Paso del Sarrio
Jueves 14 de agosto de 2014
A dos días de haber vuelto de
tierras búlgaras, y para que no se nos enfríe el cuerpo, nos echamos de nuevo
al monte. Y una buena forma de hacerlo es con esta travesía que tanto nos
gusta, y que une los dos núcleos de población de Canfranc, el alto y el bajo,
los arañones y el quemau, el de la estación y el pueblo… como queráis
llamarlos.
El bosque nos va desvelando sus misterios |
Creemos que la mejor opción es cruzar
el Paso del Sarrio de bajada por Estiviellas, así es que de nuevo por aquí.
Dejamos el coche en Canfranc pueblo, y a dedo subimos hasta la estación, para
meternos por el paseo de los Ayerbe y entrar de lleno en el bosque. La mañana
se ha levantado ya, pero el sol aún no ha entrado en el valle. Lo va haciendo
poco a poco, y nos pilla ya en la subida. Una subida siempre deliciosa, por
entre los claroscuros que nos van haciendo guiños.
Paso de Estiviellas |
Salimos del bosque, y algo más
arriba… Hora y media tranquila para llegar hasta la llamada Olla de
Estiviellas, desde donde se van sucediendo las zetas hasta llegar a la cabaña,
que llamaremos refugio de Estiviellas, de sólida construcción, y que ya podía
estar mejor acondicionada. Se encuentra en un pseudo collado debajo mismo de la
roca de este macizo. Para llegar hasta aquí, hemos dejado a nuestra derecha los
desvíos para el pico del Águila y del Borreguil de la Cuca. Dos horas y media
largas. Bocado, contemplación y fotos. Canalroya, de Izas, la Raca, Anayet,
Midi… y más al oeste todo el mundo Collarada-Ip, con Moleta, Tronqueras, Pala
de Ip, Punta Ezcarra, Collarada, que coronan este bello circo.
Nuestro objetivo a tiro |
Nos metemos ya
en el punto más delicado de la travesía, que si bien no tiene ninguna
dificultad técnica, hay que hacerlo con sumo cuidado, ya que el patio es
importante, y las tentaciones de contemplar las vistas también. Recomendación?,
la de siempre, para mirar, parar. Importante.
En la segunda parte hay una amplia chimenea que tampoco ofrece dificultad, es
cuestión de fijarse bien y tantear dónde se ponen las manos y los pies.
Finalmente se llega al paso, que nos da vista al mundo Lecherines por arriba y
Gabardito por abajo. Más fotos, más contemplación.
Camino del cielo |
De bajada
cambia radicalmente el terreno, que si hasta ahora era herboso, se convierte en
incómoda pedrera, pero es lo que hay. En quince o veinte minutos pasamos por el
desvío de la Gruta Helada de Lecherines, y claro, cómo no entrar. Pues eso, que
nos acercamos a ella, y tras superar un todavía enorme nevero en la entrada,
accedemos a ella y constatamos la
languidez en que se han convertido los hielos invernales… pero aún queda algo
por los suelos.
Mundo Lecherines |
Seguimos
bajando, con lo que ello supone de ir perdiendo perspectiva sobre los montes
que cierran estos espacios. Pronto la piedra se torna hierba para alcanzar la
majada, donde echamos otro bocado al amor de las aguas del abrevadero. Casi una
hora más hasta Gabardito, para luego bajar por el barranco de Aguaré, siempre
menos frecuentado que el de los Meses. Hoy, nada frecuentado. Sólo nosotros, el
bosque, el río y algún trozo de cadena para salvar con más comodidad un par de
tramos más comprometidos.
Barranco de Aguaré |
La salida se
efectúa cuando el barranco se topa con la carretera, a la altura de la
gasolinera, y en dos patadas más, al coche. Una extraordinaria jornada de
monte, en la que hemos recorrido 16,7 km, en 7h 40’, de los que 5h 15’ han sido
de actividad, para subir 1.235 metros de desnivel positivo acumulado, y
descender 1.485. Buen regreso a los Pirineos hemos tenido.
Las fotos, en:
La ruta, en:
Preciosa marcha. Adelante campeones que no parais!!!
ResponderEliminarGracias, Isidro. Ahí vamos, dándole...
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