MONS CON NIEU
Puerto de la Pez (2460 m)
Viernes, 9 de junio de 2017
Fin de semana de actividad
mayenca por las queridas tierras sobrarbenses. Sábado y domingo, aunque hoy viernes, con
Sara y Marisa hemos hecho una avanzadilla para recorrernos este bellísimo valle
del Cinqueta de la Pez hasta su mismísimo circo, subiendo al puerto de la Pez
para asomarnos a ese valle francés también del mismo nombre.
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Arrancamos desde Virgen Blanca |
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Primeros compases por el bosque |
Sobrarbe es mucho Sobrarbe. Aunque
cierto, sería mucho simplificar decir que se articula en torno a dos ejes, el
del Ara y el del Cinca, estando Aínsa, la capital histórica, en su confluencia,
y muy próxima Boltaña, la administrativa. El valle más amplio es el del Cinca,
al que desembocan cantidad de ríos por uno y otro margen. Uno de ellos, es el
Cinqueta, que conforma un valle, el de Chistau, con identidad propia. Un valle
que ha sabido conservar unos valores etnográficos muy particulares, aunque
están en peligro de extinción.
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Contemplando las aguas bravas del Cinqueta de la Pez |
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Seductores senderos |
Este Cinqueta se puede decir que
se forma en la Virgen Blanca, debajo de Biadós, y lo hace con aguas que vienen
de la Señal de Añes Cruzes, en la cabecera de ese valle, y con las del Cinqueta
de la Pez, que vamos hoy a recorrer. Así pues, algo pasadas las nueve de una
mañana limpia, sana, y que anuncia calor, nos disponemos a descubrir las
maravillas de este valle, cuya cabecera conecta con el francés de Louron, bajo
dos gigantes, la Punta del Puerto (3019 m) a la derecha, y la Punta Es Guerreis
(2964 m) a la izquierda, pertenecientes a las crestas de Bachimala y Culfreda
respectivamente. De hecho, es aquí donde se dan la mano ambos macizos. Y es por
aquí por donde se efectuaba el tráfico de personas y mercancías en tiempos
pasados.
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Barranco de Culrueba |
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Cruce para el Puerto de la Madera |
Por la pista que hemos traído hasta
aquí discurre el GR 11, señalizado ya como Sendero Turístico de Aragón, en la
etapa de Parzán a Biadós, o viceversa. Lo dejamos para iniciarnos en el PR-HU
114, por un sendero que pronto va ganando altura entre el pinar para mirar por
encima del hombro a un río que baja rebosante de alegría. Pronto sale a la
pista, que en llegando al puente abandonamos para seguir abrazados al río por
el margen derecho. Esa pista se dirige al refugio de Tabernés, que a la vuelta
visitaremos. Encontramos también señales de Camino de Santiago, como queriendo poner
en valor el paso también de peregrinos por estos puertos.
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Vado y barranco de Bachimala |
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El Cinqueta de la Pez baja mayenco |
En tres cuartos de hora pasamos
por el desvío al refugio, y al momento por uno de los barrancos tributarios del
río, el de Culrueba, por un puente de madera dominado por una cabaña pastoril.
En otro cuarto de hora se alcanza el llamado Vado de Bachimala, donde vierte
otro de esos barrancos que engrosan el Cinqueta de la Pez, el de la Madera.
Enfrente, el de Bachimala, que se despeña con prisas por su vertical barranco.
Cruzamos el principal y nos dirigimos ya a superar el primer gran resalte de la
jornada para ir acompañando al río que se desparrama por unas gradas de gran
belleza.
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Las compañeras de viaje |
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Barranco del Ibón |
Seguimos por el sendero, y tras
ese pequeño congosto se vuelve a abrir el valle en una plataforma, la del Plan de Baliner, en la que
siguen confluyendo grandes barrancos, el de Culfreda a la izquierda y el del
Ibón a la derecha, que tenemos que cruzar y que nos obliga a descalzarnos
porque se siente más fuerte que nosotros. Enseguida, el sendero nos hace pasar
también el principal, con apuros. Los recovecos del valle aseguraban que no nos
mostrara todas sus cartas, pero ha llegado el momento en el que ya no ha podido
mantenerse en su ocultismo. El circo se nos aparece con toda su belleza, con
toda su crudeza, con toda su realidad. Frente a frente, el ser humano vs la
montaña.
