miércoles, 19 de diciembre de 2018

Cuculo, los últimos venteos del otoño

IXOS MONS
Cuculo (1549 m)
Martes, 18 de diciembre de 2018



            Cualquier excusa es buena para echarse al monte. ¿La de hoy? Pues no sé, la verdad es que la hemos ido buscando sobre la marcha y aún no la hemos encontrado. ¿Será que no hay excusas?, ¿será que nos las inventamos? Definitivamente no lo sabemos, lo que sí sabemos es que cualquiera sería buena. Hoy nos vamos a un monte pateado ya varias veces, pero al que le tenemos cariño, y confianza para no necesitarlas. Es el Cuculo, y está en la Sierra de Pano, muy cerca del enclave de ese Monasterio de San Juan de la Peña, imprescindible en el arranque de nuestra historia, la de nuestra tierra, la del Reino de Aragón y su posterior Corona.

Fría mañana

Punto de partida y llegada
            El punto de partida es la localidad de Santa Cruz de la Serós, cuya historia está integrada también en aquellos tiempos en los que el cristianismo iba empujando al invasor hacia la tierra llana. De ahí parte una pista forestal asfaltada que la une con los monasterios pinatenses. Como a tres kilómetros y medio, en una curva a la izquierda se halla un aljibe y un pequeño espacio para dejar el vehículo. Estamos en la intersección de la carretera con el barranco Carbonera, cuyo nombre delata su provechoso pasado, del que, como otros muchos oficios perdidos, pues eso… perdido está.

La magia del bosque

Arroyo que hay que cruzar
            El definido sendero te mete en el bosque, con el que no te queda otra que llevarte bien y dejarte arrullar. Te lo pone fácil, un tapizado suelo de hojas caídas te amortigua el pisar, mientras los seres que de ellas se desprenden te van saludando en su desnudez. Un saludo unido a una fuerza que van a renovar para ofrecerla al mundo en unos meses de forma entusiasta, feliz, necesaria para el entorno, del que también formamos parte.

La Peña Cagallón se abre paso en el horizonte

Al paso por el bosque
            Al poco de arrancar, un barranco hay que cruzar, con agua a veces, sin agua otras. Hoy baja generoso, y unos troncos te ayudan a cruzarlo. El sendero se empina considerablemente, coge altura sin despeinarse. Pronto vamos dejando los pinos atrás, predominando más el terreno de las hayas, que a gusto están en el húmero barranco. En unos cuarenta minutos llegamos al collado Betito, que muga con el municipio de Bailo. Bien, aquí hay dos opciones, o ir al monte del norte, nuestra izquierda, que sería el de San Salvador, en el cordal del Monte Pano, o ir al del sur, nuestra derecha, una avanzadilla de dicha sierra. Y como es a este último al que hemos hecho intención de venir… pues a él vamos, y lo sabe.

Llegando al cuello Betito

Tres hermosas chicas
            Unas enormes buxeras y aceberas son el pórtico para echarnos a andar en esa dirección. Luego viene el monte pelado, que va siendo colonizado por los erizones, que campan a sus anchas en cuenta de hacerlo el ganado que otrora ramoneaba por estos pastos. Ya se va dando vista a dos aguas, a derecha e izquierda, pero no solo a eso, sino también al Gran Norte, que se muestra orgulloso ante nosotros. Finalmente, en algo más de media hora desde el collado, llegamos a la cumbre de este monte que, como decimos es una avanzadilla hacia la Canal de Berdún.

Camino del monte

Bellos seres del bosque
            El fuerte viento reinante impide estar más tiempo del deseado en esta extraordinaria atalaya, de modo que con las mismas no hay otra que emprender el descenso. Primeramente al collado, y luego al punto de salida por el mismo barranco de Carbonera. Una magnífica mañana de bosque y viento, habiendo disfrutado de ambos, y de la compañía, a lo largo de 5,7 km, hechos en 2h 15’ de tiempo total, del que 1h 50’ han sido en movimiento, con en torno a 550 metros de desnivel acumulado D+/-.


Más fotos, aquí. Y el track, aquí.

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