El Borreguil de la Cuca (2.096 m)
Sábado, 16 de mayo de 2015
Cuando el invierno ha sido tan
largo, cuando el invierno se ha gustado tanto de estar entre nosotros, cuando
al invierno le hace duelo dejarnos y quiere jugar con nosotros al escondite, cuando
una bolsa de aire caliente del continente sureño lo ha empujado a golpe
térmico, nos ha demostrado su poderío, nos ha dicho que no lo echa nadie, que
se va si quiere, en cuyo caso no podemos hacer otra cosa más que seguirle el
juego. Sí, porque en ese cúcú tástás es en el que se ha desenvuelto la salida
de hoy. Una salida programada en principio al otro collado de Estiviella, para
dirigirnos al paso del Sarrio, travesía totalmente desaconsejada con nieve. Y
en ese cúcú tástás hemos querido estar para darle la vuelta. Si no nos deja ir
a un collado… nos vamos al otro, nos vamos al Borreguil de la Cuca. Vamos.
Al inicio del sendero |
La verdad es que se hace raro
este ambiente. La luz, la vegetación, de la falda del monte es primaveral, sin
embargo las crestas tienen un aspecto totalmente invernal. El zarpazo que dio
ayer el tiempo sigue agarrado por las alturas a las que nos dirigimos en un
comienzo de jornada en la que seis mayencos, Silvia, Marisa, María, Josemari,
Paco y servidor picapedrero, comenzamos nuestra andadura por la margen
izquierda del barranco de Estiviella. El camino parte del complejo de las
piscinas, en el paseo de los Ayerbe, justo detrás de la iglesia de Canfranc
Estación. Una cabaña de las llamadas por aquí de “falsa cúpula” ha sido
habilitada para ser visitada, como muestra de unos oficios perdidos. La dejamos en su reposo eterno, y a gusto
nos dejamos engullir por el bosque, por un hayedo renovado, cuyas hojas han
nacido a este mundo empujadas por esa vida que todo lo ampara y que de todo tira hacia
su devenir, hacia su desarrollo. Como el nuestro, que impenitentemente se va
comiendo lazada tras lazada en un auténtico disfrute de aromas y colores.
En progresión por el bosque |
Fuente del Burro, que no sabemos
de dónde le viene el nombre, pero lo que sí sabemos es lo rica que mana el
agua. Esperanzados vamos viendo cómo el fuerte viento va despejando los montes
de enfrente, Raca, Anayet, Moleta, Collarada, todos van viendo pasar las nubes
como queriendo despedirse ya de ellas. En hora y cuarto nos presentamos en la
Olla de Estiviella, encima de la llamada Cola de Caballo, que hoy no llega ni a
potro. En este punto comienza la circular, que en descenso baja al punto de
arranque por la otra margen del barranco, por los antiguos viveros de Secrás. Y
también en este punto continúa hacia nuestra derecha el sendero que nos va a
llevar, o al menos lo vamos a intentar, a nuestra cumbre de hoy.
Comienza la nieve |
Seguimos por terreno de bosque,
en el que los temporales de este invierno han tumbado alguno de sus ejemplares
cruzándolos en el camino, lo que obliga a hacer alguna comedia para
sobrepasarlos. Dejamos a nuestra derecha el desvío para ir al pico del Águila,
y continuamos. A unos 1.800 metros comenzamos a pisar nieve, un manto que
conforme vamos ganando altura, se va haciendo más espeso. Finalmente, al cabo
de dos horas y tres cuartos desde el inicio, alcanzamos el collado de Estiviella, muy bien
anunciado en un cartel, pero que seguimos teniendo la visibilidad muy limitada.
El fuerte viento ha esculpido caprichosas formas de hielo que comparten espacio
con nosotros hasta la llegada a la cumbre tras una pequeña y sencilla trepada,
aunque en estas circunstancias hay que extremar la precaución.
Trepada cimera |
Borreguil de la Cuca, puntal más
nororiental de este macizo de Estiviella, y desde donde se tienen que ver unas
panorámicas increíbles hacia las dos cuencas, la propia de Estiviella por la que subimos, y la de Tortiellas al norte, pero que sólo lo hacemos con los ojos de dentro, porque con los de afuera apenas
nos vemos los unos a los otros. Cumbre invernal a mitad de mayo, fotos, alguna
risa, y p’abajo, en busca de lo que hemos dejado, que prometía.
Cumbre |
Por el mismo camino, en hora y
cuarto nos presentamos de nuevo en la Olla, en donde paramos a echar un bocado,
que no se diga… La bajada la hacemos por Secrás, disfrutando también de este
otro tramo de bosque, que poco a poco nos va bajando hasta el punto de partida.
En total han sido 6h 30’, de los que 4h 40’ han sido en movimiento, para
recorrer los casi 16 km y en torno a 1.100 metros de D+ y D- acumulados. A
gusto. Eso es lo que ha dado de sí una mañana primaveral de cintura para abajo
e invernal de cintura para arriba.
Las fotos, en: https://picasaweb.google.com/chematapia/BorreguilDeLaCuca
(*) Ante la imposibilidad de obtener una imagen panorámica
de la montaña, la estival de cabecera se ha obtenido del blog de Xabier
Berriozar, al que agradecemos su aportación.
El track, en: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=9723409
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