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A punto de ofrecernos lo mejor |
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Comenzando los neveros |
Los cuatrocientos metros de
desnivel y llegarnos al fondo del circo, es lo que resta para nuestro objetivo,
pero este fondo de valle conserva todavía grandes neveros que tenemos que
atravesar, y dos de ellos con suficiente inclinación como para pensar si
los pasamos. Nos acercamos a ellos y comprobamos que el estado de la nieve lo
permite. Con mucho cuidado vamos trazando huella clavando los cantos de las
botas, y con paciencia y sin perder la atención conseguimos cruzar. El último
nos lleva hasta un resalte de roca que hay que flanquear por una canal en
diagonal, que ya por senda, en un cuarto de hora alcanzamos el puerto.
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Progresando tras superar el resalte rocoso |
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Vallée de la Pez |
Las vistas hacia el valle vecino
son espectaculares. Mucho más pendiente que nuestra vertiente no impedía el
habitual trasiego de personas y mercancías en los tiempos de necesidad. Como
decíamos, aquí confluyen las espectaculares crestas de las estribaciones de los
macizos de Bachimala al SE y Culfreda al NW. Ambos se dan la mano y se
agachan al mismo tiempo para permitir este paso. Un paso señalizado con el
cartel del Puerto de la Pez (2460 m), el direccional a Chistau del PR-HU 114 y
la Concha de Camino de Santiago. Un lugar éste que invita a ser acompañado
durante largo tiempo, al fin y al cabo es nuestra cima de hoy y habría que
degustarla, saborearla, disfrutarla, pero intuimos que no tenemos ese tiempo,
las nubes de evolución se están formando a pasos agigantados y amenazan con
algo más que formarse. Así que… con las mismas, para abajo, a desandar lo
andado.
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Estribaciones del Bachimala |
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Volviendo por los neveros |
Bajamos con cuidado hasta el
resalte de roca, pues andamos por unas fajas con mucho patio. Una vez superado,
nos quedan los neveros, que cuentan ya con nuestras huellas de subida. El
nacimiento de este Cinqueta de la Pez, no lo hace a la vista, que se esconde
bajo el manto nivoso, y que aprovechamos
para cruzarlo, evitando así hacerlo más abajo, cuando ya ha cogido fuerza.
Bajamos pues por el otro margen hasta el barranco del Ibón, en el que también
hay un puente de nieve, que intentamos pasar, pero finalmente desistimos en
evitación de males mayores. De nuevo hay que descalzarse para cruzarlo, tras de
lo cual, ya con calma aprovechamos para echar un bocado.
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Echando un bocado tras pasar el barranco del Ibón |
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Junto a la cabaña de Culrueba |
Bajamos al Vado de Bachimala,
dejamos atrás el desvío al Puerto de la Madera y seguimos desandando lo andado.
Barranco de Culrueba, y desvío al refugio de Tabernés, que tomamos, bajando
hasta el cauce del río, que pasamos por una palanca de cemento, llegándonos al
poco hasta esa explanada que alberga el refugio. Desde aquí, ya por pista hasta
el puente de esta mañana, que no hemos cruzado, para dejarla seguidamente y
tomar el camino que finalmente nos deja en el punto de partida, concluyendo así
una extraordinaria jornada de montaña, por unos lugares desconocidos para nosotros y que nos han invitado a volver.
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Refugio de Tabernés |
Una jornada, decimos, de diez, en
la que hemos recorrido de cabo a rabo este precioso y recóndito valle del
Cinqueta de la Pez, con 17,1 km, en 7h 10’ de tiempo total, del que 5h 25’ han
sido en movimiento, con un desnivel acumulado +/- de 1325 metros.
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