Quedada Sector Norte Ultra Trail CG Jaca 1/3
Sábado, 13 de marzo de 2013
De
nuevo vamos a hacer el recorrido íntegro del Ultra Trail Cazadores del Galicia
de Jaca, valedero para el I Campeonato de Aragón de Ultra Trail FAM 2013. Pero
en esta ocasión a través de una quedada con amigos, que en número de 16, y con
la valiosa aportación del Club Atletismo Jaca, con otros 10 andarines, formamos
un total de 26 personas dispuestas a dejarnos el mal pelo por estas sendas,
caminos y pistas que constituyen el Sector Norte.
Llegando a Rapitán |
Radiante
mañana. Puerta de la Ciudadela. Los andarines han salido media hora antes. Aquí
y ahora, 32 bastones, si lleváramos todos, acompañando a unos que entrenan la
prueba, otros que tienen curiosidad por el recorrido, y todos dispuestos a
pasar una buena jornada de monte, en definitiva, salen recogidos para obviar el
tintineo sobre la calzada urbana. Catedral, plaza Biscós, Avda. Escuela Militar
de Montaña, plaza de los Danzantes, Hospital y por fin se pueden desplegar, por
fin entra tierra en los surcos de las suelas de nuestras zapatillas, deseosas ya
de ello.
El
ascenso hasta Rapitán lo hacemos enfilados, la senda no da para más, pero es
agradable, muy agradable ver a tanta gente con un objetivo común, que no nos
cansamos de repetir, el de disfrutar. En cabeza ya los más jóvenes, los más
preparados, los que apuntan maneras, maneras de ir dejándonos atrás poco a poco
a otro grupo más numeroso.
La Peña Oroel preside el Campo de Jaca |
Llegada
al Rapitán no sin admirar el Campo de Jaca, presidido por la Peña Oroel,
siempre la Peña Oroel, en esta mañana que tiene una luz especial, quizá el
primer regalo primaveral. Damos la vuelta al fuerte, lo que nos permite ver
alguno de los objetivos de hoy, Bergosa, Castiello, Grosín… Hay que hacer
verdaderos esfuerzos para obviar la visión sobre este insulto a la inteligencia
humana y al medio ambiente que es el horroroso edificio de apartamentos, y
meternos por el bosque de carrasca y boj, para impregnarnos de su magia, que
llevamos hasta el extremo de la loma. Descenso hasta el fondo del barranco. Por
delante la pista que con fuerte pendiente nos ha de subir hasta el collado. Ya
establecemos contacto visual con los andarines, que están en ella.
Arranque de la senda a Bergosa |
El
grupo de cabeza ya nos va pillando distancia. Llegamos al collado, otro hito de
hoy. Hora y cuarto a nuestro grupo. Cambio de ritmo. A partir de aquí ya
podemos volver a respirar y hablar al mismo tiempo. Sube y bajas continuos, y
la entrada a la senda, que nos coge desprevenidos a algunos. Está marcada con
mojón de piedras, que reforzamos. Otra media hora hasta Bergosa, quizá porque
damos caza ya al grupo de andarines y nos entretenemos charrando un poco con
ellos.
Fuente y lavadero de Bergosa |
Entramos al
abandonado pueblo por su parte alta, por unas eras, que atravesamos hacia el
norte, pasando junto a unos grandes bidones para tomar el sendero que nos lleva
a las ruinas de la románica iglesia de San Saturnino para bajar al camino que
nos conduce hasta la fuente. Aquí nos agrupamos todos los que trotan y los que
hacemos caco. La última vez que nos tienen paciencia. Cada uno a su ritmo, y
que vamos regulando mediante sucesivas paradas, pero esta va a ser la última. Aquí
van a empezar ya a llegar los andarines. Poco menos de dos horas.
Bajada al río Ijuez, en la Garcipollera |
Enfrente
de la fuente está el lavadero, y justo a su lado hay que tomar una difuminada
senda que, tras cruzar un pequeño barranco, nos va metiendo en el bosque, un
bosque de pino de repoblación, como el de la Garcipollera, valle en cuya
entrada estamos, y que nos va a dejar a los pies del río Ijuez, que agoniza ya,
que va anunciando su rendición al Aragón. Semana a semana se va notando pelín
de merma en su caudal, pero aún es lo suficientemente generoso como para no
poderlo cruzar. Esperemos que en dos meses se pueda hacerlo. Ahora nos obliga a
subir el talud ferroviario, para llegar al Camino de Santiago, junto a ese
enorme puente de madera construido para facilitar el paso a los peregrinos.
En lo alto de la sierra de Angelé |
Un
Camino de Santiago que tomamos en dirección inversa, para llegar hasta
Castiello, donde repostamos agua y echamos un bocado. Dos horas y media. Atravesamos
las traseras de una urbanización para tomar la pista que nos sube a la sierra
de Angelé. El subir el primer tramo está concebido para que haya de todo, pero
es más agradable, pero mucho más agradable el segundo, ya entre el bosque. Dejamos
atrás el desvío para visitar las ruinas de la ermita de San Bartolomé y
llegamos a lo alto de la loma, de un cordal que se yergue entre los valles del
Aragón y del Lubierre, en cuya cabecera encontramos a Borau esperando que le
hagamos ese homenaje visual, como obligado es el hacéselo a todo el eje
pirenaico que alcanza nuestra vista, y que es mucho.
