IXOS MONS
La Retuerta (413 m)
Puyburell (417 m)
Viernes, 2 de junio de 2017
La Ribera Baja del Ebro participa
del ambiente ribereño y de la estepa monegrina. Completando nuestro periplo por
las tierras de esta comarca, hoy visitamos dos montículos, a falta de grandes
alturas. El primero de ellos es en la zona de la Retuerta de Pina, y el segundo en la de las saladas de Sástago-Bujaraloz.
Son poco visitados ambos, pero sin duda poseen interés medioambiental digno de
mención.
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Comienzo y fin de la ruta |
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Ambiente mediterráneo |
La Retuerta. Para llegarnos a la Retuerta de
Pina, lo más cómodo es hacerlo por la N-II, muy cerca del P.K. 382,
concretamente a la altura del hostal El Ciervo. Justo detrás encontramos un
sorprendente palomar, inicio y final de la ruta. Una ruta que discurre por el
camino de la Val de Falcones, a través de uno de los últimos sabinares de los
Monegros. Entrar en él es transportarte a hace cientos de años, imaginando que
buena parte de las provincias de Zaragoza y Huesca estarían así pobladas. Los
campos de cultivo se van alternando por entre los huecos que dejan pinos y
sabinas. Es un espacio de reducidas dimensiones, pero que contiene una enorme
biodiversidad animal, concretamente en cuanto a especies de vertebrados, se
pueden ver ciervos, zorros, gato montés, conejos, milanos y águilas, principalmente. Y
de invertebrados hay más de 5000 especies inventariadas, siendo más de 200 de
ellas endémicas del lugar.
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Cultivos |
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Grandes ejemplares |
No hay grandes alturas, pero
tampoco se puede decir que sea plano, ya que conviven los cerros y las vaguadas,
en un clima continental extremo, caracterizado por importantes picos de
temperatura, con escasas precipitaciones y fuertes vientos. Con esas características,
las especies más adaptadas son el pino carrasco en las partes más altas y
soleadas, y la sabina albar en las más bajas y expuestas a hielos y nieblas. En
cuanto a vegetación arbustiva, es rica en especies esteparias, tomillos,
romeros, aliagas, lino blanco, plantas todas ellas que gustan de suelos ricos
en yesos y sal.
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Horizontes |
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Estepa |
Por el camino vemos alguna caseta
de recreo. No llegando a los 4 kilómetros encontramos el vértice geodésico,
subido a un pedestal de hormigón de 4 ó 5 metros, al que nos subimos para mejor
ver los alrededores, con lejanos horizontes al estar en paisaje monegrino y muy
próximos al río Ebro. Y con las mismas, regresamos por donde hemos venido,
hasta el palomar, habiendo recorrido unos 7,7 km, en un tiempo total de 1h 50’,
del que 1h 40’ ha sido en movimiento, con un desnivel acumulado +/- de apenas 135
metros, habiendo visitado una singular zona visitada más por científicos y
naturalistas que por los que tenemos el mero placer de andar por el monte.
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Vistas de Sástago y su vega, desde el Mirador de los Meandros |
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Laguna de Guallar, junto a la masía de Ordovás |
Puyburell. De nuevo en la N-II. Retrocediendo
hacia Zaragoza, nos metemos por la A-1105 para pasar por Gelsa, y una vez
cruzado el Ebro, nos incorporamos a la A-221 hasta Sástago, donde volvemos a
cruzar a la margen izquierda del río, para tomar la A-2105 dirección a
Bujaraloz, en cuyo arranque encontramos una gran explanada a mano izquierda,
con un gran balcón sobre el río y su vega, se llama Mirador de los Meandros. Continuamos
ruta, y sobre el P.K. 10,5 se toma una pista agrícola perpendicular, también a
mano izquierda.
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Cielos salinos |
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Cruce con la Vía Augusta |
Entramos en un entorno natural simple,
austero, de suelos salinos y yesosos, con clima extremo continental, donde sólo
sobreviven especies, tanto animales como vegetales, muy adaptadas a estas
condiciones. Las características del suelo y las pocas precipitaciones son los
ingredientes perfectos para encontrar singulares extensiones de humedales,
catalogadas como Las Saladas de Sástago-Bujaraloz, puesto que de los dos
municipios participan. Junto con la Laguna de Gallocanta, las Saladas de
Chiprana y los Tremedales de Orihuela son los cuatro espacios incluidos en la
lista del Convenio Ramsar, un tratado intergubernamental para la cooperación
internacional en materia de humedales, para su conservación y uso racional.
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Mases de Escanilla |
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Paisajes |
En el caso que nos ocupa,
hablamos de un centenar de cubetas de carácter endorreico, y se tiene como el más
extenso de la Europa occidental. Relevantes, e incluidas en el convenio tan sólo
son 26. Al poco de entrar en la pista nos topamos con la laguna de Guallar, que
agoniza como un ojo seco mirando al infinito. Junto a ella, el mas de Ordovás,
también abandonado a su suerte. Este tipo de construcciones eran habitadas por
familias enteras en época de labores en los campos, en el caso de estar
alejados de las poblaciones. Hoy en día, los campos que no se han abandonado se
trabajan de forma mecanizada, contribuyendo a su paulatina ruina.
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Llegando al objetivo |
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Vértice geodésico del Puyburell |
Grandes extensiones agrícolas a
uno y otro lado de la rectilínea pista, que cruza el camino de Sástago a
Bujaraloz, y más adelante la Vía Augusta, como uno de los muchos vestigios que
nuestros antepasados los romanos dejaron por estas tierras. Se pasa junto a los
ruinosos mases de Escanilla, y al poco de llegar a la divisoria del término de
Sástago con el de Pina de Ebro, se encuentra nuestro segundo objetivo, el vértice
geodésico de Puyburell, terreno involucrado activamente en nuestra última
contienda. Está situado en lo alto de un cotarro, sobre una amplia plataforma,
desde la que se divisan campos y más campos, que esperamos sean productivos a
pesar de la pertinaz sequía.
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Cultivos heroicos |
Sólo nos resta volver sobre
nuestros pasos hasta la carretera, habiendo recorrido 9,5 km, en un tiempo
total aproximado de 2 horas, del que 1h 50’ han sido en movimiento, con un
inapreciable desnivel de apenas 90 metros, por unos lugares áridos de nuestra
geografía, pero con unos encantos ocultos que sorprende su descubrimiento.
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