IXOS MONS
Cuculo (1549 m)
Martes, 18 de diciembre de 2018
Cualquier excusa es buena para
echarse al monte. ¿La de hoy? Pues no sé, la verdad es que la hemos ido
buscando sobre la marcha y aún no la hemos encontrado. ¿Será que no hay
excusas?, ¿será que nos las inventamos? Definitivamente no lo sabemos, lo que
sí sabemos es que cualquiera sería buena. Hoy nos vamos a un monte pateado ya
varias veces, pero al que le tenemos cariño, y confianza para no necesitarlas.
Es el Cuculo, y está en la Sierra de Pano, muy cerca del enclave de ese
Monasterio de San Juan de la Peña, imprescindible en el arranque de nuestra
historia, la de nuestra tierra, la del Reino de Aragón y su posterior Corona.
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Fría mañana |
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Punto de partida y llegada |
El punto de partida es la
localidad de Santa Cruz de la Serós, cuya historia está integrada también en
aquellos tiempos en los que el cristianismo iba empujando al invasor hacia la
tierra llana. De ahí parte una pista forestal asfaltada que la une con los monasterios
pinatenses. Como a tres kilómetros y medio, en una curva a la izquierda se halla
un aljibe y un pequeño espacio para dejar el vehículo. Estamos en la
intersección de la carretera con el barranco Carbonera, cuyo nombre delata su
provechoso pasado, del que, como otros muchos oficios perdidos, pues eso…
perdido está.
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La magia del bosque |
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Arroyo que hay que cruzar |
El definido sendero te mete en el
bosque, con el que no te queda otra que llevarte bien y dejarte arrullar. Te lo
pone fácil, un tapizado suelo de hojas caídas te amortigua el pisar, mientras
los seres que de ellas se desprenden te van saludando en su desnudez. Un saludo
unido a una fuerza que van a renovar para ofrecerla al mundo en unos meses de
forma entusiasta, feliz, necesaria para el entorno, del que también formamos
parte.
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La Peña Cagallón se abre paso en el horizonte |
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Al paso por el bosque |
Al poco de arrancar, un barranco
hay que cruzar, con agua a veces, sin agua otras. Hoy baja generoso, y unos
troncos te ayudan a cruzarlo. El sendero se empina considerablemente, coge
altura sin despeinarse. Pronto vamos dejando los pinos atrás, predominando más el
terreno de las hayas, que a gusto están en el húmero barranco. En unos cuarenta
minutos llegamos al collado Betito, que muga con el municipio de Bailo. Bien,
aquí hay dos opciones, o ir al monte del norte, nuestra izquierda, que sería el
de San Salvador, en el cordal del Monte Pano, o ir al del sur, nuestra derecha,
una avanzadilla de dicha sierra. Y como es a este último al que hemos hecho
intención de venir… pues a él vamos, y lo sabe.
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Llegando al cuello Betito |
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Tres hermosas chicas |
Unas enormes buxeras y aceberas
son el pórtico para echarnos a andar en esa dirección. Luego viene el monte
pelado, que va siendo colonizado por los erizones, que campan a sus anchas en
cuenta de hacerlo el ganado que otrora ramoneaba por estos pastos. Ya se va
dando vista a dos aguas, a derecha e izquierda, pero no solo a eso, sino
también al Gran Norte, que se muestra orgulloso ante nosotros. Finalmente, en
algo más de media hora desde el collado, llegamos a la cumbre de este monte
que, como decimos es una avanzadilla hacia la Canal de Berdún.
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Camino del monte |
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Bellos seres del bosque |
El fuerte viento reinante impide estar más tiempo del deseado en esta
extraordinaria atalaya, de modo que con las mismas no hay otra que emprender el
descenso. Primeramente al collado, y luego al punto de salida por el mismo
barranco de Carbonera. Una magnífica mañana de bosque y viento, habiendo
disfrutado de ambos, y de la compañía, a lo largo de 5,7 km, hechos en 2h 15’
de tiempo total, del que 1h 50’ han sido en movimiento, con en torno a 550
metros de desnivel acumulado D+/-.
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