En la cima del Grosín |
Brusco
giro hacia el sur. Brusco, también, cambio de ritmo. Volvemos a respirar,
volvemos a hablar. Establecemos contacto visual con el puerto fuera de categoría
de la jornada, vemos ya el monte Grosín, que con no demasiada prominencia está
ahí esperándonos. Unos cientos de metros de pista que sube y baja, para variar,
y nos situamos en el arranque de un sendero que nos hace agradable el ascenso,
vestidos de bosque. Cima del Grosín. Quedamos 8 en nuestro grupo, con vocación
ya desde hace tiempo de no permitir más disgregues. Cuatro horas justas desde
la salida de la Ciudadela de Jaca.
San Juan de la Peña y Bal Ancha |
Por
detrás, bajo la espectacular visión pirenaica, el camino recorrido. Por delante,
el que queda por recorrer. Barranco de Castelillo, Bal Ancha y Jaca, para hoy. Pero
nos tiemblan las piernas pensar que el día de la prueba eso será sólo para
cubrir poco más de un tercio del recorrido, ya que tenemos enfrente la sierra
de San Juan de la Peña (Sector Sudoeste), y la Peña Oroel (Sector Sudeste), incluidas
ambas en el Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel, como máximas
cotas para las dos quedadas sucesivas.
En busca del tramo inferior del barranco |
Bueno,
pues eso, sin embobarse demasiado emprendemos el descenso por la solana, que sólo
cría piedras y aliagas, vientos y soledades, pero que en poco nos deja en la
pista, que recorremos en pequeño tramo hacia el oeste, hasta las ruinas de unas
viejas cabañas, donde volvemos a tomar un sendero hacia el sur, en la cabecera ya
del barranco de Castelillo. Nuevo cambio de ritmo. Nuevo campo visual, de las
amplitudes a estar engullidos por el bosque, que nos hace, y hará en su día,
agradable este tramo. El breve paso por un ancho cortafuegos nos deja en una
enorme explanada, unos antiguos campos, ya abandonados, como también las espaldadas
casas que los regían. Ante nosotros una pelada loma, que dejamos a nuestra
derecha, para volver a buscar el cauce del barranco, que tras un descenso por
lazadas, encontramos y cruzamos, para llegar a la pista que viene de Caniás, y
que tomamos para alcanzar Guasillo. Cinco horas y veinte.
Repostando en Guasillo |
Parada
a echar trago y a recomponer las neuronas, que siguen sin entender lo que está
pasando, y mira que se lo hemos explicado, eh? Seguimos disfrutando por esta
Vereda Oeste de Jaca, que luce como nunca en las últimas décadas sus mejores
galas. Los fosforescentes campos ofrecen unas tonalidades de un verde subido
que refrescan visualmente estas horas centrales del día. Asieso, que saludamos
en marcha, y senda de los Indios, para llegar a la carretera de Aísa, que
cruzamos para pasar por debajo de la loma de San Miguel, donde hay quien dice
que se ubicaba una ermita en tiempos, pero de la que nadie ha encontrado resto
alguno.
Puente de San Miguel |
Bajada, pues,
al puente del mismo nombre, medieval, sobrio, austero, precioso, otro icono del
recorrido, y subida a la corona de Jaca. Llegada al Rompeolas y ya por
domesticado Camino de Santiago llegamos a la trasera del acuartelamiento. Rodeo
del IPE y llegada a la puerta principal de las instalaciones militares que albergan
al Regimiento de Cazadores de Montaña Galicia 64, sin cuyo apoyo sería
imposible que la Asociación Cultural y Deportiva Cazadores del Galicia pudiera
organizar esta prueba. Una prueba no pensada sólo para ultra hombres y ultra
mujeres, no, sino para todos aquellos que quieran poner a prueba su resistencia
por estos variados caminos, como somos la mayoría de los componentes de este
grupo, que en seis horas y diez minutos hemos terminado de recorrer los en
torno a 34 kilómetros de este Sector Norte, con 1.685 metros de desnivel
positivo acumulado.
El reportaje
completo de fotos, en:
https://picasaweb.google.com/chematapia/QuedadaSectorNorteUltraTrailJaca13
Y el track,
en:
Para más información, en:
Que pasada!!! Sois unos campeones!
ResponderEliminarMenos lobos, caperucita... que tú también puedes. Ánimo!!!
EliminarRecordarás Chema, que cuando pasamos por la loma de San Miguel, me fui a curiosear a la cima, donde no había estado nunca. Luego se me olvidó comentártelo, pero me pareció que reunía todas las condiciones para haber albergado una ermita. Imposible una cima más llana y plana.
ResponderEliminarMediante la imaginación intenté trasladarme al pasado, pasando por los cientos de años desde que se hubiera construido la supuesta ermita hasta unos días en los que, por lo que fuera, se fue conviertiendo en ruinas. En un monte tan llano y de tan reducidas dimensiones, resultaría muy aparente ir tirando las piedras de la ruinosa ermita ladera abajo, por cualquiera de sus vertientes. Desde un juego de niños, hasta el interés arquitectónico que podrían provocar en algún lugareño... hasta que no quedó ninguna.
Si hubiera quedado alguna, no sé si yo hubiera resistido la tentación...
Bonita reflexión, Michel. A mí no me daba para tanto después de toda la tralla que nos metimos. Gracias por el comentario.
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