado que prefiere su iluminaria que la magia de la noche. Los mineros, les llamamos. Las Lomas. Zuera que, anda que no es larga. No lo fue tanto la Zufaria romana, ciudad bonita. Polideportivo. Comodidad traicionera. Mochila 1 a disposición; no tenemos. Gente tirada por los suelos. Se ven más pies que manos. Larga mesa con comida y bebida. Anda que no queda. Tercer avituallamiento. 02:40. Cuatro horas y media largas. Km 27. Primer tercio, más o menos. Sigue llegando gente. Seguimos.

A ratos con viento, a ratos sin él, pero sigue haciendo frío, lo que nos hace acelerar el paso. Salimos del pueblo y marchamos por la carretera, por la misma. El asfalto se vuelve cabañera. Cruce Ontinar. Caldo caliente. Cuarto avituallamiento. 03:55. Cerca de seis horas. Km 34. Casi la mitad. Seguimos.

Avituallamiento de la cárcel
La luna también camina, pero hacia otro lado. La reina de la noche, como ellas. No se cansa, como ellas. Sabe que centra todas las miradas, como ellas. Es coqueta, como ellas. Amorosa, como ellas. Se deja querer, como ellas. Dueña de locuras, desata pasiones, como ellas. Cuando crece, cuando mengua, nos enseña que es uno más de los ciclos naturales que hay que respetar, comprender y observar. Se va, la luna se va. Mientras tanto, vamos llegando al cruce de la cárcel, donde tenemos líquidos, fruta y dulces. Quinto avituallamiento. 05:15. Siete horas y cuarto. Km 42,5. Seguimos.

Y lo hacemos junto al canal de La Violada, hasta que llegamos a pasar las vías del tren por encima, y la autopista por debajo. Lentamente se empiezan a desperezar las cumbres de las montañas. Poco a poco van marcando su silueta sobre el horizonte, van marcando su territorio, se van haciendo presentes. La noche lo envuelve todo, pero esa situación cambia a diario, y es ahora cuando empieza. Es el momento más frío de la noche. Cruce de San Jorge. Café con leche, calientes, Humm!, pero qué bien sienta. Sexto avituallamiento. 06:30. Ocho horas y media. Km 48,5. Casi el segundo tercio. Seguimos.

El sol viene a nuestro encuentro
Interminable cabañera, que comenzamos de noche y terminamos de día. Casi ocho kilómetros de ancha vía entre extensos campos de forraje regados por aspersión, entre los que se nos une el astro rey, que tímida pero implacablemente va saliendo para tratar de caldear un poco el ambiente. Garras jóvenes de jóvenes que no hacen garras. Mucho tiempo por delante para volverlo a intentar. Almudévar, la ciudad en redondo de los árabes, que pagaba impuestos a San Juan de la Peña por decreto de Sancho Ramírez. Más actual su campo de fútbol, donde Rubén y Jesús cambian los pies por rodantes. Casi 57 km, no es baladí, una retirada a tiempo también es una victoria. Mochila 1 en las gradas; no tenemos. Chicha en la parrilla y trenza en la mesa, al propio tiempo que descansamos. Séptimo avituallamiento. 08:00. Diez horas, como hace dos años!!! Km 56,5. Seguimos.

Campo de fútbol de Almudévar
Y lo hacemos rodeando el monte de las bodegas, pero dando más vuelta que otros años. Nos vamos alejando de este saputo lugar por cabañeras, por verdes campos que nos contagian su frescura, junto a extensas colonias de tomillos con sus mejores galas, como las que luce el siguiente avituallamiento, con agua y alguna chuche. Cabañera Real. Octavo avituallamiento. 09:30. Once horas y media. Km 63. Seguimos, como hace dos años.

A poco de allí, la pista se convierte en senda y el monte nos atrapa en un camino estepario que se va retorciendo ayudado por las aliagas, que también lucen sus amarillas galas. Alcanzamos un pequeño collado que nos asoma a la Olla de Huesca, con sus centinelas por el norte, Gratal, Águila, Salto de Roldán, Guara… Bajamos a un tierno lecho que los pies agradecen. Embalse robado al terreno, huerta solar, apisonadora que jubilada y altiva divisa sus fueros carreteros, y… agua y refresco de coca. Noveno avituallamiento. 10:45. Doce horas y tres cuartos. Km 69. Seguimos.

Dura rampa en busca de las carrascas
El frío de la noche se venga en calor, pero las carrascas lo amortiguan. En poco estamos ya. En el cruce de Cuarte nos encontramos con el último en ruta, que nos ofrece agua, fruta e isotónica. Décimo avituallamiento. 11:20. Casi trece horas y media. Km 73. Seguimos.

Pues ya está todo el pescao vendido, en el primer alto ya se divisa nuestro destino. Un destino también a vueltas entre historias, leyendas y batallas, como la de Alcoraz, mantenida por Sancho Ramírez, que asedió la musulmana ciudad desde el castillo de Montearagón y que murió en la refriega, agonizando el siglo XI. Le sustituyó su hijo Pedro I, quien tuvo que vérselas con los refuerzos islamistas de la Taifa de Saraqusta. La oportuna aparición de San Jorge supuso el desempate a favor de los cristianos, lo que le valió el patronazgo sobre este territorio y sobre este pueblo. También nosotros tomamos Huesca. También a nosotros se nos aparece San Jorge en ese cerro en el que los oscenses celebran la fiesta. Llegamos a la ermita. 12:00. Tan sólo unos minutos más que hace dos años. Km 75. Fotos, abrazos, alegrías y agradecimientos, en especial a esas garrillas que nos han traído hasta aquí, y que no sabemos dónde las tenemos. Gracias, Toñín por haberme acompañado con las tuyas y por haberme soportado durante tantas horas.

Llegada al polideportivo
Bajada al polideportivo. Ducha y comida. Reencuentro con Rubén y Jesús. Catorce horas de camino, más de noche que de día, que sólo con perseverancia es posible realizar, como los antiguos conquistadores. Y como ellos, nos sentimos satisfechos, muy satisfechos. Y como ellos, seguiremos diseñando más conquistas, y dando más batallas. 





El reportaje completo de fotos, en:


8 comentarios:

  1. Eres infatigable..... enhorabuena chema, me encantan tus reportajes.

    Victor.

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    1. Mientras el cuerpo aguante. Gracias, Víctor, por el comentario.

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  2. Hablando de garrillas....., pues te llevan a todos sitios. Esto es un no parar. Muy bien Chemita.

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    1. Sí, de momento, sí. Ahí estamos, al filo. Gracias, Anónimo, por el comentario.

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  3. A ver q día me hago mayor y me animo a hacer este reto contigo.
    Isa

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    1. Ácábáramos... Ahora entiendo lo de la ayuda externa... Y te atreverías, mira que la noche es mu mala... confunde... Gracias por el comentario.

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  4. Enhorabuena por la caminata. Muy buena tu entrada. Aunque yo este año no he ido, al leer tu crónica he recordado perfectamente los dos años anteriores en que participe.

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    1. Sí, Correcaminos, ahí hemos estado. Gracias por el comentario.

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